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Volvamos a ser como niños, atrevamonos a sentir de nuevo aquello por lo que vale la pena vivir. Tírate al piso a jugar con tu perro, olvídate de todo por 10 minutos. Deja que el amor llene tu corazón y deja en reposo tu mente, libérate de todos esos pensamientos que adquiriste en tu vida adulta y la vida volverá a tener sentido.