Marzo, 23, 2022. | No. 54
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La sociedad está llena de ideas, algunas buenas, y otras no tanto. Con el tiempo hemos observado como muchas cosas van cambiando, la tecnología avanza, las mujeres se empoderan, ya nada es igual, sin embargo, muchas ideas de nuestros antepasados siguen allí, en la mente de cada persona.
Nos hemos acostumbrado a calificar y clasificar, es algo que hacemos a diario, y así pasa, con los hombres en la sociedad.
Anteriormente escribí un post acerca del feminicidio, por lo cual algunos refutaron debido a que a los hombres nunca se les toma en cuenta. Y si, tienen razón. Sin embargo, no quise realizar una mezcla de todo en un post, debido a que considero que son puntos de vista distintos. Cada género tiene diferentes males por los que padece, aunque se compartan algunos.
Así que pensé en crear dos post, para cada género, todo con la finalidad de que llegue a todas esas personas que lo necesitan, no solo para aquel que padezca, si no, para esa persona que aun tenga la cabeza cuadriculada.
Porque el mundo será un lugar mejor, solo si nosotros cambiamos. Viéndonos todos como humanos, de forma igualitaria. Por lo que recopile algunos actos de violencia hacia al hombre.
“Para que vas a denunciar eso, ¡se hombre!”
Cuando una mujer es golpeada por su esposo, va, realiza la denuncia y obtiene protección para que esto no vuelva a suceder, también su agresor va a la cárcel, en algunos casos.
Pero, cuando un hombre es agredido por una mujer, a veces la denuncia no es tomada en cuenta, o, la sociedad lo etiqueta. Todo porque es hombre, y por este hecho de que puede defenderse, porque es fuerte, es de piedra, no siente, y quizás no piensa. Cuando lo dices en voz alta, o en mi caso, lo escribes, es una idea horrible, pero realmente pasa, hay personas que piensan de ese modo.
La sociedad siempre ve a los hombres como si se tratara de seres sobre naturales que son capaces de hacerlo todo, similar a la idea de un ama de casa, donde la mujer es capaz de hacerlo todo en el hogar. Error. Somos humanos, un hombre también siente dolor, también puede partirse un hueso, cortarse, e incluso morir. Todo esto porque es un ser humano, no un saco de boxeo.
Los hombres suelen tener más resistencia que una mujer, pero esto no es algo que deba usarse como excusa para que se les agreda. Y mucho menos para ejercer control sobre ellos.
Como sociedad, debemos de dejar de ridiculizar este tipo de casos de violencia, porque eso es lo que es, violencia hacia un ser humano. Hay que prestar mucha más atención a este tipo de casos, así como educar a las mujeres de nuestra sociedad.
Acostumbramos a decirles a nuestras niñas que pueden golpear a los chicos. Nuestro método de defensa predilecto por todos en general es el enfrentamiento cuerpo a cuerpo. Así no haya motivos para ello. Un ejemplo de ello es el odio que ha surgido hacia el “patriarcado”, las cadenas que pasan de generación en generación. No se les guarda rencor a los hombres solo por ser violentos, actualmente, se les guarda rencor por ser hombres. Y podemos observar cómo estas ideas son expresadas libremente sin ningún tipo de lógica en redes sociales como Twitter.
Una idea ridícula, pero que sucede. No podemos continuar cargados de odio, cargados de violencia, arrastrando todo esto a nuestras futuras generaciones. Son solo ideas y sentimientos que no han logrado nada positivo en la sociedad, solo llenarnos de rencor y actuamos como seres prehistóricos que comenten delitos. Porque eso es la violencia, un delito, una falta hacia los valores y principios, y el atropello hacia derechos humanos.
“Si no me das para el niño, no lo vas a ver”
Este es uno de los casos más comunes, y efectivamente es un tipo de violencia, llamado: violencia psicológica.
Donde no solo se causa daño al hombre, sino también a los hijos. Para un niño compartir con sus padres es fundamental para su desarrollo mental y emocional. Los niños que crecen sin el amor de sus padres suelen tener problemas de comportamiento, adaptación y aprendizaje.
