Cuando era pequeña, tal vez a mis 8 o 10 años, al escuchar la palabra “Éxito” imaginaba inmediatamente a un empresario con una casa de lujo y un vehículo último modelo, o a una celebridad con su ropa de moda y a un montón de personas haciendo fila a su alrededor para poder adquirir un autógrafo. Crecí con la idea de que ser exitoso iba estrechamente ligado a las cantidades de dinero que amasaban las personas en sus cuentas bancarias, así que pensaba: “Cuando sea grande, quiero ser exitosa (millonaria)”. Han pasado los años y resulta inevitable realizar esa vinculación automática entre las palabras Éxito y Dinero.
María tiene dinero para gastar sin preocuparse, entonces María es una persona exitosa.
Y vale, no creo que esté mal vincular a esos dos, a fin de cuentas, en muchas de las ocasiones es cierto, completamos un objetivo (tenemos éxito) y debido a eso obtenemos el dinero. Pero limitándonos a pensar así, llegamos a olvidarnos de que el verdadero éxito tiene un valor subjetivo, y solo nosotros podemos determinar si lo hemos conseguido o no.
El significado de tener éxito
Si nos vamos por una definición simple, como la que nos ofrece Wikipedia: “El éxito es el estado o condición de cumplir con un rango definido de expectativas.” Es así como el campo de aplicación de este se vuelve infinito, pues mientras para algunos la definición de éxito solo cubre el alcance de objetivos complicados como ser reconocido o tener mucho dinero, para otros, el éxito puede ser algo tan simple como aprobar un parcial y hornear un pastel.
Puedo decir por experiencia propia, que el gran problema con esto es que muchas veces nuestras expectativas son demasiado grandes, no algo imposible de cumplir, pero si que requieren de bastante trabajo. No es muy difícil darse cuenta de que la persona que tienen grandes expectativas sobre lo que es el éxito, tienen una mayor probabilidad de terminar sintiéndose frustradas y fracasadas al ver que el tiempo pasa y aún no han conseguido sentirse exitosas.
Pero, si el éxito consiste en cumplir objetivos, ¿no contribuiría a disfrutar un poco más el camino a alcanzarlo, si somos como aquellas personas que ven el éxito presente durante cada pequeño paso que consiguen dar?
Para responder a mis propios cuestionamientos, expongo mi caso.
A mí, la complejidad de mis objetivos personales y el sentir que mi único destino era el fracaso, me detuvo completamente de atreverme a hacer cualquier pequeño intento por mejorar mi condición, y me indujo a un ciclo infinito de iniciar algo y abandonarlo siempre, me volví tan apática con la vida que incluso llegué a descuidarme.
¿Alguna vez te has sentido como si fueras una persona inválida?, bueno con mis 5 sentidos funcionales, así me sentía y para encontrar solución a mis múltiples problemas y salir de ese agujero en el que me encontraba atrapada decidí buscar ayuda. De esa manera me fue asignada la primera actividad, que es la que ha derivado en todo esto que hoy escribo.
El diario del deber y del No hacer
Lo que me sugirieron hacer fue algo tan simple como pensar en actividades básicas para realizar diariamente en un plazo de dos semanas. Realizar un registro diario y anotar aquellas cosas que hice y también aquellas que no hice, a las que adicionalmente debía colocarles un “Debo hacerlo mañana”.
Comenzar el fulano diario, no fue nada fácil. Colocar cosas tan básicas como tender la cama, limpiar mi habitación o cocinar algo, durante los primeros días me hizo sentir peor porque me dio un claro reflejo del nivel al cual me había reducido como individuo, sobre todo porque había días en los que no podía cumplir las actividades.
Al empezar la segunda semana, comencé a ser consciente de las cosas simples que podía alcanzar y comencé a sentirme un poco más a gusto con la actividad y conmigo misma, porque empecé a ver que sí puedo hacer algo. Es un avance, he dejado de ser una persona invalida debido a sus propias limitaciones psicológicas. Y aunque las tareas eran tan simples, identifico el haber cumplido cada una de ellas y el haber seguido anotando en el diario, como mi primer éxito en este camino para recuperarme, el cual se encuentra copado de muchos objetivos que deberé alcanzar.
Para las próximas dos semanas, los objetivos deben requerir un poco más de esfuerzo y deberé construirlos de forma que me permitan alcanzar un objetivo general a mediano plazo.
Sigo teniendo mis grandes expectativas sobre la vida, y lo cierto es que hoy me encuentro más lejos que nunca de alcanzar esos objetivos, pero gracias a esa primera actividad he entendido que ese camino se construye en base al logro sucesivo de pequeños éxitos. Y mientras quede vida por delante, día a día tendremos una nueva oportunidad para alcanzarlo.
Recordatorio: El camino hacia el éxito no es una sola línea ascendente, este está lleno de subidas y de grandes caídas.
Esta publicación responde al tema #10: El éxito, de la dinámica 30 ideas para escribir durante un mes o más, publicada por SaraEscribe. Así que, si necesitas un poco de inspiración y quieres leerla, puedes darle un vistazo aquí 👉 30 IDEAS PARA ESCRIBIR
Esta publicación también ha sido para relatar el inicio de ese viaje a la superación que desde hace un par de semanas comencé a andar. A medida que vaya avanzado, iré conectando temas para contar un poco más sobre ese viaje. Con el único objetivo personal de dejar una evidencia sobre ello :)
El exito es una palabra que va a depender de las expectativas de cada persona. La sociedad tiene sus prototipos al respecto y por lo general es lo que desde pequeños tratan de inculcarnos en una mala relación exito-dinero. Eres exitoso si encajas en ese patron social de lo contrario eres un total fracaso. Llega un momento en que cada persona debe establecer las metas que desea alcanzar para poder enfocarse en alcanzarlas, lograr una paz espiritual, sentirnos bien con nosotros mismos sin importar el que diran. Cuando logres ese nivel de satisfacción podrás sentirte exitoso ya que habras logrado lo que muchos no han hecho por andar detras de falsas ideas del exito.