No des ayuda a quien no la quiere
¿Conoces a alguien o te ha sucedido que cuando un ser querido te cuenta algo que le sucede en seguida quieres aconsejarlo o ayudar a encontrar una solución? ¿Ofreces tu ayuda sin pensar que esa persona únicamente quería hablar y desahogarse?
En este mundo hay muchas personas bondadosas y caritativas que les gusta ayudar a otros, quizás tú mismo seas uno de esos ángeles terrenales, ayudar a otros te llena de satisfacción, te hace sentir útil, pero debes estar alerta, si ayudas a otros a costa de tu propio tiempo y energía; en este caso, estamos en presencia de un hábito, que si no controlas acabarás decepcionado, perderás tu fe en las personas cuando estas rechacen tu ayuda, o veas que a pesar de tu esfuerzo ellas no parecen querer avanzar.
Hay dos cosas que te serán muy útiles para recordar:
1- Aquel que no pide tu ayuda tiene todo el derecho de rechazarla, es por esto que en ocasiones oirás decir ¿y quién pidió tu ayuda? Yo no la pedí. Si no eres consciente de esto sucederás como una pequeña parte de ti se rompe.
2- Hay personas que piden ayuda desesperadamente, pero no están preparadas para recibirla, lo que implica que perderás tu tiempo, y esfuerzo, pensaras que la persona es desagradecida por no poner de su parte para salir de la situación en que se encuentra, así que no solo agotaras tu energía física sino también mental emocional y hasta espiritual.
No puedes hacer mucho para ayudar a quien no quiere ayuda
Vemos a un familiar o amigo con hábitos, que está viviendo de una manera tóxica que a nuestro parecer le perjudica, y queremos, aconsejarlo o ayudar, pero resulta que esta persona no quiere nuestra ayuda, no la ha pedido, no importa que nuestra intención sea genuina y movida por el amor, si la persona no quiere nuestra ayuda, si no quiere cambiar sus hábitos nocivos, e insistimos en dársela, podría llegar a enfadarse.
Si pasa por alguna situación similar es importante entender que no puedes hacer mucho para ayudar a alguien, si esa persona no está abierta a esa ayuda, su cambio, su vida es únicamente su responsabilidad. Solamente si tienes un hijo menor de edad eres responsable de él. Cuando la gente no se quiere dejar ayudar incluso se pone violenta con uno, y se debe tomar distancias, a veces toca tomar distancia independiente de quien sea, hasta de nuestros propios padres o hijos.
Queremos que todos reciban un poco de lo bueno que hemos logrado.
Nos parece natural que cuando, pasa algo valioso en nuestra vida se quiere compartir. Vamos a un taller que nos ayuda a sentirnos mejor, a solucionar algún conflicto oa sanar alguna herida, y en medio del placer de la superación y el logro queremos compartirlo. Cuando vemos que es posible sanar, todo esto tan maravilloso se quiere compartir con nuestros seres queridos. Queremos que ellos reciban un poco de lo bueno que hemos logrado.
Corremos a brindarle a todas las personas que podemos eso que estamos viviendo sin darnos cuenta de que no es así como funciona, porque esta actitud solo muestra que somos nosotros los que necesitamos desesperadamente ser salvados, entonces cuando estamos buscando a otras personas para salvar, es bueno que pensamos ¿qué es lo que necesitamos? Porque lo que hacemos por otros es lo que necesitamos hacer por nosotros mismos. Cada quien tiene su camino, hay que respetarlo y respetar su momento para sanar.
No entorpezcas el camino de los demás.
Cuando damos ayuda sin que nos la pidan, básicamente estamos invalidando al otro, lo que estamos haciendo es atacándolo, porque el otro tal vez no necesita nuestra ayuda, o tal vez no la puede recibir, no está en la capacidad, no está en el momento de recibirla. Además, estamos entorpeciendo su proceso.
Cada quien tiene que buscar su camino y su momento para sanar, entonces seamos muy respetuosos del proceso del otro. Es magnífico ver cómo las personas cambian o mejoran con nuestra ayuda, pero cuando yo, ayudo sin que me lo pidan, las estoy invalidando, y me estoy colocando como el salvador. Si les quitamos la experiencia por las que están pasando entonces cuál va a ser el aprendizaje que van a tener de ese proceso.
Debemos respetarlos y ser muy neutros, no los debemos juzgar, ni podemos atacarlos, es desde el amor que cada quien sana cuando necesita sanar, y cada quien despierta cuando lo necesita.
¿Qué podemos hacer?
Aunque ser servicial es algo que nace desde el corazón y sabemos que no necesitas ninguna recompensa para hacerlo, antes de ofrecer tu ayuda siempre pregunta si puedes darla, aunque a veces sea, solo un consejo o una mano amiga.
Comprender que facilitarles el camino a las personas a veces no es la solución pues no podrán aprender de sus experiencias, no maduran ni tampoco aprenderán a valorar tu tiempo, tu energía y tu buena voluntad.
Espero este post, aporte algo positivo, me gustaría conocer tu opinión.
Gracias 🙏 por leerme.
Tú artículo me encantó! Puesto que es lo mismo que querer cambiar a alguien como si 1) tuvieras el poder de controlara otras personas y 2) si esa persona no está dispuesta a cambiar no lo hará!