Crecí escuchando “hay que estudiar para ser alguien en la vida”, eso lo repetía con frecuencia mi papá quien es un autodidacta que logro tener conocimientos en muchas áreas como la mecánica industrial, la electrónica, la electricidad, la neumática, hidráulica, entre otras y ganarse que las personas lo llamaran ingeniero sin haber terminado el bachillerato. Tanto ha sido su experiencia que viajo a otros países por cuestiones de trabajo a comprar maquinarias para las empresas donde trabajaba y a capacitar otras personas, estuvo en países como Brasil, Portugal, España y el más lejano enviado por la empresa Colgate Palmolive a China a capacitar con su mal ingles a los asiáticos de varios países que estaban en China, enseñaba sobre máquinas enormes como el tamaño de una casa y que mi papá puede armar y desarmar sin problemas y sin que le lleve mucho tiempo.
Cuento toda esta historia sobre mi papá, ya que él nunca gana como debía por sus capacidades, sigue siendo un empleado con pago quince y último y siempre se sintió sin méritos por no tener un título y cuando le pagaban más que a los ingenieros por las gerencias donde ejerció varias funciones no se sentía merecedor.
Mi papá hoy en edad avanzada sigue siendo el benefactor de su familia porque además le apasiona trabajar, de él aprendí muchas cosas y ahora entiendo lo que quería decir que hay que estudiar para ser alguien en la vida, tal vez para él tener un título y una profesión era sumamente importante para lograr una vida mejor y exigir un pago más alto, yo tengo dos títulos universitarios y creo que depende de donde se viva. Los títulos no te hacen mejor ni peor persona no definen si eres alguien en la vida, lo importante es ser alguien que viva.
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Siempre me gusto estudiar y aprender cosas nuevas, conocía mis capacidades y sabía que podía aprender lo que fuera, pero nunca tuve clara una verdadera pasión, me gustaban muchas cosas la música, los números, las artes, la medicina y cuando me toco escoger que iba a ser de grande jejej entre en conflicto. Te contaré esta anécdota sobre mi vida y los estudios.
Un día antes de entregar las planillas para la postulación de la carrera universitaria yo no sabía que hacer, tenía mucha ansiedad esa última semana que definiría mi futuro mis padres al ver cómo me sentía se sentaron conmigo en la mesa desde las 9 de la noche a ver las opciones y ayudarme a escoger, bueno nos sentamos los 3 un poco frustrados porque teníamos que escoger bajo presión lo que sería mi destino y analizamos juntos mis gustos y mis cualidades nos dieron las 3 de la mañana y no teníamos nada en concreto. Al final mis selecciones fueron bioanálisis por gustarme la química, arquitectura por ser perfeccionista y sacar siempre la máxima nota en dibujo técnico, psicología para ayudar a los demás, periodismo porque hablaba hasta por los codos y me gustaba indagar en fin esas fueron mis selecciones y no estudie ninguna de ellas. Vueltas que da la vida. Al final hice la solicitud y nunca verifique si obtuve alguno de las vacantes porque me fui de viaje y cuando regrese el tiempo de inscripción paso y termine por estudiar en un tecnológico una carrera que ni me gustaba.
Lo que me gustaba era la fotografía, cada vez que sacaba fotos el tiempo se me pasaba volando, pero pensaba que como fotógrafa me moriría de hambre, un grave error no seguí lo que sentía mi corazón porque la universidad quedaba muy lejos y no contaba con los recursos, las fotos me siguen gustando y por la opinión de los demás tengo talento para la fotografía porque me quedan muy bonitas a pesar de no tener ninguna preparación sobre eso. Recuerdo que durante me infancia los juguetes más apreciados por mí fueron una cámara de esas que se metían unos pequeños negativos para ver con un ojo las imágenes como comiquitas y dibujos animados y la cámara que saca fotos instantáneas que se soplaban y al rato se podían apreciar.
Esos inventos no sé porque dejaron de salir, creo que los niños de cualquier generación les encantaría. Bueno me puse nostálgica y me desvié del tema central el estudio.
Hoy pienso que, aunque no es indispensable que las personas tengan estudios universitarios es bonito lograr estos grados, pero sí creo que es necesario conocer más de una ocupación, hay un conferencista que te invito a ver su contenido se llama Kenji Yokoi y en uno de sus videos hace referencia que es bueno aprovechar la juventud con la regla del 4.
Él propone aprender 4 conocimientos básicos como electricidad, electrónica, mecánica, agricultura, yo recomendaría aprender estos conocimientos según donde se viva y las necesidades de la población ejemplo peluquería y barbería, cocina, cuidado personal y estética, costura, manicura y pedicura, entre otros.
También aprender 4 idiomas, imagínate 4 idiomas es la propuesta de este señor, bueno aquí yo exclamé y dije ¿Qué 4 idiomas? Si más o menos aprendí el español y he tenido una larga historia con el inglés, pero eso es mi caso personal que empecé a tener mayor conciencia de la importancia de hablar varios idiomas ya adulta, si eres joven hay que aprovechar la capacidad y velocidad con la que se aprende. No es necesario profundizar en todos los idiomas con aprender un básico y dominar dos, la lengua materna y otro de relevancia mundial es suficiente para empezar.
Viajar a 4 cuatro países para trabajar y con suerte practicar algunos de los idiomas que quieres aprender y por último aprender 4 deportes para mantenerse en forma y tal vez con suerte se descubra talento en uno de ellos.
Para finalizar te dejaré el video de Kenji Yokoi que disfrutes el contenido.
Esta publicación que forma parte del reto creado por @SaraEscribe que consiste en seguir una idea con un tema específico.
Tema 7 : sobre el estudio 22- 09 - 2021
ARTÍCULO ES 100% ORIGINAL.
Excelente artículo, cuando vi el título no dudé en leerlo, era la frase que siempre me decían cuando niña, mis padres. Ambos no estudiaron en universidades, mi madre ama de casa y mi papá comerciante, vendía pescado hasta sus últimos días, hace unos meses. Humilde y pasando muchas necesidades, lo mejor era estudiar para ser alguien en la vida. Crecí viendo las posibilidades y oportunidades que tenían los profesionales y que nosotros no teníamos.
Hice todo cuanto pude, con mucho sacrificio obtuve mi título, lástima que ya para ese entonces la vida de un profesional que trabaja en la administración pública, no gozaba del mismo estatus como lo era antes.
Gracias a dios también tengo otras habilidades que me han permitido sobrellevar las cargas en cuanto al tema económico.
Es una lástima que tu papá se sienta de esa forma, sabiendo todo lo que sabe, creo que los salarios deberían ser proporcionales en cuanto estudio, conocimiento y experiencias.
Por que muchos tienen el título y no saben nada y otros saben y no tienen título.
A pesar de lo que vive mi país en donde un profesional es mal pagado, sigo siendo de la idea que hay que estudiar y prepararse, ya que eso te abre la mente a un mundo de oportunidades.
El conocimiento es poder.