¿Estamos preparados para saber la verdad?
Vengo con esta interrogante por algo que puede resultar incómodo de digerir, pero que no deja de ser cierto. De ese tipo de verdades que están frente a nuestros ojos y aún así, no queremos verlas, o simplemente no nos dejan.
Adelanto que ni yo mismo sé que verdades son, pero se que existen, están ahí, y realmente ni la ficción más cruda, se plantaría en lo que esto significa.
La verdad no es como la pintan, hay cosas absurdamente macabras que suceden tras bastidores, y quien sea que se atreva a indagar de que va todo, terminará rotundamente mal, porque sí, es entrar a un camino sin salida. ¿Qué se esconde? He ahí la gran interrogante, pero bien, de saberlo ¿En qué cambiaría?
Imaginen por un segundo saber todo lo que hacen aquellos que de verdad tienen el poder de moldear el mundo a su antojo, dejarlos expuestos, exhibir sus planes, y que el día de mañana no haya más verdad oculta, sino al acceso de la humanidad.
¿A qué tanto temen ser expuestos si controlan más gente de la que podemos imaginar? Si el día de mañana todos su secretos saltaran a la luz, poco o nada sucedería porque la influencia de alguien tan diminuto como yo, sería extremadamente pequeña.
Quizá un nuevo virus, una secta retorcida, experimentos sociales, control mental. Cualquier locura que imaginen tiene tinte a verdad, si en efecto, no conocemos a fondo de que va todo esto. "1984" de Orwell suena como ficción, hasta que te das cuenta de que quizá George se baso en algo más que mera fantasía.
Hace dos años exactamente dos años, fue que desaparecieron a Ren, un buen amigo periodista que vivía en Londres pero que nació en Pekín, y que estaba por dar con la verdadera causa de la crisis financiera. Ren era muy apasionado con su trabajo, y no se doblegaba ante nada, y fue precisamente por eso que hoy no está con nosotros, por querer abrir una caja de pandora.
Ren era un crítico acérrimo de lo que sucedía fuera de nuestra realidad. No temía en lo absoluto exponer las verdades de gente influyente, y de gente mala. Uno de sus trabajos más prolijos fue cuando cubrió un reportaje entero y expuso una red de narcotráfico liderada por un ministro, era una total locura. el caso fue tan conocido que eso lo puso en el radar de los que de verdad movían los hilos.
En su podcast lo decía todo, y ya había ganado toda una audiencia inmensa, basándose fuertemente en situaciones que parecían irreales, y que incluían nombres que podían perjudicar fuertemente el panorama mundial. Él solo creía en la justicia.
Y pues... habló de más, e insinuó una conspiración sin precedentes, y su error más mortal fue anunciarlo con bombos y platillos, todo lo que iba a suceder, en su podcast estelar del domingo. Misteriosamente ese podcast nunca llegó. La gente se preguntaba por qué, pero Ren nunca publicó luego de ese día en sus redes sociales. En ninguna.
Desapareció sin dejar rastro. Y cuando hicimos una denuncia formal, nuestro caso no fue tomado. Tratamos de hacer tendencia en la red, pero nos bloqueaban sin explicación, y en la única red social donde pudimos publicar, nos bombardearon de bots que desmentían la noticia. Incluso llegaron a subir un vídeo de "Ren" presuntamente disfrutando de unas vacaciones en una isla del Caribe, aunque no aclaraban cual. Ren odiaba la playa.
Esto se salió de control, pero dejó un precedente y es quienes sean esos que se atreven a anularnos, saben que lo pueden lograr sin importar qué, porque sinceramente ellos son los que deciden.
Akram Ahmad. 2022
Fuente de la imagen de portada aquí
La verdad de unos conlleva la mentira de muchos y son precisamente esos los que se encargan de enmudecer, para que no salga a la luz aquello que debería.
Es duro pero real. Y la historia que cuentas no fue la primera de este estilo, así como tampoco será la última.