Aquí tienen algo que quizás no han visto muchas veces, o quizás ninguna vez; las flores de la planta de fresa. Son bastante sencillas (ciertamente es mucho más llamativo el fruto que las flores), poseen unos pequeños pétalos de color blanco y un botón amarillo. En el centro de la flor están tanto los gametos masculinos como femeninos de planta; lo que significa que sus flores son hermafroditas.
Una vez que la polinización ha tenido lugar; por obra del viento o de los insectos como las abejas, comienza la formación del fruto, que tendrán un color verde con tonalidades amarillentas; luego este fruto comenzará a madurar hasta tornarse totalmente rojo.
Esta planta en su riqueza visual, nos permite ver al mismo tiempo las flores, los pequeños frutos en formación y un fruto cuyo desarrollo ha culminado (no crecerá más) porque ya ha iniciado su proceso de maduración.
Este artículo me traslado a mi infancia. Tuve la suerte de crecer al lado de un sembradío de fresas, imaginarás los banquetes que me di jaajaj. La descripción en vuestro artículo describe gráficamente y a la perfección la metamorfosis que experimenta dicho cultivo, de flor a fruto. Saludos