Nadie cuida de tus padres como tú lo harás.

Marzo, 03, 2022. | No. 45

¡Hola, queridos amigos de Read!

Hoy quiero escribir de un tema importante, y quizás algunos dejamos de lado, o no le prestamos la debida atención. Con esto me refiero a cuidar de nuestros padres. No he sido la mejor hija, pienso que, al igual que ser padre, ser hijo también es un ensayo y error algunas veces. Cuando somos niños solo pensamos en nosotros y nuestras horas de diversión, en la adolescencia nos dejamos llevar por las hormonas, y en la adultez queremos emprender.

En mi país pasan muchas cosas, y una de ellas es la emigración. Con esto quiero dejar en claro que, no juzgo a las personas que se van. Por el contrario, las admiro, irse a otro lugar y luchar por salir adelante requiere mucha fuerza. Pero, también he observado la otra cara de la moneda, como se van y abandonan a sus padres, dejándolos a la suerte en un país que tiene una crisis sumamente dura. Y no solo a ellos, en algunos casos, también abandonan a sus hijos.

Sé que hay que valerse por sí mismo, pero vivir aquí y subsistir aun para alguien de mi edad es difícil.

He estado con mis padres, en las buenas y en las malas, aunque a veces me vuelvan loca. Son mis padres, y los amo. Lastimosamente, mi padre, ya no está en este plano terrenal. Y es por el que en parte hago este texto.

En el 2020, pensaba constantemente en que gracias a Dios no me fui del país, sino, me hubiese perdido de muchas cosas. Mi relación con él, no era tan buena. Sin embargo, ese año todo empezó a mejorar. Pasábamos el día en el patio viendo a los pollos comer, y a su perrita correr. Comíamos el arroz especial hecho por él, era un arroz asopado de pollo, muy rico. Nunca me ha gustado el arroz asopado, pero el de él me encantaba. Luego pasaron muchas cosas, de las cuales aún no estoy preparada para escribir. Lo que sí puedo decirles es que estuve con él. Y eso me hizo pensar muchas cosas.

Como venezolana, piensas en irte todos los días, y para serles sincera, ganas no me faltan. Pero, no tengo a donde ir, quizás podría llegar con unos amigos. Pero mi preocupa mi madre y mi hermana, a veces separarse de la familia es lo más difícil. No las abandonaría, siempre estaría en contacto. Sin embargo, hay una realidad que pocos vemos, hasta que la vivimos: Cuidar de ellos.

Con esto no digo que no emigrare o no saldré del país, porque es probable que lo haga. Tengo más oportunidades fuera del país, mejores ofertas laborales, y mayores ingresos. Por eso quiero aclarar que no es el hecho del irse del país, sino el de dejar en el olvido a nuestros padres o familia. Se puede interpretar en el sentido monetario, lo que es de gran ayuda, pero, también existe otro mucho más fuerte y amplio y es el contacto. El cual hoy en día no es tan complicado, existen miles de redes sociales y medios para comunicarnos. Así que, ya para esta era no hay muchas escusas que digamos.

Cuando nos tenemos que cuidar de ellos, nos necesitan allí, pegaditos a ellos, dándoles nuestro amor, y nuestra atención.

Eso es irremplazable, puedes contratar a alguien, pero no es lo mismo. Nosotros conocemos a nuestros padres, nosotros los amamos. Y el trato no es igual.

También están las familias pequeñas. Es duro cuando esto pasa, porque solo son pocas personas, y dividirse no es tarea fácil. En mi caso, solo somos dos hermanas, mi hermana menor y yo. Y al no haber un hermano, u otro hombre también se complica. Sé que las mujeres podemos con casi todo, y cuando digo “casi”, me refiero a que somos seres humanos de carne y hueso, por lo que habrán cosas que se saldrán de nuestras manos y requeriremos ayuda. Lo mismo pasa con los hombres. Por eso necesitamos apoyarnos mutuamente con el sexo opuesto.

También está el caso de que la familia es algo amplia, pero solo se toman pero no se apoyan. Hay tíos, primos, hermanos, etc, etc. Pero no hay apoyo. En mi caso, eso paso. Las rutinas se hacen pesadas, aunque las hagas con todo el amor, y tu cuerpo se va desgastando.

Esto no es un artículo, para hablar solo de nuestra responsabilidad como hijos, como verán, también de la que tenemos como núcleo familiar. A veces las personas se olvidan de su familia, aunque necesiten ayuda. Y es lo que yo considero un error terrible. Todos tenemos ocupaciones, pero dar una mano, nunca estará de más, ni nos quitara el tiempo.

Pero esto no solo aplica en los temas que mencione. Cuidar también consiste en dar amor y portarnos bien, así seamos adultos. Llamar a nuestros padres, decirles cuanto los amamos, darles regalitos, visitarlos, hacer una comida deliciosa para ellos, invitarlos a salir, simplemente dedicarles tiempo y amor, como lo haríamos con una pareja, exactamente. Porque ellos también necesitan ese calor de hijos, el mismo calor con el que nos criaron, y nos dieron todo aquello que necesitábamos, esa educación que nos ha hecho personas de bien, ese amor, que nos ha hecho sensatos y bondadosos.

Este es un texto para todo aquel que ame a sus padres, o para aquel que este molesto (a), con ellos por algún motivo. Este es un texto para decirte que dejes el orgullo, y vayas a llamarlos, vayas a visitarlos, vayas a decirles que los amas con toda tu alma. Así este en otro país, llama, y diles que los amas, no los dejes a su suerte, no te olvides de ellos. Porque ellos también te aman a ti.

Y porque, solo tenemos esta vida para amar. Cada día es una nueva oportunidad, y hoy 3 de marzo, es un nuevo día para amar.

❤️Me despido, con amor y un gran abrazo. ¡Gracias por leer!❤️

@zulfrontado

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