El miedo y el horror: Stop Wars
Leo algunos post en noise.cash sobre la guerra. La preocupación, que ya me atenazaba desde hace dos años, se me agudiza aún más y se convierte en miedo. No quiero transmitirles mis temores, pero resulta inevitable si quiero transmitirles mis pensamientos. Ambos van ligados en el día de hoy.
Sí, tengo miedo y no me avergüenza decirlo. De hecho, lo considero algo positivo porque me mantiene alerta y porque cimenta mis posiciones éticas.
Les explico: hace ya dos años, justo cuando se decretaba la pandemia mundial y se comenzaban las medidas de confinamiento, publicaba un artículo de opinión anticipándome a lo que podría suceder tras la vuelta a la normalidad.
Se sorprendieron quienes lo leyeron porque la cosa no iba de sanidad, como casi todo lo que se publicaba entonces. Mi reflexión era sobre geopolítica. En aquel momento me importaba un huevo si la ‘mascarilla había llegado para quedarse’ o si el ‘teletrabajo era el futuro’. Me preocupaban mucho más las declaraciones de un señor, líder de uno de los países más poderosos del mundo, que hablaba de ‘el virus Chino creado para atacarnos’. La cosa se puso aún peor cuando acusó a Huawei de espionaje reteniendo a la hija de su fundador, directiva de la empresa global coparticipada por el Gobierno Chino.
Mi reflexión entonces era la siguiente: cada vez que se ha vivido una crisis económica, la guerra ha sido el instrumento para reestablecer el orden mundial y preservar el sistema económico vigente. Si hacen memoria verán un patrón: crack del 29, 2º Guerra Mundial. Crisis Industrial, guerra de Vietnam. Crisis del petróleo, Guerra del Golfo. Crisis inmobiliaria, Sudán, Yemen, Afganistán, Irak…
¿Crisis del Covid? Esperamos las consecuencias bélicas.
Decía hace 2 años que la crisis económica causada por la pandemia, podría significar la ‘madre de todas las crisis’. Y que la madre de todas las crisis, podría requerir ‘la madre de todas las guerras’.
Me asustaba la progresiva criminalización de China en los discursos políticos. Y también su contrario: los elogios a su gestión de la pandemia (recordemos que eso significa el elogio a un país sin derechos ni libertades democráticas y que la crisis sanitaria nos estaba llevando hacia la necesidad medidas autoritarias y cambios en legislaciones).
Todo ello me llevaba a temer un conflicto entre Asia y Occidente, y al mismo tiempo, al fracaso de los Derechos Humanos y los Valores Democráticos.
justificar el conflicto + justificar el autoritarismo = coctel explosivo.
Me equivoqué. La cosa ha venido por Rusia, no por China. Aunque aún no es descartable que el país asiático tome posiciones (en parte ya las ha tomado en favor de su vecino).
Un poco de memoria
la ONU y la Declaración Internacional de la Carta de Derechos Humanos nacen tras la 2 Guerra Mundial con una vocación humanista, tras los horrores y atrocidades cometidos por ambos bandos: desde el holocausto hasta las aberraciones lanzadas en Hiroshima y Nagasaki.
Los Derechos Humanos debían ser las ‘líneas rojas’ que no debían traspasarse. La ONU era un intento de que el mayor número de países se adhirieran al respeto de esas 'líneas rojas', inquebrantables, pasase lo que pasase.
Entonces, se vio claramente que ningún conflicto era ya local, ni en sus orígenes ni en sus consecuencias, sino global. Y eso requería unas ‘reglas de juego’ globales, incluyendo el desarme nuclear y la negativa a usar determinado tipo de armamento. Armas que tienen un alcance muy superior al de cualquier conflicto geopolítico y con consecuencias impredecibles. Armas que se mencionan hoy, de nuevo, bajo las palabras ‘medidas disuasorias’.
Desgraciadamente, las cosas se olvidan
Las personas que vivieron semejantes atrocidades ya no están (en su mayoría). Parece que las generaciones siguientes nos olvidamos de aquellos sufrimientos y de los peligros de exterminio global que vivieron nuestros mayores.
Fíjense en la aberración: a día de hoy, el arma nuclear más pequeña podría devastar 500km2, es decir, un país entero. Eso la más pequeña. La más grande, todo un continente. Aun pudiendo construir semejante monstruosidad, ¿quién la construiría y para qué? ¿Para qué desarrollar armas capaces de destruir continentes enteros?
Imaginen que tuviesen la posibilidad de construir un artefacto que reventase el planeta en dos… ¿Lo fabricarían? ¿Para usarlo cómo? ¿Para qué? ¿Con qué intención o finalidad? Es monstruoso. Pero como decía, hoy se mencionan a la ligera como ‘medidas disuasorias’.
