Lo que sigo siendo...1
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Todas las tardes, luego de llegar del colegio, me duchaba y emocionada iba A jugar con ella. Vive al lado de casa. El corazón me latía tanto. Que sentía se salía de mi pecho. Yo a penas tenía 10 y ella 9 años, pero esa sensación en cada una de nosotras cuando nos mirábamos era especial. Había más, como si algo nos hubiera unido en una vida anterior y seguía vivo en el presente. Nos sentamos una al lado de la otra en su habitación. Hablamos de nuestro día, esperando con ansias lo que pasó después. ¡De pronto! Se abalanzaba sobre mí, y un beso apasionado nos volvía una...