Es una pregunta que parece que todos y todas podemos responder. Pero si reflexionan sobre ello no es una cuestión nada fácil.
Leía recientemente el interesante artículo de @soyunasantacruz [pueden leerlo aquí] que, en gran medida, reflexiona sobre este tema. Ella se pregunta si para SER alguien en la vida hay que estudiar.
Diría que gran parte de nosotros y nosotras respondería con un rotundo SÍ. Para prosperar, tener conocimientos, libertad de pensamientos, etc. parece que es obligatorio estudiar. O al menos, aprender a lo largo de la vida. Una cuestión distinta es si ese aprendizaje debe corresponder a la enseñanza reglada (colegio, instituto, universidad) o se puede aprender por otras vías.
Particularmente no creo que el conocimiento esté exclusivamente encerrado entre cuatro paredes, ni tampoco que exista una única manera de aprender conocimientos valiosos. Pero fíjense que nada de eso guarda relación con la pregunta.
¿Quién soy? ¿Quiénes son ustedes?
Les invito a tratar de responderla.
Muy probablemente (si quieren pueden echar un vistazo a todas las presentaciones personales de usuarios/as en esta plataforma o en su hermana pequeña), responderemos cosas como:
Soy Pepita, de Venezuela, y soy conductora de autobús (cambien “Pepita”, “Venezuela”, y “conductora de autobús” por lo que les apetezca).
¿Pero eso es lo que son?
Diría que no.
Verán, desde mi punto de vista esto es una trampa del lenguaje que hemos interiorizado y asumimos como una verdad. Hay muchas frases y refranes al respecto que inciden en esta idea: “tanto tienes, tanto vales”, “por sus actos les conoceréis”, etc.
Creo que hemos confundido los verbos “ser y estar” (ambos "to be" en inglés). Pero, evidentemente, no son la misma cosa. En español hablamos mucho, por ejemplo, de “bienestar” (welfare), pero casi nada de “bienser” (wellbeing).
Reitero: ser y estar son cosas distintas.
Si yo estudié ingeniería, pero ejerzo de camarera, ¿quién soy? ¿Soy ingeniera o soy camarera?
En mi opinión (todos esto es solo mi humilde opinión, aunque escriba con cierta vehemencia), hemos confundido la IDENTIDAD con aquello que hacemos como labor PRODUCTIVA en una suerte de “eres lo que produces”. Hemos confundido los que SOMOS con los que ESTAMOS haciendo.
Y si alguien no ESTÁ haciendo nada productivo, no ES nada o no ES nadie.
¿Cómo que no? ¿Qué tiene que ver?
El bienser tiene que ver con la autorrealización, con la felicidad, con aquellas cosas con las que nos identificamos significativamente (curioso que no se hable de ello, ¿verdad?). El bienestar (esta palabra la conocemos mejor) tiene que ver con aquello que hacemos para poder mantenernos… ¡y, supuestamente, para poder tratar de alcanzar el bienser!
Ambas están ligadas (nadie puede autorrealizarse si pasa hambre y frío, lógicamente) pero no son la misma cosa.
Les pregunto de nuevo: ¿Quiénes son ustedes?
Pero esta vez respondan desde el bienser. Las respuestas deberían ser tan extrañas y difusas como:
“Soy un ser humano, soy padre, soy hijo, soy hermano, soy amigo, soy vecino, soy esposo, soy joven…” y un tremendo etcétera. Y todo eso a la vez. Un montón de cosas que definen nuestra identidad, es decir, lo que SOMOS, lo que consideramos que es importante y que nos define.
Incluso pueden decir:
—Soy pintora.
—¿Pero has vendido algún cuadro? — alguien les puede preguntar.
—Ni uno solo. Pero me encanta pintar, y aunque pinto fatal, pinto. Y eso me hace sentirme realizada.
—Buenos, pero entonces no eres pintora-pintora.
