La dependencia emocional en la pareja

Quiero comenzar este artículo con estas preguntas ¿Conoces a alguien que haya sufrido en una relación de pareja? ¿Has sufrido tú en una relación de pareja?

Hemos sido educados con la cultura de “y vivieron felices para siempre” la sociedad nos vende el amor de pareja como algo maravilloso y fantástico que tiene final feliz o en el otro extremo nos dice; que a veces hay que sufrir y luchar, que puede ser que duela, pero si aguantamos lo suficiente y seguimos luchando, tendremos ese final fantástico y maravilloso que se nos promete.

Así que, sufrir por amor, en nuestra sociedad, es algo que está completamente normalizado, todos conocemos a alguien que en algún momento ha sufrido en una relación de pareja o hemos pasado por esta experiencia nosotros mismos.

Elegimos estar con alguien porque es especial para nosotros porque tiene características que valoramos. Pero nosotros también tenemos muchas características que valoramos y que la otra persona valora.

La dependencia emocional surge de la necesidad y la carencia.

Lo primero que debemos hacer es comprender que la dependencia emocional surge desde la necesidad y desde la carencia. Cuando te relacionas desde la dependencia consideras que te hace falta algo, que tienes un vacío, que careces de algo que solo puedes encontrar en el otro. Idealizas tanto a la otra persona que cree que de ella depende tu felicidad y entonces tu relación se fundamenta en un sufrimiento permanente, son mínimos los momentos de plenitud y de felicidad comparados con la angustia en la que vibra todo el tiempo.

Pareciera que hemos asumido que amar y sufrir pueden ir de la mano, ¿de dónde viene esta creencia? ¿De nuestra cultura? ¿De la sociedad? ¿Ocaso esta creencia se ha ido transmitiendo de generación en generación?

Vemos continuamente en películas, redes sociales ya nuestro alrededor, como se sufre por amor, que decir de todas esas canciones desgarradoras que rezan el “sin ti no soy nadie” se sufre por un amor malentendido; hombres y mujeres de diferente clase social, nivel económico o cultural, todos sufren por amor, no hay distinción, todos son presas de la Dependencia Emocional.

Síntomas físicos de la dependencia emocional.

Aunque este no sea un tema del que se habla mucho, los síntomas son realmente abrumadores.  

• inseguridad

• ansiedad

• problemas digestivos

• depresión

• Desconfianza

• Miedo a la soledad

• Sentimiento permanente de vacío

• Desánimo

• Baja autoestima.

• Pensamientos obsesivos vinculados a la pareja

• Idealiza a la pareja

• Celos obsesivos

Estos son algunos de los síntomas que una persona con dependencia emocional puede experimentar. Algunas personas se sienten enfermas y acuden a un profesional de la salud sin comprender que su problema viene de la relación de pareja; de su dependencia emocional.

Cuando terminar con una relación tóxica.

Cuando estamos en una relación, estamos creciendo y evolucionando como pareja y también a nivel personal. Puede llegar el momento en que la persona sienta que no está avanzando, que su pareja y ella no van al mismo ritmo o dirección, cuando esto sucede algunas personas deciden terminar con la relación y otras deciden continuar, apelando a su programación que dice; que la pareja debe ser para toda la vida y si se ha casado, guarda la promesa de “hasta que la muerte nos separe”.

Hay personas que deciden quedarse en la relación a pesar de sentirse aprisionadas, estancadas o poco valoradas, porque tiene la idea de que esa relación debe ser hasta que la muerte los separe, sin tener en cuenta que todo cambia constantemente y las personas también, que tal vez  ya no son las mismas personas que prometieron amor eterno.

Este es el momento de preguntarnos ¿Le sigo amando? ¿Lo sigo eligiendo cada día? Y si la respuesta es afirmativa, preguntar ¿Por qué le sigo eligiendo? ¿Por qué suma y aporta paz, equilibrio, bienestar a mi vida?  ¿Me hace crecer y caminamos en la misma dirección? ¿Tenemos los mismos valores? ¿Tenemos proyectos juntos?

Estos pueden ser motivos para seguir en una relación, pero puede suceder que ante la interrogante las respuestas sean diferentes y que esa persona ya no aporta paz y bienestar a nuestra vida. Cuando ya la otra persona no es una elección, cuando sentimos que lo hemos dado todo y a pesar de nuestra dedicación la relación no avanza y no somos felices, es el momento de desprendernos de esa relación tóxica.

El amor puede morir.

