¿Qué es el Síndrome de Moebius?
El Síndrome de Moebius es una enfermedad neurológica congénita, producida probablemente por múltiples causas que actualmente desconocemos. No se considera una enfermedad hereditaria, suele presentarse de forma aislada.
Lo que sí está demostrado es que los pacientes que padecen el Síndrome tienen una lesión común, y es la agenesia (la falta total de desarrollo) o desarrollo defectuoso de los núcleos de los pares craneales VI y VII principalmente (aunque también puede afectar otros).
Estos nervios, que dan movimiento a los músculos faciales y oculares, al ser defectuosos provocan una parálisis de los músculos afectados.
Nervio facial
El nervio facial (el VII) da movimiento a la musculatura que controla la mímica, la expresión (frente, cejas, párpados, labios...). Su parálisis produce la “cara de máscara”, inexpresiva, “sin sonrisa”, que define la enfermedad.
A nivel palpebral, se produce una afectación de músculo orbicular, que es el encargado de cerrar los párpados, es por ello que los pacientes deben tener cuidados oculares para evitar lesiones por sequedad en el ojo (heridas y /o úlceras corneales).
El tratamiento será o bien con gotas y pomadas que ayuden a lubricar el ojo, cámaras húmedas o bien cirugía para intentar proteger el globo, en función del caso.
Las características del síndrome de Moebius incluyen las siguientes:
Alteración de la capacidad de los lactantes para succionar
Incapacidad para seguir objetos con el ojo, en su lugar, el niño gira la cabeza para seguirlos
Falta de expresión facial
Estrabismo (ojos cruzados)
Incapacidad para sonreír
Retrasos motores
Problemas auditivos
Dificultades en el habla
EN CONCLUSION
El Síndrome de Moebius es un complejo desorden congénito que afecta a numerosos aspectos de la vida cotidiana. La evaluación de un equipo de expertos en este campo, puede ser muy valiosa, si son aplicadas las terapias apropiadas, y ofrecidas las alternativas de tratamiento.
Este equipo debería incluir a un pediatra con conocimientos neurológicos, un cirujano pediatra con experiencia en cirugía para insuficiencias velo faríngeas y parálisis facial, un oftalmólogo-pediatra familiarizado con diferentes aspectos en cirugía de estrabismos, un odontopediatra que haga el seguimiento regular de los dientes, tanto referente a caries como a mal posiciones dentarias y desarrollo de los maxilares, un foníatra con experiencia en estos complejos problemas de fonación y deglución.
Durante el crecimiento de la paciente y en los momentos en que aparezca su dentición, es necesaria la consulta con un especialista en ortodoncia para la colocación de aparatología que permita la expansión de sus maxilares para mejorar la ubicación correcta de sus dientes.
Finalmente un trabajador social puede asesorar a estas familias en la multitud de problemas que han sido perfilados anteriormente, así como proporcionarles apoyo y guía en el crecimiento de estos niños.
En el caso que se presenta fue de gran importancia el concurso de las especialidades odontológicas, ya que el paciente fue referido para la cirugía del frenillo lingual y de esta forma se pudo hacer la revisión completa del caso y orientar mejor a sus padres en cuanto al plan de tratamiento recomendado. Este caso demuestra la necesidad de que el odontólogo reconozca estas alteraciones para diagnosticar tratar y ofrecer una mejor orientación a los pacientes.
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No sabia de esto, increíble, conozco dos personas que por estrés tuvieron una parálisis facial, una de ellas llegó a recuperarse al 100% pero no sabría si tiene que ver con este síndrome.