La pasión por la lectura.
De niña.
En un post de noise.cash he dejado plasmado que mi padre fue mi inspiración para comenzar a dar los primeros pasos en el mundo de las páginas y los títulos. Él, con su profesión de magisterio, despertó en mí la pasión que un día quise despertar en mi hijo.
La tenencia de libreros en casa creo es una de las mayores posibilidades para que un niño despierte la curiosidad por leer, quizás a todos nos leían antes de dormir cada noche y de regalo de cumpleaños nos daban libros de historietas de superhéroes.
Pero no por eso sentimos la pasión por la lectura. En mi caso de pequeña mi padre al salir de la escuela me llevaba a comprar una golosina, pero siempre pasaba y me compraba un libro de cuentos en el estanquillo más cercano.; me iba contando historias que había leído y me había referencia a lo hermoso que era ese libro de donde había salido lo que platicaba, además casi siempre mencionaba al autor.
Mi madre leía menos, pero me hacía un monedero para cuando me buscaba a la escuela y yo le pedía un libro nuevo; ella quería que mi librero fuera un orgullo para mí.
Por aquellos tiempos nos mudamos con frecuencia y siempre me colocaban en mi cuarto, aunque fuera unas tablas donde poner mis preciados tesoros.
Y el legado?
El legado por la lectura solo quedó en mí, con la enfermedad de mi abuela, mi padre no pudo dedicarle el tiempo a mis dos hermanos, de manera que al abandonar la casa e irme a vivir con mi madre los libros de él fueron a parar a cajas y las polillas se alimentaron por mucho tiempo.
Mis hermanos no leen y ya mi padre no está, yo diría que les faltó ese padre realmente lector y que contaba historias de libros hasta la hora de cenar.
Leer es la mejor manera de crecer, de tener fortuna, de mejorar el alma... parafraseando a José Martí.
Hoy siento que debí donar esa colección de libros tan valiosa a la biblioteca de una escuela, es algo en lo que llamo la atención, los libros entre más viejos más valor tienen.
Mi hijo.
Cuando mi hijo nació saqué de mi librero los adecuados según crecía, se los aprendía de memoria y una vez comenzó a leer ya los hojeaba y preguntada:¿mamá que es tal término u otro? Como hicieron mis padres conmigo lo enseñé a buscar en diccionario.
Pero les cuento que con él paso del tiempo mi hijo desarrolló la pasión por el juego digital y por los documentales que le contaban de manera virtual los clásicos con versiones de películas o series.
Muchas veces discutimos sobre determinados autores y sobre las verdaderas historias, las cuales llevadas a estos géneros, nos hacían perder muchas veces la esencia del libro.
Algo así como:
La Vuelta al mundo en 80 días. De Julio Verne.
Los Miserables. De Victor Hugo
El sueño de una noche de verano. De William Shakespeare.
Entre mucha otras obras, la realidad que muchas son versionadas sin perder la esencia del libro con su olor nauseabundo y de sus hojas carmelita que con mucho cuidado leí en la biblioteca de mi escuela.
¿Leen los jóvenes hoy?
Muchas veces trato por mi trabajo con muchos jóvenes que han despertado la pasión por la lectura y me siento orgullosa, creo que al día de hoy tienen la posibilidad de encontrar los libros más fácil en Internet y leer en una aplicación o un dispositivo creado para ello.
Muchos pasan a la universidad y sus investigaciones crecen por el buen conocimiento que tienen del manejo de los libros, sacando sus mejores provechos.
¿Qué sientes sucede en tu vida y tu comunidad respecto a la lectura?
¿Consideras oportuna la lectura desde pequeño? .
Los niños suelen imitar todo lo que ven, y en mi casa no fué la excepción, pues mi papá se sentaba a leer novelitas de baquero, mi mamá a sua mada Corín Tellado y mis hermanos cualquier historieta que intercambiaban, uno de mis hermanos amaba imponerme los castigos en base a lecturas, para cuando me di cuenta debieron comenzar a idear otro castigo, que realmente doliera.