La diabetes mellitus es un proceso crónico que aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que genera.
El pie es una de las partes del cuerpo que puede verse más afectada por esta enfermedad, dando lugar a lo que conocemos como "pie diabético”
El pie diabético es una ulceración de los tejidos que forman el pie en pacientes con Diabetes Mellitus. Aparece cuando los niveles de glucosa en sangre son inadecuados y se convierte en úlcera cuando no ha sido bien tratado de forma precoz, por lo que es muy importante que se vigilen los pies de las personas con diabetes. Puede aparecer en, al menos, un 20% de las personas diabéticas.
Es una de las diferentes complicaciones que pueden tener las personas diabéticas. La neuropatía diabética, de hecho, es el primer factor de inicio de la úlcera (junto con pequeños traumatismos y deformidades del pie). Las ulceraciones del pie diabético normalmente se infectan fácilmente y esto, junto con problemas de circulación y afectación de nervios y vasos sanguíneos, aporta menor sangre a los tejidos, pudiendo conllevar gangrena. Esto puede provocar la necesitad de amputar, en casos extremos.
Pronóstico de la enfermedad
Es muy importante un diagnóstico y tratamiento precoz del pie diabético, ya que puede derivar en una peor ulceración e incluso en tener que amputar la extremidad, en caso de gangrena. Además, el diagnóstico precoz es importante porque más de la mitad de los pacientes pueden no tener síntomas. De hecho, el pie diabético puede ser considerado un marcador pronóstico de la enfermedad.
En el pronóstico del pie diabético, sea favorable o no, es esencial determinar la situación arterial de la extremidad, es decir, si el paciente ha desarrollado la angiopatía de forma concomitante y no tiene pulso en el pie, las posibilidades de curación son menores. En cambio, si se trata de una neuropatía y el pulso “pedio” es palpable, las curas locales podrán aplicarse y el pronóstico no será tan negativo.
Síntomas de pie diabético
El síntoma principal del pie diabético es la aparición de heridas y úlceras en el pie, cosa que hay que controlar y cuidar especialmente. Además de esto, los síntomas habituales del pie diabético son:
Hormigueos y calambres
Ausencia de sensibilidad en los pies
Conversión de las heridas en úlceras
El riesgo más importante para los pacientes diabéticos es la disminución de la sensibilidad y que haya mala circulación en el pie. Esto puede derivar en que se formen úlceras (algunas graves), lo que será la principal causa de posibles amputaciones. La mayoría de heridas son causadas porque se da una disminución de la sensibilidad en el pie, y suelen aparecer en la planta de este o en zonas cercanas al hueso (nudillos y dedos, sobre todo). Por lo tanto, si un paciente diabético ve que tiene una úlcera debe acudir de inmediato al especialista.
Pruebas médicas para el pie diabético
Se recomienda realizar una exploración de los pies de todo paciente diabético para detectar una polineuropatía. Esto debe hacerse una vez al año o de manera más frecuente si la persona suele sufrir frecuentemente heridas o úlceras. La exploración del pie diabético debe basarse en una serie de medidas. Así, el especialista deberá estudiar los siguientes parámetros:
Pérdida de sensibilidad.
Deformidades del pie.
Hallux valgus.
Dedos en martillo o garra.
Aspecto y posibles alteraciones en el pie, como grietas, heridas, úlceras, piel seca, eccema o micosis.
Aumento de la presión en la planta del pie por callosidades o eritrema.
Enfermedad periférica vascular arterosclerótica.
Análisis de las uñas de los pies: onicomicosis (hongos en las uñas de los pies), cómo están cortadas las uñas (debe ser en línea recta).
¿Cuáles son las causas del pie diabético?
El pie diabético aparece cuando los niveles de glucosa en sangre son inadecuados, así como otros factores que suelen darse en muchos pacientes diabéticos (hipertensión arterial, hipercolesterolemia). Todo esto provoca daños en los vasos sanguíneos y en los nervios, que puede provocar complicaciones en las extremidades inferiores.
