Las jirafas y las vacas no son tan distintas, quizás te parezca un chiste pero ambas especies tienen mucho en común; aparte de ser mamíferos ambos son animales rumiantes, es decir que tienen 4 estómagos y un proceso digestivo largo que les permite aprovechar las proteínas y los nutrientes qué hay en la vegetación.
Ciertamente, dada su altura las jirafas prefieren comer el follaje de los grandes árboles; mientras que las vacas son felices comiendo su pasto.
Otro dato muy curioso sobre las jirafas es que cuentan con vasos sanguíneos muy elásticos, los cuales le ayudan a compensar la repentina acumulación de sangre que ocurre cuando estos mamíferos gigantes bajan o suben la cabeza.
Estos datos nos indican nuevamente que hasta la vida salvaje tiene muchísimo que ver con los animales domésticos a los que estamos acostumbrados a diario. Y entonces ¿Así cómo cuidamos a nuestras vacas, no podemos cuidar también a estos maravillosos animales que también tienen derecho a la vida?
Sembrando un País te invita a preservar el medio ambiente y a respetar a todas las criaturas vivas en su hábitat natural.