Cuando todo pinta como color de rosa
Hace años me encontraba frustrada como cualquier persona que estudia con la ilusión de tener un futuro prometedor, yo era aquella joven que trabajaba para poder estudiar y estudiaba para poder trabajar, ironías de la vida. Luego de obtener buenas calificaciones sin mucho esfuerzo mental, pero si logístico porque trabajaba todo el día y estudiaba de noche, logré graduarme y con el ímpetu de la juventud me aventure a buscar un trabajo mejor.
Muchos papeles y diligencias, varias puertas cerradas y escuche muchas veces “deje el currículo que luego le avisamos”, los días pasaron y el cansancio se hizo notar, el ambiente político de mi país empezó arder y la gente gritaba revolución, nunca me enamore de los discursos de los políticos y menos creía en sus promesas, empezó una división clara de dos bandos a favor y en contra, ¿en cuál estaba yo? En ninguno solo quería ejercer lo que había aprendido y ganar conforme a mis servicios.
Los días se volvieron meses, los meses en dos años. De repente la sociedad se organiza para recoger firmas y votar en contra o a favor del gobierno, deambulando por las calles con el currículo en la mano me llamaron para firma en contra y dispuesta hacerlo porque sabía que nada bueno venía espere por la planilla que nunca llegó. La oposición no estaba organizada ni preparada para ser una verdadera oposición y después de 25 años sigue siendo la misma oposición. Luego de dos a horas más o menos me fui sin firmar nada.
El trabajo me fue a buscar
Días después tocan a la puerta de casa y me ofrecen un trabajo social, deprimida sin nada que hacer acepte, total que podía perder. El trabajo era lejos a dos horas de mi casa es decir en ir y venir eran mínimo 4 horas en transporte público muchas veces sentada o parada todo era cuestión de suerte. Llegué a la entrevista y pidieron mi número de identificación lo metieron en una base de datos y escuché con exaltación que alguien dijo “lo sabía es una de los nuestros” a qué se refería, supusieron que era políticamente revolucionaria. Yo dije bueno veamos de qué se trata, me dieron el trabajo de análisis de información algo que tenía que ver con lo que estudié y me sentí feliz.
Alguien me observó por unos días y me pusieron a trabajar con una persona muy importante, pero yo no sabía ni me interesaba saber quién era, mi jefe inmediata resultó ser una Diputada de Consejo Legislativo del estado, la gente se paraba cuando la veían llegar para mí era una señora a quien respetar igual que todos los demás, llegó diciembre y en una reunión me encargaron de la compra de todos los juguetes para niños de bajos recursos, ¡imaginate! Wuaoo que gran trabajo, me sentí como San Nicolás o el Niño Jesús, a cada diputado le entregaban una cantidad bien elevada de dinero para dar obras sociales, pude escuchar cuando mi jefa dijo horrorizada como otros diputados compraban electrodomésticos y aparatos electrónicos caros para su uso personal y el de su familia con el dinero del pueblo, que vergüenza ella nunca haría eso. Déjame reírme un rato después de esto. Jajaja
El trabajo soñado
Era el 23 de diciembre a las 11 de la noche y todavía estaba forrando juguetes y clasificando todo para enviarlo a los respectivos barrios, con las manos a doloridas me sentía feliz, había encontrado el trabajo de mis sueños aunque la paga era poco, salario mínimo la satisfacción personal era máxima y de seguir así podía pasar años en ese trabajo. Obviamente los niños de mi familia se beneficiaron porque también vivían en barrios y eran pobres, mi hermano, primos y vecinos estuvieron muy felices.
Pasada la navidad, llegó año nuevo y me cambiaron a una oficina del palacio de gobierno, ya era una de las 3 secretarías principales de la Diputada. Viajaba en carros de lujo y me buscaban en casa y me llevaban en la noche, pero algo me empezó a incomodar mis compañeros de trabajo faltaban, o llegaban tarde para ellos su horario de entrada eran las 11 a.m. Y después de almorzar a las 5 es que se activaban a trabajar. Yo quería cumplir con un horario normal de 8 horas, pero eso se alargaba incluso hasta media noche. Observaba que lo que hacían era perder el tiempo hablando de cosas sin sentido y eso ya se estaba convirtiendo en costumbre. No podía luchar contra la corriente y me fui adaptando a ellos, dormía hasta tarde y llegaba al trabajo al medio día.