¿Cómo qué no? Si alguien se identifica con la pintura, se autorrealiza pintando, y pinta… ¿Por qué no ES pintora? ¿Qué tiene que ver que no ESTÉ ejerciendo como pintora?
Piensen que, por ejemplo, que Vincent van Gogh probablemente solo vendió un cuadro durante toda su vida. Y fue a su hermano (que le daba pena la situación de Vincent, pero no quería dañar su orgullo dándole dinero sin más, asíque le compró uno de sus horribles cuadros). Bueno eso, dicen. Escritores, poetas… artistas malditos, que hoy SON reconocidísimos, no vivieron de su arte. Y, sin embargo, ERAN grandes artistas.
Recuerden: SER y ESTAR son cosas diferentes.
Si se fijan, la trampa comienza desde que somos niños y niñas, cuando nos preguntan:
— Tú de mayor, ¿qué quieres SER?
Y respondemos cosas como “bombero”, “policía” o “astronauta”, que tienen que ver más con el ESTAR que con el SER.
Con el “ESTAR trabajando de...”
Y aún peor. Si a lo largo de las semanas cambiamos de idea, entonces nos dicen:
—Pero hace unos días querías ser bombero. Ahora dices que quieres ser policía. ¿Cuál de los dos quieres ser? Las dos no puedes.
¿Cómo que no? Alguien puede SER tantas cosas como le de la gana, aunque no ESTÉ dedicado a ellas profesionalmente. Pero ya desde nuestra infancia no encarrilan hacia SER una cosa, a la que ESTARÁS dedicado/a productivamente y PARA SIEMPRE (¿?). No vale cambiar.
Pero ¿no puede alguien ESTAR ejerciendo de bombero y SER alguien a quien le apasiona la pintura, los videos en youtube, dibujar mándalas, jugar a juegos… y un infinito etcétera? Uno que ESTÁ ejerciendo de bombero, ¿puede SER youtuber, pintor budista y gamer al mismo tiempo?
Más aún. Como alguien responda:
—Yo de mayor quiero SER mamá.
Puede recibir respuestas tan atroces como:
—Pero eso no vale. Tienes que decirme qué quieres estudiar. Para saber qué vas a SER de mayor.
¿SER mamá no vale como SER? Independientemente a que esa mamá se dedique a las finanzas, a la ingeniería o a absolutamente a nada más. Independiente a dónde y cómo ha adquirido los conocimientos que acumula... Bueno que me lío y entro en terrenos complicados.
La reflexión que trato de plantearles es la misma que planteaba @soyunasantacruz.
No SOMOS lo que hacemos. Somos lo que SOMOS.
Y deberíamos tener mucho cuidado con catalogar a las personas según lo que hacen y la labor productiva que desarrollan. No deberíamos caer en la trampa de confundir ambas y decir que alguien “no ES nadie” o “no ES nada” por el mero hecho de que no siguió un camino formativo reglado o porque no ejerza de una profesión en particular.
Preguntémonos, en cambio: ¿quién soy yo?
Cuando yo lo hago (lo hago cada cierto tiempo a modo de autoevaluación), vivo con la aterradora posibilidad de que mi respuesta sea que no SOY más que una pieza de un engranaje económico sin metas, sin sueños, ni ilusiones propias. Sin identidad, sin pasiones, sin amistades… solo ESTOY en el mundo mirando cómo la vida pasa. Si es así, tal vez SOY yo quien no es nadie.
Así que, ¿quiénes son ustedes?
No hace falta que me respondan, basta con que piensen sobre ello por un momento.
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¿Quién soy? ¿Quiénes somos? Mezcla de muchos y a veces nada. A mi en lo particular me interesa mucho "como eres" más que quien eres o que haces. Pero la verdad que no debemos juzgar a los que no tienen un titulo para colgar o para presumir de ello; hay tantas personas autodidactas que son mejores que los profesionales ( lo viví con mi madre en los Recusos Humanos de su empresa era una experta mejor que los ingenieros industriales) pero la verdad que el conocimiento, la ética, va por delante del papel apergaminado.