Es importante comprender que el amor puede morir en cualquier momento de la relación, por diferentes motivos y que es absurda la promesa "hasta que la muerte nos separe".  Algunas personas deciden quedarse en la relación a pesar;  no solo de que la pareja ya no les aporta, sino que estan sufriendo, les embarga la impotencia y la desesperación.

Si lo llevamos a la balanza,  está sufriendo cuando careces de la atención, cuando careces del estímulo del refuerzo, cuando careces de la seguridad que te brinda la otra persona. Disfruta un poquito cuando obtiene el afecto, pero aunque esté recibiendo el cariño, está angustiado porque está pensando todo el tiempo ¿Qué tiene que hacer para seguir recibiendo el amor?  ¿Qué pasaría si esa persona le deja de querer? ¿Qué puede hacer para conservarla y tenerla permanentemente a su lado? Si esta es tu situación: eres víctima de la dependencia emocional.

La adicción emocional.

La dependencia emocional debemos entenderla como una adicción, como la adicción al juego, a las drogas o al alcohol, en este caso  la adicción es hacia otra persona. Como toda adicción se experimenta una necesidad,  ya no se hace una elección consiente del otro  porque suma y aporta si no “porque te necesito”.

En la dependencia emocional al igual que en las drogas, se da el  síndrome de abstinencia cuando no se está con la pareja, el dependiente siente una gran necesidad de volver a consumir, de volver a estar con esa persona. Físicamente, el cuerpo está diciendo que lo necesita; aparece la desesperación, la desconcentración, las palpitaciones.

Definitivamente, sientes que no puedes continuar a menos que obtengas ese anhelado refuerzo que tú mismo te programaste, esta necesidad puede llevar a tener recaídas, situación que produce mucho arrepentimiento y dolor, cuando ya se ha tomado la decisión de terminar con la relación tóxica.

Tomar la decisión de sanar.

Los humanos somos seres sociales, necesitamos de los demás, pero no necesitamos una pareja para sentirnos completos y mucho menos a una persona en concreto.  Seguro que has escuchado muchas veces sobre la media naranja,  siento decirte que lo sepas o no; eres una naranja entera que ruedas por ti misma, pero si te imaginas que eres solo media naranja, pasas a necesitar que la otra mitad aparezca y ruede contigo.

Con lo maravilloso que es ser una naranja entera, saber que vas y vienes a donde te dé la gana, que haces todo el jugo que quieres y luego si te da la gana y te apetece; decides compartir tu vida con otra naranja, pera o manzana que quiera ir rodando contigo, bienvenido sea. Todos somos completos y no necesitamos de nadie para ser felices y vivir la vida. Igual que con una adicción el primer paso consiste en reconocer que necesitamos ayuda y en tomar la decisión con convicción de generar cambios reales y permanentes en la vida.

Si de verdad quieres dar el primer paso y generar cambios en tu vida hay dos cosas que puedes hacer.

La primera:

Busca ayuda, en la mayoría, por no decirte que la totalidad de las personas que sufren de dependencia emocional, necesitan apoyo para poder romper este vicio, esta necesidad patológica del otro. 

Así que, determina cuál es el recurso que más te convenga; busca ayuda de un buen psicólogo o terapeuta, documéntate, adquiere libros de autoayuda, busca un grupo de apoyo en tu familia, tus seres queridos, tus amigos, pero necesitas a alguien que te apoye y que te oriente, que te ayude a romper este círculo vicioso en el que te encuentras.

La seguda:

Es necesario que comprendas que tu relación está destinada al fracaso; cualquier vínculo que se genere desde la dependencia emocional no podrá generar buenos frutos, es muy simple la relación es una sociedad y si tú te estás relacionando en esta sociedad desde la carencia, hay una descompensación. Siempre una de las dos partes estará en un nivel superior y el dependiente permanentemente está abajo, así que, una relación que no se fundamente en la igualdad está destinada a fracasar.  

El cambio es posible.

Ten presente que aunque termine esta relación, si no realizas cambios en tu vida si no revisas; qué fue lo que pasó en tu infancia, cómo está tu autoestima, cómo está tu amor propio, cualquier relación futura que emprendas terminará de la misma manera.

Así que, si quieres realizar cambios en tu vida comienza por tomar decisiones con convicción y por buscar ayuda, genera cambios de manera inmediata, tú tienes el poder de transformar tu realidad y no lo olvides; eres muy valioso deja de esclavizarte a cambio de recibir afecto.

¿Conoces a alguien que está atravesando un proceso de dependencia emocional o tú mismo has sido víctima de este apego en algún momento? Espero que este artículo pueda ser útil. Si te gusto, comenta y dale manito arriba.

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