Maltrato social
Que aburrimiento, después empezaron a llegar personas mayores, ancianos con muchas enfermedades, en sillas de rueda hasta sin poder caminar, arrastrándose literalmente a pedir una ayuda económica, pero la Diputada estaba muy ocupada para atenderlos o darle algo, así que me mandaba a decirles que volvieran la semana que viene, yo sin saber que cara poner cumplía con llevar el mensaje dejándome todos los días una tristeza abrumadora, que luego se transformó en impotencia e irá. Eso pasó como 2 o 3 semanas, no recuerdo bien hasta que dije de forma tangente que NO. Si no pensaba darle nada a esas personas mejor era decirle la verdad, allí me mareo con unos de sus discursos baratos y me quitó esa responsabilidad, pero siguieron haciendo lo mismo.
Para ir culminando esta publicación que ya parece un libro, pero cuando me inspiró, me inspiró. Pasaron pocos meses para empezar a ver cosas extrañas, me dejaron la planificación de proyectos, control y evaluación de los mismos en papel, porque todo era papel y no había nada real. El papel lo aguanta todo como dice el dicho, me dijeron estos son los montos del dinero que ha entrado y lo que hay que justificar así que inventa algo. Yo no podía creer lo que me habían pedido pues eran montos multimillonarios que se supone tenía que decir, que se hizo con tanto dinero nunca tuve tanta imaginación, en fin no pude con esa actividad y llegó dos caballeros ayudarme cuando todo estaba listo para entregar el compendio de justificación de ingresos lo lleve a la oficina de mi jefa ella sentada en su bonito y gran escritorio me miró a los ojos y me dijo, quedo muy bien ahora fírmalo, ¡Fírmalo!
¿Yo lo tenía que firmar? Acaso yo era la Diputada, acaso el dinero llegó a mis manos, lo único que recuerdo es que pregunté por qué lo tenía que firmar y ella muy cínica me respondió, porque tú lo hiciste. Ingenua agarre la pluma y toda temblorosa firmé y mientras los hacía me decía a mi misma renunció. Dejé que pasarán unos días y calmada le dije a mi jefa que dejaría de trabajar porque había empezado de nuevo la universidad que era cierto y necesitaba un trabajo con un horario normal, sin comprometer mi fin de semana ni las noches. Ella sabía que no era la causa principal, pero después de intentar persuadirme ofreciendo cosas que no iba a cumplir desistió.
Conclusión
La política es un mal necesario que corrompe a las personas de pocos valores y principios. Después de 25 años votando en contra me cansé de ser la oposición que el gobierno necesita para seguir estafando, ya no votaré más.
Y tú ¿cuéntame si has tenido una experiencia política? ¿Algún contacto con política? Si llegaste hasta aquí gracias.
Estas personas son mis patrocinadores ¡Muchas Gracias! tambien son excelentes escritores visitalos y disfruta de su contenido.
Con esto finalizo esta publicación que forma parte del reto creado por @SaraEscribe que consiste en seguir una idea con un tema específico.
Tema : La política 12- 09 - 2021
ARTÍCULO ES 100% ORIGINAL.
PRUEBA DE AUTENTICIDAD DE ESTA PUBLICACION CON EL PROGRAMA EN LÍNEA DUPLICHECKER: supero las mil palabras con 1247 por lo que no tengo prueba visual.
Este mundo es tan malo y egoísta que personas buenas como nosotros no es para que viviéramos acá. He vivido historias media parecidas de hecho bien de serca con un hermano y fue donde realmente vi el tamaño de corrupción desenfrenado que hay. Pero ya por suerte salió de toda esa mala manipulación ileso. Felis día te deseo. Desde ya tienes mi atención.