Niñez de antes Vs niñez de Hoy

Niñez de antes vs niñez de hoy en día

Vivíamos en un mundo en donde no existía la tecnología cibernética, ni los celulares ni las computadoras de hoy en día; nuestros juegos infantiles eran lo suficientemente poderosos como para hacernos los niños más felices del planeta, jugábamos trompo, metras, carritos de madera, jugábamos al escondite y volábamos petacas. Nos dormíamos cansados de tanto jugar, pero con ansias de despertar temprano para ver que podíamos inventar para entretenernos; claro, siempre a la vista de nuestros papás y abuelos que nos miraban con los ojos aguarapados de orgullo.

Fue una infancia que nos dejó una gran marca para siempre, llena de valores, respeto y una gran moral. Recuerdo que nuestras únicas canciones fueron las canciones infantiles que tanto oímos con gran orgullo, pero; ¿hoy en día eso aún existe?

Lamentablemente de todo aquello no queda ni siquiera rastros, solo buenos recuerdos que se han vuelto inmortales dentro de nuestra conciencia, nuestros niños de hoy están sufriendo una etapa en donde no puedes escuchar música infantil porque simplemente serás bulleado en el Colegio, no podrás invitar a tus amigos a jugar al escondite porque simplemente el perreo es lo que manda y entretiene a la juventud de hoy, no tatuarse se verá mas raro que estar todo tatuado, la música infantil fue sustituida por Bud-Bunny y el juego de metras fue sustituido por una Tablet, un celular o un Nintendo de última generación del cual no se despegarán los niños durante horas, deteriorando la vista de nuestros pequeños, creciendo con huesos débiles ya que no realizan ni la mitad del ejercicio físico que hacíamos en nuestros tiempos, nuestros niños están siendo arrastrados en el río de la modernización y en donde hasta las telenovelas ya son aptas para todo público; pero te presentan el sexo y la homosexualidad en bandeja de plata.

¿Pero qué podemos hacer los padres?

En mi opinión personal la esperanza está en que cada padre ponga su granito de arena, la esperanza de volver a cambiar un videojuegos por un libro está en nuestros hogares, que sea de carácter obligatorio implantar valores para fortalecer espiritual y moralmente a nuestros hijos, no por capricho, sino para dejarles un legado, dejarlos fuertes ante un mundo con tantas trampas; ya que lamentablemente no les seremos eternos, sólo nos queda defenderlos y apoyarlo indefinidamente en sus sueños, sin ponerles límites, dejarlos volar su imaginación y dejarlos crear un mundo de fantasías pero siempre apoyándolos a que esas fantasías se les conviertan en realidad algún día, pero que mejor regalo de nuestra parte que dejarles un buen legado, una buena arma como lo es la moral, la educación y las buenas costumbres.