Primero que todo, quiero darle la bienvenida a abril 2022. Tengo la certeza de que será maravilloso, amo abril, la primavera, las flores, y por sobre todo, mi cumpleaños. Este año cumplo 25 años de edad. Para mí, se sintió como los segundos 15 años. Solo que en una versión diferente, adulta, y mucho más clara, sin las hormonas de la adolescencia.
Sin embargo, no les hablare en todo el post solo sobre lo maravilloso que es este mes, o mi cumpleaños, sino, sobre el perdón.
Muchas veces hacemos que los niños se pidan disculpas o perdón, por hacer cosas que no deben. Crecemos pidiendo perdón desde nuestros labios, pero muchas veces no sabemos el significado profundo de esta palabra.
Mi mamá siempre nos acostumbró a pedir perdón cuando lo sintamos de corazón. Y no a hacerlo todo el tiempo, debido a que no es sincero. Estoy de acuerdo con ello. De hecho, no suelo disculparme, solo cuando nace de mi corazón.
Pero, cada persona tiene su forma de hacer las cosas, en este caso, cada persona decide cuándo hacerlo. Siempre observe como la gente se disculpa una y otra vez, tanto que se pierde la cuenta de cuantas veces ha sucedido. Debido a ello, algunos pensamos que la palabra de esa persona no tiene valor. En parte, si, tienen razón, y por otra, simplemente, no conocen el significado real de ciertas cosas como los valores o principios.
Esto, es algo que creía imposible. Pero si sucede. Hay personas que por cosas del destino, no reciben una buena educación, por lo tanto crecen a su suerte. Ellos, solos contra el mundo, y el mundo, contra ellos. Para estas personas es muy dificil comprender el significado de algunas cosas, y por sobre todo, su valor.
No importa cuanto lo expliques, o que tantas indirectas les envié la vida. No las entenderán, hasta que toquen lo que llamamos “fondo”. Para ello las personas suelen pasar por situaciones extremadamente fuertes, hasta despertar de ese coma que ha sido su vida.
Fotografía de Joel Muñiz, en Unsplash.comFotografía de Joel Muñiz, en Unsplash.com
Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado.”
-Salmo 51:2
Se pedir perdón por lo general, para ser perdonado.
Y no es el verdadero sentido. Se pide perdón porque entendemos la gravedad, nos arrepentimos, y queremos un cambio, en nosotros. El Salmo 51, nos dice mucho. Recuerdo la primera vez que lo leí, fue el año pasado. Lo leí, y llore. No pude evitar hacerlo. Una parte de mi interior no había encontrado esa paz, ni tampoco algo que describiera lo que sintió, hasta ese instante cuando lo leí en mi habitación.
La palabra perdón no se debe usar en vano. Sino desde dentro de nosotros, mucho más allá de nuestro cuerpo mortal. Desde nuestra alma. Es algo extraño, y quizás difícil de explicar. A veces solo nos limitamos a pensar en el cuerpo o en el corazon. Pero no nos percatamos de los deseos del alma. El perdón, es un deseo del alma. Al menos, es mi manera de verlo.
Los Salmos de la Biblia, son los versos más sabios que pueden existir. Entrar allí, es encontrar lo que buscas. Es como cuando entras a Facebook y el algoritmo detecta tus gustos y los refleja en la pantalla. La gran diferencia es que Facebook busca que seas un adicto-consumidor-esclavo-zombie, mientras que la Biblia busca que tu alma se salve y que seas una persona que actúe conforme a sus principios, que seas feliz, y vivas en paz.
El perdón influye en la paz de las personas. Alguien que no ha resuelto sus problemas no tiene paz. Es algo que requiere mucho trabajo. Requiere de meditación, de buscar eso que tanto anhelas, de consultar con Dios, de pedirle su consejo y auxilio. De tantas cosas. Requiere que te reconcilies, contigo, con tu familia, o tus amigos, con tus sueños, o mismo contigo.
Y creo que la forma ideal de comenzar este mes es buscando eso que tanto necesitamos, preocupándonos por lo que pide nuestra alma a gritos. Y no se lo damos. Pero por sobre todo, aprovechando los nuevos comienzos.
❤️Me despido, con amor y un gran abrazo. ¡Gracias por leer!❤️
Tienes razón, el perdón no es algo que deba decirse sin sentirlo, hay que darlo de corazón, y si la persona no siente que es el momento, no es bueno obligarle a perdonar.
Como siempre un post bastante enriquecedor amiguita @zulfrontado que buena la enseñanza de tu madre. El habito de forzar el perdon en los niños me parece nocivo a largo plazo, porque realmente les estas enseñando a fingir arrepentimiento. Por eso hay que tener cuidado en como exigimos cosas a otros seres humanos, sean nuestros hijos, nuestros alumnos, hermanos, familiares etc..
Así es, hay que permitirles a los niños que sean espontáneos. Sin tener que controlarlos demasiado, a veces ese control es lo que los perjudica en varios ámbitos de su vida.
Considero que muchas veces utilizamos la palabra perdon como algo a lo cual hemos sido acostumbrados , por eso comparto totalmente tu punto de vista y con respecto al Salmo 51 , considero que junto al Salmo 23 y el Salmo 91, son los salmos mas hermosos que hay en las escrituras.
Concuerdo contigo. El Salmo 23 es uno de mis favoritos. Tanto así que me lo se de memoria, es hermoso, también considero que es indispensable que toda persona se lo sepa.
Qué bonito... toda la razón, creo que hay que empezar este mes con otra energía, con otra perspectiva y pensamiento. Quizás reconciliándonos, primero, con nosotros mismos.
Así es. :) Para que todo salga bien, hay que empezar bien. Y aunque las cosas no empiecen bien, hay que ser optimistas, hacer lo mejor que podamos, y tener buena actitud.
Así como la expresión "te amo" puede llegar a desvalorizarse si se repite mucho y sin sentirlo realmente, de igual manera el "perdón" puede sufrir la misma suerte. Es imperativo sentirlo de corazón para disculparse y aspirar a ser perdonado. Decir solo por decirlo y sin sentirlo no vale.
Nice post Zul. Yeahhh!!
¡Gracias, Mostro! Si, de hecho, también esa palabra es una que no suelo decir. No porque no ame a alguien, si ama a varias personas en mi vida. Pero, prefiero demostrarlo. Las palabras solas, no bastan.
¡Saludos!
Tienes razón, el perdón no es algo que deba decirse sin sentirlo, hay que darlo de corazón, y si la persona no siente que es el momento, no es bueno obligarle a perdonar.