Hay varios factores que pueden incidir en el pie diabético. Básicamente son: la neuropatía periférica, la enfermedad vascular periférica y la inmunopatía.
Así, la neuropatía periférica es la causa más importante del pie diabético. Afecta a los nervios sensoriales (altera la sensibilidad periférica ante estímulos dolorosos) y también los motores, atrofiando los músculos del pie (deformándolo), provocando dedos en martillo, hallux valgus o dedos en garra. También se añade aquí la neuropatía autonómica que, al provocar una disminución de la sudoración, da lugar a una piel seca, hiperqueratosis o durezas y grietas.
La enfermedad vascular periférica en personas diabéticas se manifiesta con lesiones arterioescleróticas en varias regiones arteriales. De esta forma, las arterias de las extremidades inferiores más afectadas son las tibiales y femoral profunda. Otra característica es la calcificación que se produce en la capa media arterial, que no obstruyen pero sí producen alteraciones.
Por otra parte, la microangiopatía diabética es otro factor determinante en la isquemia del pie diabético. Sin embargo, recientes estudios han demostrado que no es obstructiva pero sí funcional, por lo que puede favorecer la infección pero no es determinante en la isquemia de la extremidad que se ve afectada.
Respecto a la inmunopatía del paciente con diabetes, se refiere a la alteración de la función leucocitaria, como consecuencia de hiperglucemia. Esto favorece la infección de las úlceras.
¿Se puede prevenir?
Es muy importante un programa de prevención para reducir los índices de amputación. Lo primero y más importante es hacer entender al paciente diabético lo que conlleva su enfermedad, la importancia del buen control de la misma y las consecuencias que puede tener si no se realizan unos cuidados correctos. No todas las personas tienen el mismo riesgo de sufrir pie diabético. Tienen más riesgo las personas con neuropatía periférica, deformidades en el pie, enfermedad vascular periférica y antecedentes de úlcera o amputaciones. También hay factores que pueden acelerar o multiplicar la posibilidad de sufrir pie diabético, tales como acumular más de 10 años de evolución de la diabetes con mal control metabólico (glucemias constantes), malos hábitos de higiene en los pies, uso de calzado inadecuado, tabaquismo, obesidad o hipertensión, entre otros.
En cualquier caso, para prevenirlo es importante un abordaje multidisciplinar, para instruir al paciente en la enfermedad y mejorar su capacidad de control.
Las medidas preventivas que debe llevar el paciente son:
Controlar de forma rigurosa los niveles de glucosa
No fumar
Inspeccionar diariamente los pies
Lavar los pies de forma periódica con agua templada
Secar bien los pies
No emplear productos que irriten
Hidratar los pies, evitando el exceso de crema
Cortar y limar las uñas en línea recta
Cuidado de los callos, durezas y uñas gruesas por el podólogo
No caminar descalzo
Inspeccionar los zapatos antes de ponérselos, evitando que haya algo que pueda causar heridas
Cambiarse diariamente los calcetines
Evitar el calzado apretado
No utilizar mantas eléctricas o calentadores, para evitar quemaduras
Tratamientos para el pie diabético
Lo principal en el pie diabético es la prevención. El tratamiento de las lesiones o úlceras debe orientarse en paliar la causa; en concreto, el alivio de la presión plantar, que puede conseguirse con reposo o evitando apoyar el pie.
Además de aliviar la presión, la úlcera debe limpiarse regularmente, eliminando las posibles callosidades y el tejido que pueda formarse a su alrededor, porque facilita la formación de una herida.
Si el paciente demuestra insuficiencia vascular, es el especialista en Angiología y Cirugía Vascular quien debe evaluarle, lo que será importante si la herida no se cura al cabo de 6 semanas. Para evaluar el pie deben realizarse radiografías e ir repitiéndolas si sigue la infección, para descartar o detectar una posible alteración osteomielítica.
