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Todas las noches Batak se queda en la cocina esperando la comida, se pone maullar con insistencia mientras le picamos la carne. A veces jugamos con ella y la hacemos pararse en dos patas, para darle algunos pedazos anticipadamente.
Aparte de la gatarina le preparamos comida, le damos proteína animal junto con arroz por unos tres días. Luego le damos gatarina por dos o tres días. Y así puede disfrutar de ambos tipos de alimento.
Esta es una escena típica en nuestro hogar, y aparte de ese maravilloso día a día que disfruto junto a mis seres amados. Todos los días le doy gracias a Dios por estar junto a ellos, pues esto es lo que más importa de la vida.