Abril, 16, 2022. | No. 64
¡Hola, querido amigo (a) de Read Cash!
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He estado muy ausente por acá, a pesar de que tenía la meta de escribir cada día un post. Sin embargo, han pasado algunas cosas. Mi gato fue mordido por otro gato, así que tuve que buscar un veterinario que lo atendiera.
Todo esto comenzó el fin de semana, contaba con 6$ en Bolívares (moneda local de Venezuela). Acá la consulta en un veterinario tiene un costo de 15$ aproximadamente, y el tratamiento 10$. Así que estaba preocupada por ello. Gracias a Dios un amigo que trabaja en ello pudo atender a mi Misu.
Misu, en la planta de chichamochina. Ama las fotografías.
De eso quiero contarles el día de hoy, sobre la historia de Misu, mi amado gato.
Misu es un regalo de una estudiante de mi mamá, un día ella le dijo que su gata había tenido varios gatitos, y que le llevaría uno. Fue entonces cuando fui a buscarlo. Tenía miedo, el gato y yo.
Él estaba muy nervioso, una persona extraña ahora lo llevaba a un rumbo desconocido en su cajita. Al llegar a casa, encontró un lugar en la sala donde se escondió, así que paso un largo rato allí.
Fotografía de Misu cuando era pequeño recostado en un cojín.
Pero, yo no lo deje tranquilo. Lo acariciaba, le hacía cosquillas y tocaba sus orejitas. Quería que se sintiera en casa, seguro, y que se acostumbrara a mí.
Llego la noche de ese día y él no paraba de perseguirme de un lado a otro. Por una parte sentí miedo. Dicen muchas cosas sobre los gatos, yo no sabía que pensar. No sabía si me perseguía porque se sentía a gusto conmigo, o cual era la razón. Lo único que sé es que parecía un pequeño robot yendo a todos lados conmigo.
Paso un rato, él se acercó, subió a mi pierna, me miró fijamente, y me mordió.
Para ese entonces pensé que no me quería, y que quizás la mordida era la venganza por alejarlo de su madre. Pero no era así. Al día siguiente investigando en Internet descubrí que sus mordidas son muestras de cariño.
Con los días seguí investigando acerca de gatos, lo hice trepar a un árbol, y acostumbrarse a los perros.
Le decía: ¡Misu, es un gato feroz y temible!
Misu y Rocko jugando a corretearse mutuamente en el patio. Esta imagen es una captura de pantalla a un video que grabe de ellos.
Así que mi gato se enfrenta a los perros como si fuese de su misma especie. Solo que en una versión pequeña y con características de liebre. Sin embargo, es un gato muy cariñoso y mimado. Solo juega con los perros correteándolos de un lado a otro.
Poco a poco aprendí a cuidarlo. Pero cada día siempre hay cosas que no se y voy aprendiendo.
La primera vez de Misu en una árbol.
Como por ejemplo que cuando son pequeños no hay que subirlos en árboles. Debido a que se pueden lesionar. No lo sabía, y yo solo quería hacerlo independiente. Sin embargo, todo en la vida es ensayo y error.
Ahora sé también que a los animales no se les debe colocar sábila en las heridas, debido a que eso les hace daño. Y es como si les derritiera la piel. Por lo que siempre hay que acudir a un veterinario en caso de que le suceda algo.
Misu, en el árbol de guayaba, actualmente.
A veces subestimamos la atención veterinaria. En mi país suele hacerse. Las personas “curan” a sus animales en casa, con remedios caseros, o medicinas para humanos, o cualquier locura que se nos venga a la mente. Y eso está mal. Debido a que les hacemos mucho daño. Los animales son seres vivos, igual a nosotros, la única diferencia es que no hablan nuestro idioma. Pero si nos dicen que les sucede, sienten, comparten, tienen cambios de humor, se enferman.
Los gatos, u otros animales no se curan solos.
Ellos nos necesitan, y mucho. Que los llevemos al veterinario, cambiemos el agua que consumen, mantengamos limpios sus recipientes de comida, que les demos un baño cuando corresponde, y que les demos todo nuestro amor.
Es algo que todos deberíamos tener el micro chip de nuestra mente, al igual que la necesidad de comer, esa necesidad de cuidar adecuadamente es algo que hay que inculcar en todos.
A mis 24 años estoy aprendiendo muchas cosas sobre ello. Algunas no las sabía debido a que nunca había sido enteramente mi responsabilidad otra vida, sino la mía. Así que estoy en esta especie de maternidad gatuna donde cuido de él y aprendo.
Mientras a cambio recibo la mejor compañía y el mejor amigo del mundo. Él está conmigo siempre. Donde me siento, a donde camino. Cuando estoy triste, él está allí. Me hace reír con cada locura de gato.
Mis mañanas comienzan de una forma muy peculiar. No uso despertador. Él entra a mi habitación y empieza a maullar para que despierte. Come y empieza a jugar con el perro en el patio.
Misu, cómodamente acostado boca arriba.
Así que, en definitiva, tenerlo es una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida.
❤️Me despido, con amor y un gran abrazo. ¡Gracias por leer!❤️
Texto original de zulfrontado ©
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Banner en formato GIF del final, con mi nombre realizado por mi en Canva.
Fotografía de portada de mi autoria, al igual que todas las demás imágenes en el post. Fueron capturadas con mi teléfono celular BLU Studio J1.
Amo los gatos, son animalitos muy místicos. Tienen una sensibilidad muy grande que los hace capaz de sentir las tristeza y ansiedad de los que los rodean. . Ellos tienen su propia forma de canalizarla y ayudar a las personas a que se sientan mejor.