Normalmente se recomendará tratamiento antibiótico si hay infección. Este antibiótico será de amplio espectro con cobertura aeróbica y anaerobia, ya que la úlcera puede estar llena de múltiples microorganismos, algunos de los cuales pueden ser la causa de una infección invasiva.
Solo se indica la hospitalización del paciente cuando no pueda descansar el pie de forma ambulatoria, y cuando la herida no cure o haya infección grave.
¿Qué especialista lo trata?
El pie diabético requiere de un abordaje multidisciplinar, ya que son muchas las alteraciones que puede sufrir la extremidad. Así, según la afectación del pie y las causas que han producido la infección pueden intervenir especialistas en Angiología y Cirugía Vascular, en Cirugía General, en Flebología, en Traumatología, en Medicina Interna, en Medicina Física y Rehabilitación e incluso en Ozonoterapia.
Consejos para prevenir úlceras
La diabetes es la causa más frecuente de amputación del pie en países desarrollados y se estima que el número de pacientes diabéticos diagnosticados va a aumentar significativamente. Muchas de estas amputaciones se podrían evitar, en la medida de lo posible, si se realizasen las acciones preventivas necesarias. A continuación, te exponemos una serie de consejos.
1.- Realizar el cribaje neuropático y vasculopático
Se recomienda realizar una vez al año el cribaje neuropático y vasculopático para comprobar el estado y la evolución de la enfermedad. Destacar que, en pacientes de riesgo, es recomendable hacerlo cada seis meses.
2.- Observa a diario el pie
Es aconsejable que todos los días observemos con detenimiento los pies prestando especial atención a la punta del dedo gordo, al resto de dedos sobre todo por la parte de abajo, al talón y a la planta sin olvidar tampoco la zona exterior del pie. Si vemos que aparece alguna rozadura, herida o enrojecimiento lo ideal es acudir a un especialista porque, como se suele decir, "más vale prevenir que curar". Se recomienda prestar atención a 5 zonas del pie: punta del dedo gordo, parte inferior del resto de dedos, talón, planta y zona exterior del pie.
3.- Cuidado al cortar las uñas:
El corte debe ser recto utilizando un cortaúñas o un alicate recto, e intentando no dejar nunca esquinas ya que esto nos puede generar una lesión en la piel. En pacientes con diabetes, una pequeña herida a la que podríamos no darle importancia puede ser el punto de partida de una posible infección. Por ello, te aconsejamos que acudas al podólogo si es necesario para evitar este tipo de problemas. Puede parecer algo banal pero no lo es.
4.- Presta especial atención a la higiene
En un paciente diabético es importante lavar todos los días los pies y mantenerlos muy limpios. Es recomendable hacerlo con agua tibia y jabón. Cabe recordar que muchos pacientes no tienen sensibilidad en esta parte del cuerpo y no sentir el agua demasiado caliente puede generarle una quemadura. Por este motivo, también tendremos que evitar calentar los pies con bolsas de agua o colocarlos cerca de estufas y radiadores.
Secar bien los pies también será fundamental al igual que hidratarlos con cremas específicas, cuidarlos para evitar la aparición de callosidades o durezas o aplicar unos polvos si sudan en exceso.
5.- Un calzado de calidad con calcetines sintéticos
Los mejores zapatos son los de piel. Es recomendable revisar su interior todos los días ya que una pequeña piedra, por ejemplo, puede causar una herida.
Así pues, hay que extremar las precauciones en cuanto al calzado. A continuación, detallamos los aspectos más relevantes en cuanto a sus características:
- Escoger un calzado que no oprima ni desajuste y sea ligero.
- La numeración basada en la anchura del antepié.
- La pala debe ser amplia y alta (licra preferentemente).
- El interior no debe llevar costuras.
- La suela tiene que ser de goma y antideslizante.
