El Abuelo (Relato Corto)
Todos los años desde que tengo memoria íbamos a pasar los veranos a la finca de mis abuelos, ubicada en la sierra al pie de unas hermosas montañas, un lugar para soñar, criaban vacas, cerdos, pollos, sembraban maíz y arboles frutales... El abuelo peleaba mucho porque lo encerraron en esa montaña siendo según el un hombre de Mar, la abuela lo hacia callar recordándole que solo había trabajado en un barco pesquero dos años, antes de entrar a la universidad y hacerse un hombre de bien.
Cuando cumplí 9 años, el abuelo considero que ya era lo suficientemente grande para ayudarlo con su tarea, una noche me secuestro mucho antes de salir el sol, pasamos por su taller, recogió unos tablones de maderas y yo cargue el bolso con herramientas y clavos... Caminamos en la penumbra un buen rato, nos alejamos bastante, ya no se veía la casa ni los maizales, dimos unas cuantas vueltas y escondido en una arboleda tupida, encontramos un solar inmenso en el medio, con un pequeño riachuelo de aguas cristalinas corriendo por un costado.
Allí estaba su Barco a medio construir, posado sobre unos pilotes, como ya había visto unos cuantos colocados en algún viaje a la playa, este es mi secreto me dijo el abuelo y ahora sera el nuestro, enseguida nos pusimos a trabajar, y entre medir, cortar y clavar tablones se nos fue la mañana, el contándome que nació en un pueblo a orillas del mar Caribe, que aprendió a pescar con Arpón, cuchillo, nylon y red, pero a pesar de adorar el mar, salió un di a del pueblo a estudiar y ya nunca mas volvió.
Así pasamos muchos veranos, construyendo su barco mientras me contaba sus historias luchando con piratas o enfrentándose a monstruos marinos!!!, ese diciembre cumpliría 17 años y solo deseaba que llegara el verano para contarle a el abuelo la decisión que había tomado, pero la llamada de la abuela llego un mes antes, se había ido.. Viajamos para despedirlo, llegaron todos, los tíos, tías, primos, primas, familia que ni con ocia. Después del entierro mi Papa me dice que regresaríamos al día siguiente Después del almuerzo.
Esa madrugada me levante, fui al taller, cargue con todos los tablones que pude tome el bolso con las herramientas y clavos, camine a oscuras la ruta que ya me sabia de memoria, llegue al escondite cuando despuntaban los primeros rayos del sol y Allí estaba el que era ya nuestro Barco todavía a medio construir, enseguida me puse a trabajar, medir, cortar y clavar tablones, recordándolo con cada martillazo...- Abuelo, he tomado dos decisiones, terminare de construir nuestro barco y entrare a la Marina, no solo en tu memoria, si no porque también quiero luchar contra piratas y enfrentarme a monstruos marinos!!!.
Fin.
Un saludo a TODOS, este es mi primer post en READ.CASH, este relato es de mi autoria, lo publique en Noise.Cash: https://noise.cash/post/853zwm3h0qq5q... Muchas gracias nos estamos leyendo
El Abuelo (Relato Corto)
Todos los años desde que tengo memoria íbamos a pasar los veranos a la finca de mis abuelos, ubicada en la sierra al pie de unas hermosas montañas, un lugar para soñar, criaban vacas, cerdos, pollos, sembraban maíz y arboles frutales... El abuelo peleaba mucho porque lo encerraron en esa montaña siendo según el un hombre de Mar, la abuela lo hacia callar recordándole que solo había trabajado en un barco pesquero dos años, antes de entrar a la universidad y hacerse un hombre de bien.
Cuando cumplí 9 años, el abuelo considero que ya era lo suficientemente grande para ayudarlo con su tarea, una noche me secuestro mucho antes de salir el sol, pasamos por su taller, recogió unos tablones de maderas y yo cargue el bolso con herramientas y clavos... Caminamos en la penumbra un buen rato, nos alejamos bastante, ya no se veía la casa ni los maizales, dimos unas cuantas vueltas y escondido en una arboleda tupida, encontramos un solar inmenso en el medio, con un pequeño riachuelo de aguas cristalinas corriendo por un costado.
Allí estaba su Barco a medio construir, posado sobre unos pilotes, como ya había visto unos cuantos colocados en algún viaje a la playa, este es mi secreto me dijo el abuelo y ahora sera el nuestro, enseguida nos pusimos a trabajar, y entre medir, cortar y clavar tablones se nos fue la mañana, el contándome que nació en un pueblo a orillas del mar Caribe, que aprendió a pescar con Arpón, cuchillo, nylon y red, pero a pesar de adorar el mar, salió un di a del pueblo a estudiar y ya nunca mas volvió.
Así pasamos muchos veranos, construyendo su barco mientras me contaba sus historias luchando con piratas o enfrentándose a monstruos marinos!!!, ese diciembre cumpliría 17 años y solo deseaba que llegara el verano para contarle a el abuelo la decisión que había tomado, pero la llamada de la abuela llego un mes antes, se había ido.. Viajamos para despedirlo, llegaron todos, los tíos, tías, primos, primas, familia que ni con ocia. Después del entierro mi Papa me dice que regresaríamos al día siguiente Después del almuerzo.
Esa madrugada me levante, fui al taller, cargue con todos los tablones que pude tome el bolso con las herramientas y clavos, camine a oscuras la ruta que ya me sabia de memoria, llegue al escondite cuando despuntaban los primeros rayos del sol y Allí estaba el que era ya nuestro Barco todavía a medio construir, enseguida me puse a trabajar, medir, cortar y clavar tablones, recordándolo con cada martillazo...- Abuelo, he tomado dos decisiones, terminare de construir nuestro barco y entrare a la Marina, no solo en tu memoria, si no porque también quiero luchar contra piratas y enfrentarme a monstruos marinos!!!.
Fin.
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