No Dejes para Mañana lo que Puedes Hacer Hoy.

Cuántas veces nos ha pasado que tenemos trabajo importante por realizar y no empezamos, siempre lo postergamos por otra actividad. Por ejemplo, tengo una amiga, es profesora de la universidad local. En varias ocasiones que la he visitado tiene en su mesa montones de carpetas de trabajos por revisar de sus estudiantes. Ella tiene que revisar y luego pasar las notas a su archivo. Son 40 estudiantes por 8 aulas que atiende. Uf, ¡320 carpetas!… Pero le pasan los días y no comienza ni con la primera carpeta. Las carpetas en su mesa permanecen siempre allí, como un recordatorio silencioso de la responsabilidad que tiene con ellas. En sus pensamientos probablemente oirá una voz que le dice bajito: no te preocupes, aun tienes una semana de plazo para entregar notas, mejor sientate a ver tu serie favorita. Pero a medida que termina el plazo de tiempo para entregar notas aumenta su ansiedad. Y es cuando en medio de su ansiedad porque tiene pocos días para entregar notas empieza a revisar y corregir las carpetas. Ha estado en eso hasta la madrugada.

Creo que a todos alguna vez en la vida, o varias veces, nos ha sucedido esto. Postergamos actividades importantes por otras que son menos importantes y nos dan más placer. ¿Te identificas?, este relato que he contado de mi amiga, de alguna forma te hace recordar que tienes cosas importante por hacer, y que aún no te animas a empezar. Es una batalla entre el querer y el hacer… o entre el deber y el placer, y te preguntas: ¿Porque sucede?

Antes de comentar porque afirmo que es una batalla entre el deber y el placer, dejame decirte, si aún no lo sabias, que el término para definir lo que anteriormente he descrito es “procrastinar”. Cuando aplazamos tareas, obligaciones pendientes o responsabilidades por cumplir, y las dejamos sin empezar o a medio comenzar, por otras actividades que nos gustan más, que nos dan placer, pero son menos importantes.

Ahora sí, ¿por qué es una batalla entre el deber y el placer?… Nuestro cerebro, como todos sabemos, tiene dos hemisferios. El izquierdo es el racional, el que siempre nos impulsa a trabajar, a realizar tareas. Es el hemisferio derecho el emocional. En el cerebro tenemos partes que nos impulsan al placer y otra más centrada en las obligaciones y responsabilidades por cumplir.

El sistema límbico, que se encuentra en el hemisferio derecho es el que libera gran cantidad de dopamina, que es un neurotransmisor. Cuando se libera la dopamina se activa el circuito del placer. Es el que te hace que te levantes de tu silla cuando vas a empezar a trabajar, te hace ir a comer, o ir a la nevera, también te impulsa a revisar tus redes sociales o ver tu serie favorita… es el que te aleja de tus responsabilidades por cumplir… jejeje, pero ojo, cuidado aquí, porque la dopamina nos puede alejar de nuestras obligaciones, nos hace aplazar nuestras compromisos importantes por corto tiempo, pero a largo plazo empezamos con la ansiedad, el estrés y a sentirnos mal con nosotros mismos. El sistema prefrontal, el racional, nos empieza a cuestionar "¿por qué dejaste de trabajar?, ve, siéntate y has tu tarea". Pero el placer domina en estos cosas al deber, nos mantiene en esas actividades que nos hace estar relajados y felices, por breve tiempo, y por eso procrastinamos. Ahora ya saben porque les digo que es una batalla entre el deber y el placer.

Pero no todo está perdido, en esta vida todo tiene solución. Porque así como entrenamos nuestro cuerpo al ir a un gimnasio, o al hacer senderimos, o cualquier ejercicios para eliminar lo que no nos gusta de nuestro cuerpo, pues les diré que también tenemos ejercicios para el cerebro, para eliminar esa pereza que nos aleja de nuestras responsabilidades. Que nos hace procrastinar en la vida.

Recuerdo cuando realizaba estudios en una universidad a distancia. Tenia que estudiar por mi cuenta todos los semestres, ya que no tenía clases presenciales y en esa época no había redes sociales y grupos por Internet. Solo libros, montones de libros por cinco años de mi vida. Pero antes de empezar la carrera, la universidad me hizo cursar tres meses de lo que ellos llamaban “curso introductorio”, que no era mas que un entrenamiento para mi cerebro. O sea, tres meses para que mi cerebro se adaptara a la rutina de este nuevo sistema a distancia.

Por experiencia personal y profesional les recomiendo una rutina para poder superar la procrastinación sin morir en el intento.. es sencillo, es un plan de rutina para el cerebro, y así dejar de liberar tanta dopamina que te hace ir a la nevera. Lo primero que debes hacer es dejar de quejarte, las lamentaciones no te ayudaran a alcanzar tus metas y objetivos aplazados. Lo que tienes que hacer es planificar, empieza por actividades cortas, procura hacerlas en la misma hora, es como hacer un horario. Coloca ese horario en la nevera, te recordara que tienes un trabajo por hacer. También otro miembro de tu familia lo podrá ver y te ayudar a recordártelo con bellas palabras de aliento..jajaja

Cuando hagas la planificación para alejarte de la procrastinación, sé lo mas realista posible. Tu conoces tus propias limitaciones. Ponte metas cortas, con pocas horas de plazos para realizaras. Por ejemplo dos horas diarias para empezar. Cada media hora te puedes levantar y descansar por breve tiempo. Así diariamente, si planificas dos horas de trabajo, te levantas tres veces para hacer un descanso. Pero te recomiendo que en esos pequeños lapsos de descansos no veas ni hagas algo que te distraiga, que te libere mucha dopamina, porque corres el riesgo de quedarte allí, donde hay placer, y no continuar con tu responsabilidad del dia.

A medida que vayas superando, o sea que culmines con tus pequeñas metas vas aumentando la lista de tareas y el tiempo de descanso. Esa lista de tareas por cumplir colocala cerca de ti y en lugar visible.

Recuerda que estas entrenando tu cerebro. Así como cuando uno empieza una rutina en un gimnasio, que nos vienen momentos y días de no continuar con los ejercicios físicos. Pues con el cerebro también es igual. Te vendrán pensamientos de no querer que te sientes en tu mesa a trabajar, en tu tiempo de descanso tu cerebro te enviara mensajes de “solo 5 minutos más”, de ti depende cuanta fuerza de voluntad tengas y cambies inmediatamente ese pensamiento de procrastinar, y lo contrarrestes con un pensamiento de: "YA DESCANSASTE TU TIEMPO… DEBES CONTINUAR", de esta manera tu lóbulo prefrontal domina tu sistema limbico, y te hace poner “manos a la obra”. No te dejes, tú puedes. Te lo digo yo que entrené mi cerebro por tres meses antes de empezar una carrera a distancia por cinco años.

¿Qué me cuentan ustedes? , ¿eres una persona que procrastinas?… ¿Cuánto compromisos no has comenzado por tus momentos de placer?

Espero tu valioso comentario, por favor, no vayas a procrastinar en eso, jajaja… Saludos para todos, gracias por leer y comentar.

imgen de portada: https://unsplash.com/photos/UiSLNUxH7sM