Sobre las motivaciones. Noise.cash: escribir, leer… y algo más.
En momentos de incertidumbre es cuando se ven las verdaderas motivaciones de las personas. Lo hemos podido ver claramente en los últimos días en los que, ante el primer pequeño inconveniente, siempre hay quien tiende a desistir y a abandonarlo todo. Incluso, quienes parecen estar deseando que todo fracase para poder proclamar su rabia y su frustración injustificadas con un ‘¿veis como tenía razón? Nada de esto merece la pena’.
Pues sí que merece, sí. Al menos eso creo yo.
Pero pasa por no tener unas excesivas expectativas autogeneradas, además de un ego desmesurado que pretende recibir cheques que su talento no cubre (¡Yo me lo merezco! Los demás no).
En definitiva, pasa por tener las motivaciones adecuadas.
Como no puedo hablar de las motivaciones de las demás personas porque las desconozco, les contaré sobre las mías. Y también sobre mis desmotivaciones cuando no logro abarcar lo que pretendo o cuando las cosas no suceden como pensé que sucederían.
Ya lo he dicho muchas veces, pero lo digo una vez más. Empecé a investigar sobre criptomonedas durante el confinamiento provocado por la pandemia de COVID19, no por un afán especulativo, sino por mero interés y curiosidad.
También me dediqué a convertir antiguos ordenadores en retroconsolas, a cultivar plantar carnívoras y a aprender sobre ellas, a hacer horchata, a inventarme un juego de mesa sobre Desarrollo Sostenible... En fin, que necesitaba llenar mi tiempo en aislamiento y soy una persona bastante inquieta.
Así llegue también a noise.cash donde encontré una especie de ‘ventana al mundo’ que me permitía aprender sobre cientos de temas y entrar en contacto con personas lejanas que viven vidas muy distintas y en contextos muy distintos. En otras palabras: a expandir mi conocimiento y mi mirada del mundo. Y todo ello, me servía, además, como una excelente manera de evitar la soledad fruto del aislamiento.
Pronto llegaron otras motivaciones. Sentí que gente excepcional deambulaba por estas plataformas envuelta en una idea absurda de ‘cumplir con una tarea para obtener una recompensa en criptomonedas’. Tras andar de faucet en faucet, esa es la idea que les quedaba y que cuajaba en sus mentes. Acaban alienadas trasladándose de un lado a otro a causa de estas dinámicas migratorias ‘busca monedas gratis’ promovidas, sobre todo, por videos en youtube.
Pero me pareció que noise.cash era algo más. Mucho más. Un proyecto mucho más estable y mucho más fiable. Y lo mejor es que se basa en una criptomoneda de uso real, y no puramente especulativa. Así que, la gente realmente podía ver materializado su talento. No como un número en un Exchange, sino como algo real que compró gracias a él. Sentí que se podía hacer algo para que esas personas sacasen a relucir sus habilidades y no se limitaran a escribir banalidades. A cumplir una tarea monótona y alienante.
Así nació nuestro canal. Con esa idea. Con esa motivación. Aglutinar a personas que realmente tienen algo que contar y que merecen ser leídas, apoyadas y escuchadas. Un entorno capaz de potenciar las virtudes de muchas personas con talento que se veían apagadas, mustias, escribiendo muy por debajo de sus posibilidades.
¡Y aburriéndose! a cambio de unos pocos satoshis como quien se aburre cuando hace reiteradamente algo banal y rutinario que no supone ningún reto, ningún esfuerzo.
Esa fue mi motivación. No la de conseguir más visibilidad, o miles de seguidores, o miles de suscriptores o mucho apoyo para mi. Sino la de provocar un entorno divertido donde la gente con talento y algo que aportar a los demás pudiese brillar y conseguir apoyos. No tanto de mi, a modo de ‘mecenas’, sino del resto. Cada cual los suyos, según sus gustos y preferencias. En otras palabras: una comunidad en la que el talento podría florecer y visibilizarse entre millones de contenidos absurdos que los opacaban.
¿Pero saben qué? Aunque creo que lo hemos logrado y siento satisfacción (y profundo agradecimiento con todos los que han contribuido a esa idea de manera completamente altruista), también siento cierta frustración.
El confinamiento acabó, y volvió la vida cotidiana. El trabajo, cada vez más exigente, la falta de tiempo… Recuerdo que antes leía absolutamente TODO cuanto se publicaba en el canal. Ahora cada vez me cuesta más por falta de tiempo y siento que me cuesta inventar un nuevo juego o proponer un tema interesante para que podamos debatir sobre él. En parte, siento que ya no puedo controlar todos los aspectos de nuestra pequeña comunidad.
Pero por otra… ¿no es eso lo que pretendía? Se trataba de hacer un esfuerzo inicial, de controlarlo todo al principio, para que después esa comunidad que surgiese tomase su propia deriva de manera autónoma.
Por una parte, eso me alegra. Pero por otra, aún no se ha establecido una dinámica sistémica interna para que funcione sola (al menos como pretendía). Poco a poco las propuestas y las dinámicas salen de los propios/as suscriptores/as, alguien discute una norma o propone un tema. Pero aún falta que se desapeguen de mi y de la moderación. Como siempre dije no es ‘MI canal’ (yo solo lo creé), es ‘SU canal’.
Pueden inventar, pueden proponer, pueden plantear lo que quieran… ¡tienen todo el derecho! ¡Funciona gracias a sus contenidos y a la vida que le dan! No gracias a mi ni a la moderación que solo velamos por mantener el canal dentro de los parámetros que, entre todos y todas, decidamos que queremos preservar.
Ver la evolución del canal, de su gente, de su talento de sus habilidades… esa mi la verdadera motivación. Me gusta pensar en que algo hemos tenido que ver en ello.
Y me gusta pensar que cuando pase el tiempo, tal vez algunos nos recuerden como partícipes de un bonito momento en sus vidas en el que coincidimos en una red social y disfrutamos muchos unos de otras.
Particularmente, yo te felicito; porque has logrado lo que tus intenciones querían, nos has brindado una serie de situaciones que nos han permitido unirnos, dinámicas excelentes que nos han permitido desarrollar nuestras capacidades de crear contenido y, sobre todo, la interacción entre todos nos ha unido de una buena manera. Creo que cada día logras más y que por lo tanto habrá mejores cosas que nos vas a ofrecer. Yo estoy encantado con tus contenidos y publicaciones.