30/10/2021, 10:40 am
Una de las cosas que me relajan es sentarme en la plaza, por lo general son tranquilas, sin ruidos exagerados, o estrés, solo con personas que esperan a otras, niños jugando y riendo, el cantar de los pájaros, la reunión de loros, o gente como yo, que solo me siento a despejar mi mente.
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La plaza es lo más cercano a una playa, a pesar de estar hecha de concreto, para mí, ambas sensaciones son similares. Y es gracioso, porque mientras escribo esto con toda mi paz, recién salida de casa, con el cabello húmedo todavía y esa sensación de frescura a pesar de haber caminado hasta aquí, hay un señor que está a un metro de mí y ha colocado una balada con su celular.
Es una sensación un poco extraña, es como trasladarse a una parte del pasado, o de cualquier momento de la vida, es como una pausa que hace el tiempo, y solo está esa tranquilidad de estar aquí.
Las hojas secas de los arboles caen; un niño ve como un gran reto correr por el puente; la gente atraviesa la plaza conversando; otro niño llora, porque cayo mientras corría; las perezas e iguanas siendo protagonistas robando miradas; y ahora una hormiga esta en mi pantalón picándome sin piedad. Todo esto y más, sucede en muy poco tiempo, mientras espero la hora para ir a clases.
Cada persona tiene un lugar a donde ir cuando necesite pensar, o dejar de hacerlo, por eso no puedo recomendar una plaza, porque no sé qué necesites. A veces no queremos un lugar, sino personas, diversión, quizás una fiesta, o un café, encontrarte con la lluvia y permitir que te empape, un salón de clases, una caminata larga, el calor de sus brazos… Hay tantos lugares a donde ir, pero no en todos podemos estar, ni tampoco todos son lo que necesitamos.
A veces no sabemos que queremos, hoy sabía que necesitaba sentarme aquí, y aprovechar de escribir. Pero a veces no hay un rumbo, ni siquiera sabemos que sucede, solo que algo pasa. Pero ni idea de que es.
Y esto solo es un escrito que me inspira este lugar. Me hace pensar en tantas cosas de la vida y el tiempo, también me hace disfrutar una especie de silencio que no existe. Sé que pensaras que es una locura “un silencio que no existe”, pues si, siéntate en una plaza y lo sabrás, hay ruidos de todo tipo, pero son tan leves que hace que haya una especie de silencio insonoro, que solo un lugar como este tiene.
Escribo esto a las 10 de la mañana, la hora perfecta, aún no está el calor del medio día y su caos, sino la tranquilidad de la mañana. Lo que me hace pensar que quizás la hora también influya, no es lo mismo, una plaza a las 10 am, a una a las 6 pm, o a las 12 pm. Un lugar, muy distinto de la hora en la que se esté, o de lo que allí suceda. El aura incluso cambia cuando hay compañía, puede que el lugar desaparezca por completo, o forme parte de todo. Aunque en este momento estoy sola, disfruto de ello, de hecho, llegue hora y media antes de entrar a clases para disfruta este momento, y sentir la magia de escribir en otro lugar.
❤️Me despido, con amor y un gran abrazo. ¡Gracias por leer!❤️
Este post es original de mi autoría, al igual que las fotografías en él. Fueron tomadas con mi teléfono celular, y son de la Plaza Boyaca de la ciudad de Barcelona, Edo. Anzoátegui, las cuales ya había capturado y quería compartir. Mientras que el texto lo escribi estando en la Plaza Bolívar de la misma ciudad.
Al igual que el banner y la imagen con mi rostros son creados por mi en Photoshop CS6.
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Hola!! Igual me sorprende la Pereza en esa plaza. Supongo que vives cerca de ahí. Un abrazo de una barcelonesa desde Cumaná.