No sé, por donde comenzar, es triste, siempre pensé que las madres, solo tenían momentos tiernos, que sabían todas las respuestas, no tenían dudas, en algún momento, son fastidiosas, pero todo lo resuelven para bien de todos, tan ecuánimes, y por supuesto “madre hay una sola y me toco a mí”, es lo que decimos todos.
Hoy, ya hace 24 años, soy madre y la carga es dura, durísima, siempre pensé que tenía todas las respuestas, que yo, tome la mejor decisión para mi hija, que yo PENSÉ era la mejor decisión, sin miramientos.
Ahora me doy cuenta, solo me consideré a mí misma, No le pregunte a mi hija, como en pozo de un abismo la lance a vivir sola, yo sola, prácticamente, calculadamente, tome la decisión, aunque ella me demostró en un viaje de vacaciones a NY, que ella quería quedarse en los EEUU, yo todavía no la consideraba suficientemente madura, hasta que tuvo su primer empleo serio, que fue de traductora de Inglés, luego de profesora de Inglés, y así fue, notando su capacidad para la gramática y facilidad de enseñanza, segura y con paciencia cuando te pagan y eres recompensado por tu esfuerzo, de igual forma puedes exigir que quieres y a quien ofrecer tu talento, porque mi hija es excelente en su área, sin tener título de profesora, solo con lo que aprendió en su escuela bilingüe, que era exclusiva y costosísima.
Así envié a mi hija a los EEUU, a parte de estos conocimientos, con mucho amor por la lectura, dibujo en carboncillo, Francés Avanzado, FasTracKids, clases de auto-maquillaje, adicional para fotografía y video, modelaje, teatro, guitarra, canto, baile árabe, ballet clásico. Participación en Curso de fotografía. Y mucha cultura general en temas como: política, religión, arte.
Ahora mi hija tiene 4 años en EEUU, y me dice que tiene déficit de atención, que no se concentra, que ella, no quiere trabajar en una oficina, que le cuesta concretar las cosas, que esta frustrada, deprimida, buscando ayuda, que debe ¿medicarse? porque tiene 4 años allá y no ha hecho nada.
Por dioxxx, que le pasa? Que angustia para mí, realmente, tengo muchas flechas en el corazón, a raíz de que ella me expresa estas situaciones, yo solo sangro mentalmente, ¿que le hice a mi hija? ¿Cómo la ayudo? Me aterra su ¿su salud mental? Quiero que se venga ya, y ella me dice: primero me suicido, antes de volver a Venezuela.
Con lo lejos que yo estoy, solo me aferro a dos cosas: 1ro. A dios! 2.- A el poder que tengo como madre con mi jarabe de lengua, con: “Té amo” “Tu puedes” “Créetelo” “Tienes 4 años sola, y en ese tiempo, no has dejado de comer, vestirte, pagar habitación, dormir en una cama” “trabajaste desde que llegaste” Pediste dinero y pagaste en el tiempo o antes de que te lo solicitaran” “Te vacunaste” cuando muchos de tus amigos, te decían, que a los jóvenes no les pasa eso, e infinidad de respuestas que a veces no querías oír de mí, porque eres tan madura, que tú misma ya tenías la respuesta híper recontra perfecta.
Me dijiste y allí sentí un respiro, que yo te eduque bien, que tienes valores sólidos, que confías en mí, aunque no soy un soporte económico; me valoras, moral y espiritualmente Es algo que me da sosiego. Pero sé, en este momento, como madre, estoy out.
La labor de madre no termina, de eso estoy segura, estoy confinada en mi país, ya moví unas teclas de una amiga, casi mi hermana; mi hija no tiene figura ni paterna, ni materna allá, confió en esta amiga-hermana del alma, para que me la ayude y oriente, mi hija está sola, solo tiene amigos y primos segundos, pero obvio cada quien su vida, y es totalmente comprensible, el emigrar es durísimo en ambos sentidos.
Solo dios, los santos y los ángeles, y el poder de dios y el Dr. José Gregorio Hernández, en su infinita sabiduría, estoy segura me la iluminen, a ella y que me la rodeen de gente que estén en una situación de superación de vida y trabajo, que todos se ayuden, en el nombre del señor, siempre.
Yo, por aquí, no puedo presionarla, ella me impone condiciones, como que: no la estresé, no le hable de trabajo, de Venezuela, de mudarse, del Covid, y yo solo respeto y acepto, no es igual el trato por teléfono, al de cara a cara.
Madres: profesión en el nombre de dios, 24/7/365 días, e infinito, estar allí en todo, en cuerpo y alma. Bendiciones a todos.
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Gracias a todos, por leerme, reciban calurosos abrazos.
Saludos cordiales a mis patrocinadoras excelentes, Diamante @SaraEscribe y la estrella super espectacular @Loucy. Reciban cordiales abrazos, virtuales todos.. y gracias.
Parece que la Soledad siempre termina haciendo de la suyas amiga, y más en el desastre de vida que hemos tenido que vivir todos últimamente, pero haces bien en confiar primeramente en Dios y luego en los valores con los que educaste a tu hija. Todo va a estar bien.