Desde hace unos años he venido oyendo hablar bastante sobre la Moringa y sus increíbles propiedades nutricionales, durante mi trabajo de campo en el Proyecto "Sembrando un País" me tocó visitar bastantes regiones rurales de Venezuela (esto fue antes de la pandemia, actualmente trabajo desde casa) y en varios sitios la gente con la que me conseguía me comentaban cosas como "estoy haciendo la dieta de la Moringa para bajar de peso" ó "sembré unas matas de Moringa porque me dijeron que es buenísima para la salud".
Siendo miembro de este Proyecto ciertamente no cuestiono la sabiduría popular pero también estoy acostumbrado a investigar; por ende consulté diferentes publicaciones en Internet en sitios oficiales como el del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) y llamé a un par de amigos que son Médicos Naturistas para asesorarme bien del tema. El resultado fue que la Moringa tiene un alto contenido nutricional en sus hojas y que tiene propiedades medicinales como las de reducir el azúcar en sangre; lo cual es bueno para quienes tiene el azúcar alta pero malo para quienes son hipoglucémicos.
El caso es que la Moringa sí es un excelente alimento, más no recomendaría a nadie hacer dietas donde sólo se consume Moringa en el desayuno para bajar de peso; ya que debido a su contenido nutricional alto se tiende a tomar a este alimento como una especie de súper-alimento que contiene todos los nutrientes necesarios pero esto es falso ya que tal alimento no existe en la naturaleza.
Debido a sus propiedades nutricionales y sus beneficios para la salud (yo consumo azúcar en grandes cantidades) me llevaron a interesarme por su cultivo y gracias a un amigo agricultor obtuve las semillas, así que sin perder tiempo hice unos semilleros en el patio de mi casa para reproducirlas.
En una semana comenzaron a brotar y a partir de entonces inició una amistad que lleva dos años y contando. Para mí aquí todo era nuevo y desconocido, ya que nunca hemos hecho en el proyecto un contenido sobre este cultivo ni lo hemos estudiado más allá de mis investigaciones personales. Una de las sorpresas que me llevé con estas plantas es que producen desde muy pequeñas y que desde su etapa de vivero se le pueden cosechar hojas que son aptas para ser consumidas.
Hice mi semillero en las bolsas de plástico que utilizan los viveros y los agricultores en las plantaciones frutícolas, la intención era llevar unos 4 ó 6 meses después las plantas a una parcela que tengo en Barlovento (Estado Miranda, Venezuela). Con el tiempo que pasó me di cuenta de que estas plantas (a diferencia de muchas otras que he cultivado) no eran atacadas por ninguna plaga, se desarrollaban rápidamente y además comenzamos a utilizar diariamente las hojitas que se cosechaban del semillero.
Entonces en casa nos comenzó a gustar la idea de tener aunque sea una planta muy cerca y decidimos destinar a su cultivo una de las macetas más grandes de las que disponíamos ya que nuestro patio no cuenta con áreas de tierra. Si bien el cultivo de frutales en maceta puede ser bastante incierto ya que en la mayoría de los casos la planta no llega a producir flores o frutos ya que necesitan más espacio, pensamos que siendo este un cultivo donde el principal producto a obtener serían las hojas no debería haber ningún problema.
Y así tomamos unas de las plantas y las trasplantamos a la maceta; esta planta se fue desarrollando cada vez más y más hasta llegar a medir más de dos metros, dar una basta cantidad de hojas cada cosecha e ir engrosando su tallo. Cada vez que la planta crecía demasiado la podaba drásticamente y a los pocos días del tallo podado salían varias ramitas nuevas que iniciban su desarrollo con mucha fuerza.
La Moringa se me hizo un cultivo muy fácil y se convirtió en uno de los alimentos estratégicos en casa, así que comencé a pensar en trasplantar más de estas plantas a las macetas. Al final de cuentas de las más de 10 plantas que me iba a llevar a la parcela me llevé sólo 2 y las demás se quedaron aquí en casa convirtiendo mi patio en un moringal jejejejeje😉
Pero la historia no termina aquí, con el tiempo pude notar que la planta daba flores😮 cosa que no me esparaba debido a que la estaba cultivando en macetas; y mayor fue mi sorpresa cuando además la planta comenzó a dar vainas y estas a desarrollarse óptimamente hasta el punto de dar semillas fértiles de las cuales pueden obtener nuevas plantas.
Así que ahora tengo unas bellas plantas de Moringa que alegran mi vida todos los días y que incluso han llegado a ser más altas que mi casa (que se compone de una planta baja y un primer piso). Cada vez que las veo me siento feliz, orgulloso y sumamente satisfecho de haber cuidado a estas bellezas desde que eran sólo unas plantitas creciendo en mi semillero.
Para mí estas plantas no solamente un unos organismos vivos que tengo en el jardín, son mis hijas, son mis amigas; yo las he cuidado, yo las he alimentando y ahora ellas me alimentan a mí y además forman parte de la purificación de mi propio aire. No son plantas egoístas; les he sembrando otras plantas alrededor y comparten perfectamente con ellas, no las atacan las plagas y atraen a un Colibrí todas las tardes (al que aún no he logrado tomarle una foto).
Finalizo con una foto de la primera planta que trasplanté y que es la más grande y desarrollada de todas, esta planta la compartí y disfruté todos los días con mi mamá (que ya no se encuentra conmigo porque falleció el año pasado😥). Tengo muchos recuerdos de los últimos meses con mi mamá en el patio con ella y mirar al colibrí todas las tardes, así como hablar de lo bellas que estaban las Moringas.
Pienso mantener estas plantas y seguir cuidando de ellas, igualmente las pienso reproducir y llevar más a mi parcela. Gracias por su atención y por visitarme.
Cuando dices "son mis hijas, son mis amigas;" que forma tan bonita de referirte a las plantas.