La grandeza de los que lo creen

Que no os engañen vuestros ojos, y crean que la grandeza viene de más allá por un regalo del iluminado solo por ser más benevolentes, por favor nieguen a creer esas cosas, porque la grandeza viene de muchas cosas, y aunque te incomode, quizá también requiera que te ensucies un poco las manos, sin importar que a veces también sea de sangre. Y cuando digo sangre, puede ser tuya… o no.

Tampoco creas que se requiere trabajar más duro de nadie si pretendes triunfar en este mundo tan convulsionado, porque es una verdad a medias, puedes trabajar duro, pero si no lo haces inteligentemente, es lo mismo que nada. Repito, es lo mismo que nada, si quieres ser grande, más te vale no ser un burro trabajando incansablemente, y mejor calcula tu próximo movimiento para que logres figurar realmente.

Muchas lágrimas  derramadas por aquellos que no probaron las mieles del triunfo, y todo por no saberse ganadores, sino participantes. Recuerden hijos míos que nadie recuerda a los segundones, pero los que tocan el olimpo de la victoria siempre serán recordados. Pero no es momento de llorar, porque las lágrimas no son combustible, si queremos llegar hasta allá, debemos trazarnos un plan sensato, y no uno lleno de fantasías inalcanzables.

Hay mucho por hacer, recordad que Roma no se construyó en un día, y si queremos obtener nuestro sueño, mejor planteemos realidades, así nos mantenemos pisando tierra y las cosas fluyen mejor. Siéntanse mejor y suban la cabeza,  y observen todo el camino recorrido, así se darán cuenta que lo han hecho bien, pero si quieren la gloria, y la quieren de verdad, no basta con hacerlo bien, sino mejor.

¿Creen que lo merecen? Pues eso no basta, ¿piensan que ellos por usar tácticas dudosas lo merecen menos? Al final eso no importa, importa más es que lo hagamos mejor al final de la jornada, y solo así quedaremos marcados en la posteridad, porque sí, realmente eso es lo que deseamos con toda el alma.

Oídos sordos a todos los que afirman que lo importante es participar porque no, no, no y mil veces no. Si, participar te da experiencia, y solo eso, y yo no me quiero ir de aquí solo con experiencia, quiero experiencia y algo más, para poder contarle a mis nietos, y no solamente la vez que participé en aquel evento, y cuando me pregunten que triunfé, yo solo les pueda decir que gané porque estuve allí, pues no… yo voy todo o nada.

Los años me han vuelto más testarudo, pero más sabio también para saber que los triunfos no vienen por desearlos, y antes de partir de este mundo, quiero que esta nueva generación de chicos sepa que, no hay nada malo en ganar, y que si lo hacen el ego no los consumirá, todo lo contrario, podrán encontrar una bonita historia de humildad detrás de un buen triunfo.

Estoy por entrar al retiro, será otro plano para mí, ya yo gané lo que tenía que ganar, se lo que se siente, y sé que es fenomenal, por eso confíen en lo que les digo, confíen también en ustedes, pero sepan y conozcan sus límites, para así mejorar cada día. Sean corazones fuertes, pero corazones fuertes con inteligencia, y solamente si lo hacen así, estaremos celebrando mañana, y lo que queda de semana, para luego, seguir trabajando para seguir persiguiendo gloria. Gloria, esa bonita palabra que cuenta millones de historias y que con sapiencia, tendremos la oportunidad de construir nuestro propio episodio.

Descansen, descansen muy bien, porque mañana sus cuerpos y sus mentes deberán unificarse para un solo fin, y es poder ser recordado por la posteridad. Comed, bebed, y descansad, que hay mucho por lo que vivir mañana.

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