Vivo en un lugar que amerita distintas formas de escape. Mi Venezuela es un campo de concentración, así se vean ritos de festividades; eso no es tan así porque son espejismos. El mundo sabe lo que pasa en mi país. Ante esta realidad, el escribir es una forma de resistencia en primera instancia, y de progresiva liberación. Yo escribo para liberarme, para alimentarme, para vestirme, para escaparme, para ser yo.
Vivo en un lugar que amerita distintas formas de escape. Mi Venezuela es un campo de concentración, así se vean ritos de festividades; eso no es tan así porque son espejismos. El mundo sabe lo que pasa en mi país. Ante esta realidad, el escribir es una forma de resistencia en primera instancia, y de progresiva liberación. Yo escribo para liberarme, para alimentarme, para vestirme, para escaparme, para ser yo.