Feliz Lunes mis queridos lectores, para mí el día de hoy fue una recompensa que venía esperando toda la semana anterior; durante todos estos días he estado trabajando sin determe; se que soy afortunado al poder trabajar desde casa, no solamente porque así me puedo cuidar más sino que estoy más tiempo con mi esposa e hijas. Al mismo tiempo trabajar desde casa implica muchas exigencias ya que en casa tienes todo tipo de distracciones y tienes que cumplir a cabalidad los tiempos de entrega que se esperan de ti.
Esta última semana ha sido muy exigente (porque así nos ha tocado, a veces es más suave😌 y a veces hay que apretar el paso😬) trabajé Sábado y Domingo pero tuve (y sigo teniendo porque aún quedan unas cuantas horas de Lunes) el día libre, y después de estar pegado a a pantalla de mi compu toda la semana necesitaba desconectarme. Y que mejor manera de desconectarse que pasar un tiempo con las plantas.
En mi casa tengo un patio de unos 40 ó 50 metros cuadrados donde tengo varias macetas, allí cuido diferentes clases de plantas; todos los días voy a allí a regarlas, abonarlas con preparados orgánicos que hago en casa y a supervisarlas y retirar hojas dañas, etc. Pues hoy he decido no hacer otra cosa que pasar mi día en el patio, además mis plantas de Moringa necesitaban varias atenciones; así que este día se lo dediqué a mis plantas de Moringa.
Inmediamente después desayunar comencé a buscar las plantas que estaban más desarrolladas y cuyos tallos necesitaban ser tutoreados, esto lo hago porque al inicio de su formación el tallo de la Moringa es muy delgado y se puede quebrar con su propio peso ó por brisas fuertes.
Luego de tutorear pasé al semillero para supervisar mis pequeñas plantas de moringa; algunas de las cuales me voy a llevar a una parcela que tengo y otras ya están comprometidas porque también las vendo y tengo unos cuantos encargos. En el semillero me di cuenta de que las plantas necesitaban que les realizara un control de malezas y que podara algunas hojas para facilitar y acelerar el desarrollo de sus tallos.
También en el semillero me di cuenta de que algunas plantas necesitaban que las aporcase, esto es arrimarles tierra en la base del tallo para fortalecer la planta y evitar que su tallo se incline y cresca de esta manera; pues cuando la planta sea adulta este detalle será muy difícil de corregir.
Luego de encargarme de estas labores me detuve a descansar un poco a contemplar a mis dos bellas niñas que estaban acompañándome en el patio. Cuando vean foto verán un pequeño giro en esta trama; mis dos hijas no son humanas, son una perrita y una gatita que se llevan bien y comparten muy seguido.
Luego de descansar un poco me di a la tarea de cosechar y dado que mis plantas son muy productivas, esta labor me toma un buen rato ya que gracias a Dios siempre tengo bastante cosecha. Comencé la cosecha recolectando las hojas de las plantas más grandes, para ello desprendo las ramas que voy a cosechar con las propias manos y sin necesidad de usar ninguna herramienta, luego deshojo rama por rama para guardar las hojas frescas en la nevera y utilizarlas para incluirlas en el arroz, las salsas, guisos y sofritos que preparemos.
Luego de cosechar las plantas más grandes volví nuevamente mi atención al semillero ya que las plantas pequeñas también dan producción y esas hojas como dije antes deben cosecharse para liberar el tallo de las plantas y acelerar su desarrollo. La cosecha de estas pequeñas plantas es igual a la de las grandes pero debe hacerse con mucho cuidado para evitar partir el tallo que en esta étapa es muy finito y débil.
Cuando terminé de cosechar ¡sorpresa!😳 ya estaba atardeciendo y ya se me paso el día completo😂😂😂 Pero aún no estaba satisfecho tenía que hacer algo más, y como el cielo estaba tan bonito le tomé una foto.
Como podrán haber visto me vestí de verde y elegí esa franela a próposito porque desde que me levanté me decidí a tener un día verde. Este soy yo; una persona sencilla que disfruta de los pequeños detalles de la vida. Muchas gracias por visitarme y por apoyarme.
