Derramamiento de ideas
Ocurrió algo horrible, dudo que pueda recuperarse ese hombre de todo lo que le ha sucedido. Es un hecho sin precedentes, todos están escandalizados y sorprendidos, con una cuota de culpa que los ahoga en querer pensar que las cosas podían ser distintas si ellos hubiesen estado más atentos a los detalles.
Tez morena, 25 años, estatura promedio. Así fue identificado el sujeto que hizo lo impensable, y que conmocionó a toda una población. El miedo y la incertidumbre atacan este poblado, mientras la duda se asoma al no saber que deparará el futuro para ellos, que miraban con detenimiento algo que sin duda cambiaría su forma de ver el mundo.
Aquel hombre infame decidió ir en contra de toda regla y designio establecido y decidió abrirse camino a un lugar que jamás habían visitado esos pobres habitantes, temerosos de una destrucción masiva que acabara con ellos totalmente.
Ese monstruo de 1,68 metros de altura había decidido pensar por si mismo, y darle oportunidad a sus instintos creativos. Entendió que jamás podría cambiar su situación, si seguía pensando como aquel pequeño poblado lo hacía, porque para ellos estaba bien, pero el sentía como algo dentro de él se consumía cada día que pasaba, y no lograba algo distinto.
Demasiadas distracciones lo mantenían en esa burbuja de ignorancia. No se necesitaba ser especial, porque en esencia ya lo tenían todo, aunque él sintiera que no tuviera nada. Desarrolló ideas que desmoronaron la cordura de sus vecinos, pero que significaban el dar un paso adelante a cosas mejores. Tuvo que huir, allí no podría explotar su potencial.
"Hereje pretencioso que quiere negar sus raíces", básicamente así le conocían. Un sujeto que simplemente se cansó de hacer las cosas igual, ahora debía huir de su hogar para ampliar sus horizontes. Pero no pasa nada, todo era con un fin, porque al final se dio cuenta que abandonando ese espacio, el mundo entero se convertiría en su hogar, y eso le aliviaba.
Se rompieron las cadenas de la ignorancia, y al fin el libre albedrío no quedó como algo que solo se lee en la biblia, ahora si que se sentía real.
Ya podía respirar tranquilo, porque al fin podría darle vida a eso que solamente soñaba, y que por años había considerado su familia como delirios de locura, y no como ideas que de verdad podrían cambiar el mundo.
El momento es ahora, el momento de seguir avanzando.
Foto de portada cortesía de Pexels.
Muy bonito como nos cuentas la historia. Eso pasa mucho en esos pueblos y campos de Dios.