Como sucede con las buenas películas y los buenos libros, Ámsterdam es una de esas ciudades que cada vez que visito me sugiere una lectura diferente. No tanto porque la ciudad haya cambiado en exceso, sino porque he cambiado yo... y mi manera de mirar. A modo de crónica, pretendo contar aquí los hallazgos y curiosidades de esta nueva visita a los Países Bajos.
En esta ocasión algo nuevo ha llamado mi atención. Algo que siempre ha estado ahí, pero hasta ahora no había despertado mi interés.
Las fachadas holandesas
Paseando por los canales me asaltó una pregunta: ¿por qué las fachadas de las casas de Ámsterdam culminan es una pieza que sobresale hacia arriba de la planta del tejado? Es como si allí donde termina la fachada, en su punto superior, los holandeses metiesen ese añadido para que el edificio sea más alto.
Curiosamente esos añadidos son de varios tipos, muy sencillos o muy elaborados, y son muy característicos, no solo de Ámsterdam, sino de Holanda.
Generalmente suele haber dos explicaciones para este tipo de particularidades arquitectónicas: o es simbólico (por ejemplo, sirve para colocar el escudo de la familia) o es funcional (por ejemplo, sirve para colocar la chimenea). Así que me puse a investigarlo para salir de dudas.
Resulta que este añadido se denomina ‘hastial’ (‘hastial holandés’ también conocido como ‘frontal flamenco’) y se extendió por toda Europa durante el Renacimiento. Como decía los hay de muchos tipos, más ovalado, escalonado e, incluso, un simple bloque de ladrillo que se eleva desde el pico que forman los dos lados del tejado.
Y resulta que satisface varias necesidades tanto funcionales como simbólicas.
Las fachadas en Holanda son bastante estrechas en general y normalmente las viviendas son unifamiliares. Durante el Renacimiento, Holanda (y toda Europa) prosperó gracias al comercio. Los ríos y canales eran empleados para el transporte de mercancías, que llegaban a estas viviendas y que habitualmente, pertenecían a comerciantes que tenían el almacén en el último piso.
Estos hastiales, podían servir para transmitir el tipo de comerciantes y su poderío, es decir, algo simbólico. Pero, sobre todo, tenían (y siguen teniendo) una función. En ellos se colocaba una viga que sobresalía de la fachada y en ella se instalaba un juego de poleas. Estas poleas servían para subir al almacén la pesada y voluminosa carga que llegaba por los canales y que jamás entraría si se intentase subir por el interior (a través de las escaleras de acceso a una estrecha vivienda).
Además, servía como revestimiento de las juntas del tejado con la fachada para evitar filtraciones de agua, en un país en donde la lluvia es abundante.
Así que, además de lo simbólico, el hastial tenía una clara funcionalidad.
¿He dicho tenía? Tenía, y sigue teniendo, porque si alguien quiere hacer una mudanza, difícilmente bajará un sofá o un piano por las escaleras, con lo que se sigue recurriendo a este procedimiento de poleas, que hoy en día, cuenta con una viga de acero ya preinstalada para colocarlas.
Justamente por esto, las fachadas suelen estar inclinadas, como si estuviesen mal proyectadas y en peligro de caerse hacia adelante con el paso del tiempo. Lejos de ser un error en la construcción, esto es también algo funcional y voluntario. Si uno quiere subir una voluminosa carga a la ultima planta, es posible que esta bambolee y golpee la fachada y las ventanas centrales. Para evitarlo, se construye con esa leve inclinación hacia adelante y así se mitiga el posible golpe de la carga contra la fachada.
Otra curiosidad es que las ventanas laterales de la fachada suelen coincidir con los espacios más individuales del hogar (habitaciones o baño) y suelen tener cortinas para evitar las miradas ajenas. Pero las ventanas centrales son más amplias y suelen coincidir con las estancias más comunes como el recibidor o la sala de estar. Estas no suelen tener cortinas y es fácil ver a una familia haciendo vida en el interior del hogar. Se debe a la cultura holandesa que, por una parte, deja al descubierto la tienda que habría en la planta baja a modo de escaparate, pero por otra, deja ver el interior de la vivienda de las plantas superiores para indicar que no tienen nada que ocultar, que no tienen enemigos, y de paso, las riquezas con las que cuenta la familia (cuadros y otras obras de arte, instrumentos musicales, etc).
Hasta aquí todo muy razonable. Pero ¿por qué es algo característico de toda Holanda y no solamente de Ámsterdam? Después de todo, no todas las ciudades holandesas están junto a los canales...
Pues porque también se cargaba la mercancía que llegaba por tierra y que no cabía por las estrechas fachadas.
¡Demonios! ¡¿Por qué no hacían las fachadas más amplias y ya está?!
Pues resulta que los tributos se pagaban en función de la amplitud de las fachadas. A fachadas más amplias, más impuestos. Así que los holandeses construían fachadas estrechas, pero las viviendas de extendían hacia el interior a modo de gran planta rectangular. Así que poca fachada, pero una ‘larga’ vivienda.
Cuando vemos una fachada de cuatro metros (realmente estrecha) no debemos olvidar que la casa se extiende hacia el interior y puede llegar a 100 metros. 100 por cuatro, cuatrocientos metros cuadrados de vivienda… ¡con cuatro plantas iguales! Eso suma unos 1600 metros cuadrados, más lo destinado al almacén o desván cubierto por el hastial.
O sea que, lo que según su fachada puede parecer una vivienda muy pequeña, resulta que es un ‘casoplón’.
No se qué les parecerá, pero desde luego a mi me ha causado una gran impresión. Y es que lo bueno de viajar es precisamente eso: si se hace con curiosidad y se enuncian las preguntas adecuadas, se pueden descubrir este tipo de inolvidables ‘secretos’ que pasan desapercibidos para esa mayoría con sus palo-selfies.
Este fragmento ha sido posible gracias a mis amigos y amigas que me apoyan con su patrocinio. ¡Echa un vistazo a sus perfiles! Son realmente geniales en sus escritos.
Excelente clase de las calles de los Países Bajos mi querida Loucy, por acá si tienes más libertad de explicar lo emblemático y mágico del lugar. Si que se aprende leyendo por acá.
PD: Pero que listillos los holandeses, todo por no pagar más impuestos "¿Que debo pagar impuestos por fachadas grandes? Perfecto, haremos fachadas donde no entre ni Dios xd"