- El tacón debe tener 2 o 3 centímetros.
- Calzado acordonado o con velcros.
- Contrafuerte semirrígido.
- Los materiales del corte del calzado deben ser traspirables como la piel.
Si estrenamos zapatos o zapatillas, hay que intentar llevarlos por la tarde y menos de una hora al día. Además, por casa no hay que caminar descalzos sino con unas zapatillas cómodas. Tampoco por piscinas o playas.
Por otro lado, los calcetines también tendrán un papel destacado. Te recomendamos que sean sintéticos, sin grandes costuras y que no aprieten ya que así la sangre circulará mejor.
Prevención ¿en qué consiste el estudio neuropático y vascular?
Además de los consejos expuestos anteriormente, para prevenir los problemas a corto y largo plazo es aconsejable realizar un estudio neuropático y vascular
¿en qué consiste este estudio?
Se realizan diferentes pruebas con el objetivo de determinar el grado de afectación en la sensibilidad del pie y el grado de aporte sanguíneo. Algunas de las pruebas son las siguientes:
1.- Exploración de la sensibilidad (Neuropatía Diabética)
Mediante el uso de determinados aparatos se diagnostica el grado de afección de la sensibilidad en el pie que tiene el paciente. Se evalúa tanto la sensibilidad profunda como la superficial.
Es muy importante detectar de manera precoz la disminución de sensibilidad (neuropatía) para establecer planes de prevención que puedan evitar problemas en el paciente y para monitorizar la afección de la neuropatía en el tiempo. A través de un diapasón y monofilamento, se realiza la inspección profunda o propioceptiva.
2.- Exploración vascular (Vasculopatía Diabética)
Esta exploración nos permite valorar el estado del aporte sanguíneo que recibe el pie con el objetivo de poder derivar el paciente al médico vascular en los casos necesarios. Se realiza utilizando un aparato llamado Doppler.
3.- Estudio Baropodométrico
Nos ayuda a predecir lo que puede suceder (aparición de una úlcera, lesión e incluso amputación) al obtener el análisis estático y dinámico de las presiones plantares del paciente y diagnosticar potenciales problemas derivados de excesos de presión en determinadas zonas de la planta del pie.
Uso de Plantillas personalizadas
Si sabemos que la causa principal de la ulceración es la presión mantenida en un punto concreto del pie y si somos capaces de detectar esos puntos de presión antes de que se forme la úlcera, mediante una plantilla personalizada podremos eliminar los puntos de sobrecarga minimizando en gran medida el riesgo de ulceración.
Para todo ello, utilizamos la metodología patentada de Podoactiva gracias a la cual obtenemos un molde virtual del pie con total precisión. Posteriormente, se diseña por nuestro equipo de ingeniería y se fabrica la plantilla de forma robotizada, usando materiales específicos que nos permitan eliminar los puntos de sobrecarga detectados en el pie. ¿Qué conseguimos?
1. Redistribución de las presiones
2. Contención de deformidades
3. Compensación de las alteraciones biométricas
Es importante entender que el hecho de sufrir diabetes no debe de relacionarse directamente con sufrir problemas de ulceraciones ni amputaciones en los pies, ni mucho menos. Lo importante es entender que los pies son una parte sensible en este tipo de pacientes y que es conveniente realizar las revisiones oportunas con los medios adecuados para poder realizar todas aquellas acciones preventivas necesarias para evitar cualquier complicación. Si aparece una herida aunque sea mínima, no debemos dudar, hay que acudir a consulta.
En definitiva, nuestro consejo es acudir periódicamente al podólogo para realizar la inspección y cuidados del pie (corte de uñas correcto, deslaminación de callosidades, tratamientos de helomas, etc.) y una vez al año repetir el estudio neuropático y vascular para poder valorar la evolución de la posible vasculopatía y neuropatía para realizar las acciones preventivas necesarias.