Es obvio que la tecnología ha alcanzado unas velocidades de desarrollo inmensas. Ha evolucionado más en los últimos 30 años que en toda la historia en este aspecto. Para algunos es fácil recordar cuando (hace no mucho) había que recurrir a sobres, sellos y mucha paciencia para enviar un monólogo y recibir otro un tiempo después.
En el sector de las telecomunicaciones, al día de hoy somos capaces de interrumpirnos vía WhatsApp o de hacer Zoom con una persona residente en Australia que está viajando en ese mismo momento a Inglaterra. Uno no ha acabado de descubrir las bondades de su teléfono inteligente, cuando ya se ha quedado obsoleto y ha salido el modelo siguiente y otros tres competidores más avanzados.
En el sector del deporte, el campo de la nanotecnología han permitan que existan Balones que tardan más tiempo en desinflarse, tablas de surf más ligeras o pelotas de golf que resisten las superficies de mejor manera y evitan moverse.
En el sector salud, la tecnología ha permitido que se integre todos los canales de comunicación con los que cuenta el servicio a un paciente, pero sobre todo, que estén sincronizados para brindar una atención unificada y coherente. Cada vez más los expertos buscan tener actualizados e integrados los datos de los pacientes, con el fin de agilizar la atención y sobre todo de que esta sea más confiable y empática. Avances tecnológicos muy importantes con los que ya muchos paises cuentan en tiempos de la pandemia.
El internet de las cosas es un término del que escuchamos hablar constantemente desde hace algún tiempo y representa la forma en la que cosas cotidianas que se conectan a Internet y actúan en sinergia logrando ser un todo integrado. Se trata de una red que interconecta objetos físicos mediante hardwares especializados que le permite no solo la conectividad al Internet, sino que además programa eventos específicos en función de las tareas que le sean dictadas remotamente. Tu refrigueador podría avisarte el inventario de productos que tienes (o no tienes) disponibles, y así agilizar el proceso de compra en el supermercado.
La cadena de bloques, más conocida por el término en inglés Blockchain, es un registro único, consensuado y distribuido en varios nodos de una red. En el caso de las criptomonedas, podemos pensarlo como el libro contable donde se registra cada una de las transacciones. Las empresas hoy en día obtienen una mayor seguridad y monetización de su negocio gracias a esta estructura de datos.
Para los próximos años, se estima que estas cadenas de bloque pueden estar aplicadas en otros sectores como propiedades intelectuales, seguridad alimentaria o administración de bienes. Principalmente, las instituciones esperan ver un desarrollo en Blockchain que se centre en prevenir el fraude en Internet y la fuga de información.
Realidad virtual aplicada al mundo de los videojuegos, televisores con mayor nitidez que nuestra propia vista, computadores y telefónos cada vez más inteligentes. La lista de avances tecnológicos es infinita. Esta velocidad de evolución en las tecnologías a veces produce vértigo y es habitual que nos hagamos la siguiente pregunta “¿Dónde llegaremos?”… En muchos de los casos, la tecnología ha sido concebida como vehículo para hacer nuestra vida más entretenida, más llevadera, más cómoda, más globalizada.
Estar preparados respecto a las tendencias tecnológicas para el futuro no es una mala idea, por el contrario, debemos desarrollar una actitud de investigación para saber cómo abordar estos cambios venideros antes de que estos lleguen y nos tomen por sorpresa.
Fotos de portada: https://www.pexels.com/es-es/foto/gagdets-sobre-superficie-de-madera-325153
N008.2021-10-02
También ha nacido el amor o romance entre personas que no se conocen físicamente y viven en ciudades separadas geográficamente. El amor por Internet existe, y aún más en tiempo de pandemia. La tecnología desde hace tiempo también está en la cama, y duerme con la compañía de dos personas separadas por la distancia. Interesante tu artículo,.