Cada época ha tenido sus características positivas y negativas. Los que vivieron la juventud en determinado momento piensan que esa época fue siempre la mejor; pero lo cierto es que  pesar que comparemos, los tiempos o épocas son todos diferentes.

Siempre comparamos, siempre...

A veces me asombra la cantidad de publicaciones en las redes sociales donde hablan de que, antes la juventud estaba más dada a las relaciones familiares y que ahora pasa más tiempo con los dispositivos electrónicos que con la familia.

Y para las personas que tienen indeterminada edad, la añoranza por los tiempos anteriores, donde jugábamos en la calle y nos tomábamos tiempo para pasar noches conversando en las aceras de nuestras calles o en las plazas; fueron mejores tiempos.

Yo tengo que ser honesto: Me hubiese gustado tener la tecnología de la información y comunicaciones en los tiempos de mi infancia.

En ese entonces, para estar enterado de lo que sucedía en el mundo, había que estar leyendo constantemente el periódico, ver los noticieros de la televisión por las noches, las noticias internacionales; y buscar en la biblioteca las últimas publicaciones con la información de actualidad.

¿Se imaginan la cantidad de búsqueda necesaria para poder estar al tanto de lo que sucedía en el mundo?

Esas noticias llegaban hasta días después; y el mundo, cuando uno se lo imaginaba, tenía zonas completamente distantes y lejanas.

Las redes sociales de antes

Recuerdo que en ese entonces en las revistas, había un espacio donde la gente enviaba su dirección postal para que personas de todas partes del mundo les escribieran cartas por correo con la finalidad de conocerse.

Por supuesto, yo participe y tuve amigos de México, República Dominicana, Estados Unidos, Puerto Rico y otros países más. Cartas que tardaban días en llegar. Esa era nuestra red social entonces.

Por otro lado teníamos las vacaciones y tiempos para compartir.

Todos nos interrelacionábamos directamente y los juegos y actividades que fomentábamos para compartir entre todos, eran actividades sencillas que nada tenían que ver con la tecnología, pero que nos unía más y fomentó lazos y vinculaciones fraternales que perduran hasta el día de hoy.

Las minorías sociales

Tenemos que hace unos años, las minorías eran atacadas y hasta vistas como casos aislados y desconocidos; no existían reglamentaciones legales que nos permitieran entender que existían personas con gustos y con necesidades diferentes.

El ocultarse era tal vez la única forma que una persona perteneciente a una minoría social, tendría para llevar una vida tranquila y sin ataques.

Eso es una ganancia de hoy en día, porque mal que bien, aunque persiste la problemática de la injusticia social y de la violencia, la gente conoce más sobre estas situaciones y entiende mucho sobre la diversidad; solo nos queda deslastrarnos de patrones culturales negativos para poder aceptarlas y mirarlas como cualquier grupo social más.

La contaminación

Hace unos años también el mundo era más claro, el aire más puro, las playas más transparentes; y lo noto en mi lago, donde habito.

En mis recuerdos de infancia las playas de nuestro lago tenían aguas transparentes; y hoy en día derrames y contaminaciones han hecho que el agua esté turbia.

Pero también lo vemos en el oxígeno que respiramos, en la polución que existe en las grandes ciudades. Hoy en día es demasiado evidente el daño que le hemos hecho a nuestro planeta.

Sobre drogas, nada

Otra cosa es que hace 50 años era impensable conversar con nuestros padres y nuestros mayores acerca de sustancias ilegales o drogas; sobre el consumo de ellas.

A duras penas uno lograba ser aceptado por fumar cigarrillos o por tomar algunas copas.

Así que pensar en drogadicción era algo prácticamente imposible, porque no conocíamos ni el término ni la problemática; si es que existía una problemática social relacionada con drogas en ese entonces.

Eso hoy en día también se ha convertido en un problema; la drogadicción es vista como algo completamente natural o normal a pesar que sabemos los daños que ocasiona y las restricciones legales que tiene el consumo.

Todo tiempo es diferente

Cómo vemos, los tiempos no son unos mejores unos que otros; porque en los tiempos pasados carecíamos de la tecnología necesaria para avanzar en cuanto a la solución de problemáticas de ingeniería, de salud y de otras áreas que ha ameritado que el desarrollo del conocimiento del hombre les haya dado respuestas.

Mientras que en los tiempos actuales la información buena y la capacidad de interrelacionarnos los unos con los otros en forma inmediata, ha roto fronteras.

Cuando hablemos de que los tiempos de antes fueron mejores o que mis tiempos actuales son mejores que los de antes, pensemos en las características de cada tiempo, en los hechos que se dieron para tener los resultados que hoy tenemos.

Que las evaluaciones están hechas en base a la juventud y a la adolescencia de cada tiempo; y que es mejor ver la vida como una totalidad puntual.

En cuanto al tiempo de cada época, éste es el correcto; la época indicada y la que nos tocó vivir.

Que tiene cosas positivas y cosas negativas; pero lo más importante es que en todas ellas el ser humano ha tratado de disfrutar y de hacer lo mejor que ha podido.

Emilio Ríos – Venezuela

@Erigo580

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