¿Eres Músico o una especie de Informático?

Esta es una pregunta recurrente, que me han hecho demasiadas veces ya a lo largo de mi carrera.

Lo curioso es que muchas veces no he tenido respuesta para ella.

Hasta ahora.

Esta publicación nace a partir de un hilo que publiqué en Twitter donde toco aspectos relacionados con la composición musical utilizando medios digitales.

Es que, para ser sinceros, a veces no me he sentido parte del gremio, tanto por no ser capaz de tocar un instrumento con fluidez, o no dominar el lenguaje musical (Solfeo)

Estas limitantes me han traído más de una desavenencia y malentendidos con mis colegas. Esto ha conseguido afectar mi autoestima y he llegado a cuestionarme mi identidad.

¿Realmente merezco pertenecer al selecto club de los llamados "músicos"?

¿No sería más apropiado llamarme "técnico" o algo así?

¿Acaso la tecnología me impide llegar a ser el músico que quiero ser?

Falso. Falso. Falso.

El mundo avanza y los continuos cambios han creado toda una serie de nuevas profesiones. Esto ha permitido colocar en el sector a personas valiosas y con ganas de aportar con su talento. Lo que hace algunos años parecía imposible, hoy es parte de nuestra cotidianidad.

Lo mismo sucede con la música. La forma en que se ejecuta ahora dista mucho de la manera en que se hacía en períodos más primitivos. La música debía pensarse, escribirse e interpretarse, una y otra vez siempre que quería ser escuchada. Esta repetición dotaba de maestría a aquellos músicos capaces(y privilegiados) de hacerlo.

Al mismo tiempo segregaba a la población, debido a que no todos los ciudadanos podían tener acceso a ella. Generalmente la "buena música" era territorio de las cortes o los círculos de poder.

Una vez que se fueron inventando los medios para grabar la música e inmortizarla utilizando dispositivos el juego cambió. Ya era posible guardarla para después, distribuirla, venderla.

Entonces aparecieron toda una serie de profesionales para cumplir con todas estas actividades. No sólo eso, también los mismos músicos cambiaron las maneras de hacer. Surgieron nuevas técnicas y géneros, incluso basados en el manejo de ciertos aparatos.

Si hacemos resucitar a Mozart o a Bethoveen probablemente cuestionarían el calificativo de músico de nuestras estrellas actuales. No entenderían la posibilidad del overdub, repetir hasta alcanzar la toma perfecta, y mucho menos la necesidad de afinar una voz o un instrumento.

Regresarían a sus tumbas molestos y decepcionados por el deterioro de lo que ellos llamaban música, ahora interpretada por toda esta gente informática y sus juguetes técnicos.

Detengámonos aquí. Para ellos seríamos técnicos e informáticos. Gente sin talento que solo usa la tecnología para pretender que hacen arte. Darles la razón implicaría aceptar que el desarrollo tecnológico nos ha alejado de la esencia y que todos somos unos farsantes en relación a figuras virtuosas como Mozart o Bethoveen.

No es cierto. No es cierto.

La tecnología es una herramienta y un medio para llegar a un fin

No importa lo que nos facilite, o las posibilidades de expresión que desate. El objetivo final es conseguir un resultado artístico. Pueden surgir las más variadas manifestaciones y artistas con enfoques novedosos pero todos trabajarán para conseguir ese efecto sensorial que se experimenta al disfrutar de algo que nos gusta.

Se crean oportunidades para talentos que por falta de oportunidades no habrían podido sacar su arte al mundo

Hoy en día disfrutamos de los clásicos en la historia de la música. Pero, nunca sabremos cuántos otros plebeyos, esclavos o personas pobres hubieran igualado esa capacidad. Si tan solo hubieran tenido la oportunidad de ponerse en una posición similar, el mundo contaría con muchos más estilos, tendencias y géneros.

Hoy en día tenemos las posibilidades. A lo mejor no se siente como el mejor período en la historia para lanzarse a hacer música...

Pero lo es.

Estamos en la era dorada de la creación y cualquiera puede sentarse, ahora mismo, y componer la próxima 9na sinfonía.

El problema está dado en que...

El ser humano siempre será analógico, así que el resultado deberá aplicar a estas características

Mientras dominemos este mundo (y no las máquinas de la Matrix) lo que se cree deberá consumirse en tiempo real. Tengo un profesor que siempre suele decir el ser humano es analógico. Por lo que debe detenerse a escuchar, ver, sentir.

Nuestra fisiología no ha cambiado, los mecanismos que nos hacen emocionarnos son los mismos. Para tocar la fibra humana deben recorrerse los mismos caminos de siempre.

Una obra, (dígase música, cine, artes plásticas, danza) por muy digital que sean los medios que se emplearon en su creación, debe traspasar el umbral de lo virtual y enfrentarse a la subjetividad humana. Debe gustar, emocionar, molestar, comunicar. No hay atajos para este proceso.

Si lo consigue, será llamada Arte. Y tendrán razón en hacerlo.

Entonces, no por estar encerrado en tu cuarto con solo tu laptop, o tu celular, estás haciendo menos. ¿Te gusta lo que estás haciendo? ¿Te produce felicidad?

Bien por ti. Es Arte.

Ahora, sal y muéstranos lo que hiciste.

Recuerda que también puedes seguirme en mi blog de Hive. Allá escribo largo y tendido sobre este y otros temas.

👉🏾 https://peakd.com/@ditoferrer