¡Hola, querida persona que me lee!
Bienvenida (o) a un nuevo post, y lo empiezo haciéndote una pregunta:
¿Te ha pasado que no sabes que rumbo tomar?
A mí sí. Hace ocho años elegí una carrera universitaria: Administración de Empresas; exactamente en el 2014, cuando salí de bachillerato. Pero no era lo que quería en la vida, porque mi sueño adorado siempre fue ser una arquitecta muy reconocida, ¡sin miedo al éxito! Algo que no podía cumplir debido a que la universidad era sumamente costosa y en la pública no me aceptaban sin “Palanca”.
Palanca es una persona que tiene el poder de ingresar personas a una Institución por medio de un pago (lo cual es ilegal) o por ser un conocido que puede ayudarte con ello.
Empecé la universidad con todo fríamente calculado, estudiar, graduarme, trabajar, tener mi carro y departamento. Para ese entonces no contaba con la situación socio-económica de mi país, Venezuela. Con el pasar del tiempo las cosas iban empeorando, pero siempre me he mantenido optimista, viéndole el lado bueno a las cosas y siempre pensando en que hacer.
Mientras era estudiante universitaria, hice un curso de Diseño Gráfico en la Escuela de Artes Plásticas Armando Reveron. Me enseñaron lo básico, y gracias a mi curiosidad insaciable he adquirido más conocimientos.
¡Llego el gran día de mi graduación!
Fue emocionante, aunque la toga me hacía sentir como mujer menopaúsica, moría de calor. El acto fue hermoso, ordenado y emotivo, no puedo describir con palabras lo que sentí al recibir mi título y escuchar:
-Zul Mujica, eres TSU de la República.
Con título en mano conseguí trabajo en una oficina, gracias a las pasantías que había hecho. Allí descubrí algo: No me gusta la administración de empresas ajenas. La idea de estar en una oficina todo el día, trabajando por un sueldo insignificante en comparación con las labores que llevaba a cabo, no era para mí; recibir órdenes, no era para mí; soportar el mal humor de mí jefa, tampoco era para mí.
Trabaje por 3 años, en cuales adquirí experiencia, aprendí muchísimas cosas, sobre el trabajo que realizaba, descubrí cosas sobre mí, entendí el valor del tiempo y también del dinero. Deje de trabajar allí en el año 2020. Y sentí miedo, porque no sabía que iba a hacer sin trabajo y sin Internet en casa.
Al no estar allí, solo sabía que no quería trabajar más en una oficina, ni en tiendas, ni otro lugar. No quería trabajarle a otro, quería ser independiente y poco a poco tener mi propio negocio.
Así que empecé a trabajar desde casa por Internet, en páginas para ganar dinero y también como Freelancer, haciendo actividades académicas o diseños. Hice un trato con mi vecina y ahora tengo Internet, en el garaje de mi casa, pero lo tengo.
Retome la escritura de poesía, y también empecé a escribir artículos. Decidí dedicarme a lo que me apasiona, porque ¿de qué te sirve la vida, si no amas lo que haces?
Actualmente tengo 24 años. Tarde algo de tiempo en elegir qué camino tomar en mi vida, pero me siento satisfecha. Elegí algo que tengo que construir día a día, y ser muy organizada para que todo salga bien y no me agobie en el intento, esto último me cuesta un poco. Como lo dije en mi post de presentación (visitalo aquí), quiero ser la mujer independiente que siempre soñé, ahora sé cómo hacerlo.
Mi historia en el campo laboral ha estado llena de perseverancia y un poco miedo, pero este siempre va a estar allí. Con el tiempo he aprendido dominarlo, y es lo que te digo hoy, porque tú eres dueña (o) de tu vida, y Dios, y siempre habrá otro camino mucho mejor que tomar.
¡Arriésgate! A hacer eso que tanto anhelas. Y si no sale como esperabas ¡Inténtalo de nuevo!
Si no sabes que hacer, simplemente, tomate tu tiempo y encontraras tu camino. O, haz otras cosas y todo vendrá.
Me despido. Te escribe con amor y te envía un abrazo super gigante @zulfrontado ❤️
Imagen de portada: Fotografía de Zul Frontado, tomada con BLU Studio J1 y editada en Photoshop CS6.
Todas las fotografías de este post son de mi autoría.
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Que manera más sencilla pero hermosa de darnos un recorrido por tus días, días llenos de desempeños y desiciones bien tomadas. Lograr tú título pero salir andar suelta, libre, haciendo lo que te gusta y que se ve sabes hacer, te está mostrando que venciste ese miedo 😨 siempre dar un paso en la vida y en lo laboral nos sacude un poco. Pero lo interesante es que si no va bien, se rectifica, fue una acción tomada con el corazón no por impulso. Enhorabuena 👏