¿Qué diantres hago aquí?

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Me atrajeron, me empujaron, me animaron y al final, lo lograron... ¿Cuánto tiempo? ¿Quién sabe?

Por dónde empiezo… por el nombre.

Me conocerán como Oriwan, un pseudónimo mitad real, mitad ficción, surgido de la identificación -exagerada- con determinado personaje de una saga que empieza por S y termina por Wars.

Me fue adjudicado como fruto de hilarantes desvaríos que tuvieron lugar en una sede laboral de antaño que nunca olvidaré y que me legó un buen puñado de amigos de dudosa reputación mental.

Podría decir que me sentí honrada, no sólo porque -según parece- en algo tuvo que ver mi capacidad de instruir en la materia que fuera a cualquier sujeto, sino por el reconocimiento a mi paciencia, o dicho de otro modo, a no dar nunca a nadie por perdido, aunque llevara escrito en neón amarillo y mayúsculas un “AQUÍ NO HAY NADA QUE HACER”.

Si no han entendido nada de lo anterior, quizás sea el momento de tomar algo que les ayude a continuar -aire, bebida, dulce...elija- porque esto no ha hecho más que empezar.

Y aunque acabo de decir “empezar”, en mis textos no hay rumbo cronológico, lo cual es una ironía, ya que en algún rincón -de cuyo nombre no quiero acordarme- se halla un documento empolvado que pone que soy “Historiadora del Arte” y no lo robé, aunque sí lo recogí con escepticismo y un toque de desdén, asumiendo mi parte en esta comedia legendaria a la que llamamos (de)formación universitaria y que encima sólo una minoría tiene el lujo de poder recibir.

Ese rectángulo de papel tintado significó un giro de guión para un periplo vital en el que venía siendo incapaz de terminar lo que empezaba. Tampoco voy a negar que pude disfrutar un poco de todo lo que me brindó su obtención. Digamos que quedamos más o menos a mano y que la cosa no acabó ahí.

Seguí -pensaba que debía hacerlo- estudiando y terminé un posgrado de título rimbombante -se me atraganta, así que se los voy a ahorrar-, y que como su predecesor, también está gozando de una vida tranquila en ninguna parte y sin ninguna ocupación...

¿Siguen aquí? Me tienen asombrada...luego me cuentan lo que tomaron

En mi primera época universitaria, cuando estudiaba una carrera de nombre menos ostentoso pero de mayor calado en mi sistema de irrigación mental (Letras -Qué fácil, qué corto, qué conciso-), tuve la suerte de coincidir con un pequeño manojo de genios que me enseñaron muchísimo. Me inyectaron algunos de mis escritores preferidos y me remolcaron de un lado a otro por vivencias que forjaron mis primeros contactos con el mundo.

Apenas contaba con 17 años y me fui con 19, se trató de una etapa muy corta, aunque importante. Porque ahí pude aprender y compartir mi pasión por la lectura y la escritura en aulas, pasillos, patios y jardines sumamente diversos y divergentes.

Está claro que pude aprovecharla mucho más de lo que hice luego, con la carrera que terminé porque [metan aquí cualquier tipo de drama personal de su apetencia, yo no voy a aburrirles con el mío].

Independientemente de lo que hayan indicado arriba, lo que importa es que influyó en que toda esta actividad se pausara durante un buen tiempo, hasta hace muy poco, cuando llegué -muy pero que muy a regañadientes- a noise.cash y volví a mover una -bastante oxidada- maquinaria interna que -parece- sigue funcionando (¿o no?).

Sin embargo, el formato de publicación y lo errático de su funcionamiento interno no terminan de convencerme, o de animarme lo suficiente como para dedicarle mucho tiempo.

Me conformo con pasear por determinados espacios y perfiles, en los que realmente disfruto, y a moderar en el canal En Español. Fue gracias a la persistencia de varios de sus usuarios (Sarahi, Kike, Loucy, Fuga) que he llegado hasta aquí, ahora.

A estas alturas, ya no les voy a sorprender si volvemos al presente y les revelo que no me dedico a nada relacionado con lo que decidí formarme.

Y bueno, dejando de lado la frustración que -no negaré- me provoca este dislate, es posible que utilice estos espacios para drenar una mente cansada de que el realismo la lleve atada en corto. No solamente con mis -extrañas- publicaciones, sino con la lectura de un montón de contenidos que se pasean por estos lares, y que cada día parecen ser más.

Me toca pensar con qué voy a comenzar. Les adelanto que elegiré alguno de los temas propuestos por @SaraEscribe en su dinámica de las “30 ideas para escribir durante un mes o más.”

Así que -si después de aguantar esta perorata decides que te divierte mi angustia mental- tendremos una próxima cita temática, que tienes 1/30 posibilidades de predecir.

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Imagen de Portada: Fotografía de Hadija Saidi en Unsplash y editada por mí en Canva.