Por otra parte, al negarle a un hombre ver a su hijo, aunque este no lo haya tenido en el vientre 9 meses, no quiere decir que no le afecte. Los hombres, al igual que las mujeres forman un lazo con sus hijos, y al quitárselo también afectan sus emociones y en algunos casos su estabilidad mental.
Quiero aclarar que me refiero a los casos donde los hombres son buenos padres, donde comparten con sus hijos, y los educan. A algunos, al separarse de la madre, se les he prohibido ver a sus hijos, solo por una actitud irracional, o porque no aportan monetariamente lo “suficiente”.
Se acostumbra a usar a los hijos para como un cheque al portador, para así obtener dinero, como si se tratara de un objeto que puedes usar. Y en algunos casos, como un objeto para hacer daño a otra persona. Sé que los niños, no son objetos, pero esta es la descripción clara de cómo son usados por sus madres.
De esto deriva el siguiente punto.
“La ley me ampara porque soy mujer”
La ley siempre da a los hijos a la madre en caso de que los padres se separen, no importa cuánto el hombre pelee y patalee, la madre siempre se queda con los niños. La ley siempre ampara a la mujer, y está bien, desde cierto punto, hasta que empiezan a abusar de sus derechos, vulnerando los de la otra persona.
A pesar de que se lucha por la “igualdad”, esta no es aplicada. El hombre se considera solo si aporta dinero, de resto, no es padre, no es hombre, no es un ser humano. La igualdad en el mundo actual, no existe. Porque se pretende imponer un género sobre otro siempre, antes eran los hombres los que pretendían dominar el mundo, ahora las mujeres. Pero nunca hay un equilibrio. No se debe luchar para que un género en particular sea considerado el más fuerte, sino para que las leyes sean aplicadas por igual, sin importar el género. Se debe luchar para que los deberes y derechos en la sociedad sean para todos.
Para que el buen trato se le dé a todos, no solo a la mujer que se le da el asiento en el bus por ser mujer, no. El asiento debe darse a todo aquel que lo necesite, al hombre que lleva a su hijo en los brazos, a la persona en muletas, al joven que lleva el mercado a su casa, a la mujer embarazada, al ancianito que va en el bus, incluso a los chicos que son estudiantes.
Etiquetamos, etiquetamos, no somos justos, solo asumimos quien merece algo y quién no. Cuando no tenemos por qué hacer algo como ello, y ese bus es el mayor ejemplo. No he visto que alguien le del asiento a un estudiante, ¿Por qué? Porque es joven y los jóvenes resisten. He visto jóvenes que estudian, trabajan, algunos también sufren enfermedades como diabetes, pero solo por fuera vemos a un joven que resiste. No sabemos si está cansado, si se tiene niveles estables de glicemia, si está a punto de desmayarse, si ha comido, no sabemos nada de él, solo sabemos que “es joven y resiste”. Que mal estamos como sociedad.
Y este ejemplo, es el ejemplo del hombre en la sociedad, es ese joven.
“Un hombre debe mantener a su mujer, al perro, al gato, a la tía…”
Los hombres por su fuerza y resistencia desde la antigüedad se les han atribuido la responsabilidad de encargarse de su familia, de proveer y proteger. Todo muy bien, hasta el siglo pasado. En la actualidad la mujer ha tomado un rol mucho más independiente, sin embargo, se sigue dependiendo del hombre en el factor monetario.
Este punto, es algo frustrante para muchos, en especial para chicos jóvenes. En mi país la situación socio-económica es mala, por lo que muchos hombres jóvenes han optado por salir a trabajar, dejando sus sueños, o estudios. Todo para ayudar a sus padres. El problema viene cuando estos mismos chicos se les achacan la responsabilidad de mantener a toda la familia en general, tíos, primos, el esposo de la madre o la esposa del padre, etc.
Mi opinión personal es que no es algo justo, ni tampoco debe ser así.
También podemos verlo desde otra perspectiva, los hombres que mantienen el hogar, llegan del trabajo, cocinan los alimentos, y atienden a sus hijos. Llevan una gran responsabilidad en los hombros, sin ayuda de sus parejas. Muchos hombres se preocupan y ocupan de proveer absolutamente todo, sin embargo, nunca es suficiente, pero la otra parte, esa que debería de ser su apoyo, el otro pilar del hogar, no da el apoyo que se necesita en una relación.
Estamos en una época muy moderna, con movimientos feministas, pero aún se considera que el hombre es un proveedor, que el hombre tiene la responsabilidad de absolutamente todo, pero no nos damos cuenta, que nosotras también tenemos un rol que debemos ejercer.
Las parejas deben apoyarse mutuamente, trabajar en conjunto y hacerlo como un equipo. Muchas relaciones fracasan, porque no se ayudan, no dividen las actividades, y solo se recargan de responsabilidad, tras responsabilidad. Hasta que se llega al punto de quiebre, donde solo hay discusiones, el amor se acaba y dejan de entenderse.
Si tienes problemas en tu hogar, no solo puedes culpar al otro, también tienes que ser sincera (o) contigo misma (o), evaluarte y ver qué es lo que realmente pasa, y en que se está fallando.
“No volveré al machismo”
Muchas mujeres somos criadas bajo conductas machistas, y cuando decidimos hacer nuestra vida por fuera de casa, tener nuestra propia familia, o simplemente vivir solas, optamos por eliminar toda conducta machista de nuestra vida y no permitirla nunca más. Sin embargo, a veces, erramos por cerrar tanto nuestras mentes.
Hay mujeres que no realizan ninguna actividad del hogar, solo porque se considera “machista” hacerlo, dejando toda la carga sobre su pareja. Y es entonces donde caemos en lo mismo que suelen hacer los hombres, clasificar y adjudicar ciertas tareas a la mujer, cuando en realidad estas tareas pueden realizarse por cualquier persona, sin importar su género. Todos somos capaces de lavar, planchar, cocinar, cuidar de los niños…
Pero, a veces nos cerramos pensando en que “si lo hago, volveré nuevamente a lo mismo”. Y no chicas, no es así. Las actividades del hogar deben equilibrarse en partes iguales para que ninguna de las partes explote. Todos somos humanos, todos tenemos nuestro nivel de resistencia, todos nos cansamos alguna vez.
Por ello, hay que actuar y pensar con madurez y sensatez.
“Se solicita chica con buena presencia”
Los hombres también son rebotados en el campo laboral. Es algo que compartimos tanto hombres como mujeres, a las mujeres no se les da trabajo porque pueden quedar embarazadas y eso no es rentable para las empresas, o porque no tienen tanta resistencia física como un hombre. Y a los hombres, no se les contrata porque no son mujeres. Una mujer llama más la atención de los clientes, y puede ayudar a persuadir. A un hombre no se le atribuyen estos encantos en el entorno laboral.
Lo que nos hace ver desde un sentido mucho más amplio los estereotipos, siempre nos quejamos de que quieren a la chica delgada y con curvas perfectas. Y hay tantas exigencias absurdas en la sociedad, que es impresionante que aún podamos caminar por la calle libremente. Los seres humanos somos juzgados, etiquetados, y clasificados a diario, y los hombres no son una excepción.
“Por culpa de otro, pague yo” ó “todos los hombres son iguales”
La segunda frase hasta yo la he dicho innumerables veces, metemos a todos en el mismo saco, solo por lo que uno ha hecho. Le quitamos la oportunidad a alguien que si lo merece solo porque tenemos miedo. Y es natural sentirse así, es un mecanismo de defensa.
Sin embargo, ¿Cómo sabremos que será diferente, si no lo intentamos de nuevo? No lo sabremos, en la vida hay que correr ciertos riesgos, y volver a confiar. Siempre y cuando seamos más cautelosos.
“Esto debe hacerlo un hombre”
Hay ciertas cosas que según la sociedad tiene que hacer un hombre porque es hombre. Trabajar, mantener a su familia, caerse a golpes con alguien, hacer trabajos pesados, sacar de donde no hay para los gastos del hogar, etc, etc.
Realmente no pensamos en los hombres como un ser humano más, sino como alguien que tiene algún poder sobre natural que hará absolutamente todo sin ninguna queja. Demostrando que no hay una verdadera igualdad, aún se les atribuyen actividades a las personas de acuerdo a su género, cuando en realidad cualquier género puede realizar cualquier actividad.
En muchos casos los hombres defienden a las mujeres, quieran o no, arriesguen su vida o no. Tienen que hacerlo porque si no, se duda de su hombría. O, será la culpa de ellos lo que le pase a la chica. Con esto no digo que los hombres dejen de protegernos y cuidarnos, personalmente, me encanta sentir que alguien cuida de mí, está al pendiente, y está allí como un super héroe dispuesto a todo por mí. A lo que me refiero, es al típico dicho de nuestras madres “lo que se puede evitar, se evita” a veces infravaloramos a los hombres y abusamos de su fuerza, así como de su aprecio hacia nosotras, hacemos que se metan en problemas graves, debido a nuestros caprichos. Y no chicas, eso no está bien.
“¿Acaso no te gusto?”
A veces pensamos que ser sexualisadas es algo que solo nos pasa a las mujeres, también creemos que solo nos acosan, o abusan de nosotras, pero también nuestros compañeros del género masculino pasan por ello. También hay mujeres que los obligan a tener relaciones, quieran o no, o incluso hombres que lo hacen. No importa el género que acose, o violente, si alguien te forza a hacer algo que no quieres, es violencia, y está penado por la ley.
En la vida todo debe ser consensuado, y ser mujer, estar bellísimas, o ser las chicas más deseadas, no nos da derecho a forzar a nadie a estar con nosotras. Hacer este tipo por capricho o ego, es un delito.
“No le pienso hablar, él sabe porque estoy molesta”
Todas alguna vez hemos castigado a nuestro chico con el silencio, todo porque él sabe lo que hizo. Y sí, hay hombres que realmente saben lo que hacen, y otros que no. Sin embargo, las cosas en la vida no se arreglan con una varita mágica, para que haya un cambio o algo en particular mejore, o se aclare, se debe comunicar.
La comunicación, y comprensión, son fundamentales para que una pareja pueda tener una relación sana y estable.
Los hombres no son adivinos. No soy hombre, pero si tengo muchos amigos del género masculino. Su forma de pensar no es tan complicada como la nuestra. Ellos a veces no se estresan por todo, ven la vida de una forma menos compleja. Así que por ello mujeres y hombres chocamos, pero recuerda, que la comunicación es la clave.
Conclusiones…
Utilice varios ejemplos aplicados en mujeres, todo para dar mayor comprensión de lo que quiero transmitir. Debido a que el ser humano a veces se cierra en comprender, hasta que le tocan la medula. Y esa es mi intención.
Los hombres son personas de carne y hueso, no son Superman, ni objetos, ni piedras, ni chequeras. Si queremos igualdad, debemos empezar por cada uno de nosotros, en trabajar, analizando si las conductas y pensamientos que tenemos hacia nosotros mismos y los demás son adecuados.
Nuestros cuerpos nuestros proporcionan beneficios, o habilidades para ciertas cosas, cada persona tiene un rol en la supervivencia humana, como engendrar, dar a luz, criar, cuidar. Aprovechemos todo esto para ser un equipo, y no rivales.
Y tú, hombre super-man, reconoce tu valor, y no permitas que nadie te lo quite. Siempre, usando la razón, y no la violencia.
❤️Me despido, con amor y un gran abrazo. ¡Gracias por leer!❤️
Texto orginial de zulfrontado ©
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Fotografía de portada de Humberto Portillo, en Unsplash.com
Otras imágenes en el post tienen su debida atribución.
Me parece muy bueno tu artículo porque muestras realidades que se viven, pero que poco se hablan. Tanto hombres como mujeres somos dignos de respeto, por el simple hecho de ser humanos. Los maltratos hacia el hombre ocurren y creo que nosotras como hermanas, novias, madres, tías, etc debemos apoyar a nuestros hombres, tomemos conciencia también de esos actos machistas o sexistas que nosotras mismas cometemos, y sembremos conciencia en otros para que el hombre maltratado tenga la oportunidad de hablar, denunciar y expresar su verdad, no hacerlo objeto de burlas porque eso lo que hace es que ese hombre maltratado calle y pueda cometer otros actos aún más perjudiciales. Excelente artículo, me gusta como armas tus escritos y le das forma profesional a tus publicaciones.