Puede que les parezca un poco alarmista y que mis temores son exagerados. Que nadie en su sano juicio iniciaría una escalada de semejante magnitud. Que es imposible que hoy en día lleguemos a esos extremos. Puede que sí. Pero me gustaría preguntarles algo:
¿Creen que el 1 de agosto de 1939 alguien imaginaba que solo un mes después Alemania invadiría Polonia y las consecuencias que con ello desataría?
¿Creen que las personas ucranianas pensaban lo que se les venía encima hace un mes mientras disfrutaban de sus vidas con normalidad?
¿Creen que las guerras y las catástrofes se avisan y dan margen a reaccionar?
Puede que mi perspectiva sea exagerada y un tanto pesimista. Ojalá me equivoque y no exista ninguna posibilidad de algo tan atroz. Ojalá sea tan fácil volver a las palabras y a la cordura, desde la gravísima situación a la que se ha llegado.
Nada justifica una Guerra. Nada es nada.
Ninguna reivindicación geopolítica, ni histórica, ni económica… nada.
¿Se imaginan que España invadiese Portugal argumentando derechos históricos?
¿Y Latinoamérica? Amigos/as, hay quienes lo justificarían tanto a uno como al otro lado del océano que nos separa.
¿Estaría justificada una invasión si algunas regiones estuviesen dispuestas a una anexión (sospecho que habría varias dispuestas)?
Nada justifica perder el rumbo de nuestra brújula moral que deberían ser los Derechos Humanos, que ni siquiera se cumplen en situaciones de paz. Tras más de 70 años no hemos avanzado lo suficiente en ellos, como para encima, ponerlos en cuestión.
Y lo peor es que, una vez sucede el conflicto, no tenemos herramientas para detenerlo de manera efectiva. Por eso no puede suceder. Sin matices, ni colores. No puede suceder en ningún caso.
Si no lo creemos firmemente, menos podremos hacer que se cumpla.
Las consecuencias de cualquier medida
La crisis humanitaria y de refugiados (la enésima) que esto significa, pone a Europa y a sus valores en cuestión. Europa TIENE la obligación de dar refugio, según sus propios principios y estatutos. Sin embargo, los problemas que estas crisis humanitarias provocan en el seno europeo solo agudizan las ideologías antieuropeas y xenófobas.
Así es como la extrema derecha emerge y gana posiciones políticas: 'primero los Europeos, después los refugiados' (recuerden: 'Alemania para los alemanes' o 'America first').
Y si pertenecer a Europa nos obliga… que le den a Europa. Brexit a la carta.
¿Qué es eso de comida y alojamiento gratis para esa gente, cuando los nacionales sufren penurias? ¿Qué es eso de despilfarrar recursos en dar acogida a gentes extranjeras que nos quitarán el trabajo?... Suma y sigue. La bola de nieve de mentiras y falacias, cada vez más grande.Y los Derechos Humanos y los Principios Democráticos, cada vez más cuestionados, ahora desde el interior de los países que dicen defenderlos, por grupos extremistas y populistas con cada vez mayor representación.
¿Quieren más fracasos de las herramientas?
Piensen en las ‘sanciones económicas’ impuestas a Rusia. En otro tiempo se llamaba ‘bloqueo económico’ (algunos países de LATAM saben bien de lo que hablo). La idea es provocar una asfixia del país. Pero ¿quién sufre la asfixia?
Se lo digo: la población civil, común y corriente, como usted y como yo. No los dirigentes totalitarios. La idea es provocar una insurrección civil, un cambio de gobierno por parte de las elecciones de la propia población, agotada ya por el hambre y la miseria.
Consecuencias históricas de ello: gobiernos aún más totalitarios y militarizados que oprimen a sus gentes, o gobiernos bicéfalos con la polarización de la sociedad en posturas radicalmente opuestas. En los casos más extremos, una guerra civil a la que llamamos ahora ‘insurgencias’ o ‘resistencias’, pero que es una guerra entre hermanos.
Las sanciones a Rusia son así sanciones a la población rusa. Cuanto más pobre, peor porque más rápido notarán la asfixia. ¡A ver si espabilan y toman las riendas de su país! Esa es la lógica.
La verdad, es que no sé si la población civil tiene, en estos casos de gobiernos autoritarios y poderosamente militarizados, la posibilidad de cambiar nada. Es más, pueden ser incluso mayoritariamente contrarios a sus dirigentes, pero poco o nada pueden hacer… salvo iniciar una revuelta armada en la que perder aún más vidas. Esto también lo saben bien varios países latinoamericanos.
Solo nos queda la intervención militar, que ya hay voces pidiendo.
Poner orden. Mandar tropas al frente para defender a un pueblo soberano injustamente atacado por su enemigo invasor. Ya se habla de eso.
Pero ¿cuántas veces lo hemos escuchado? ‘Pueblo soberano, enemigo invasor, libertad para el pueblo…’. ¿Podemos tomar partido en algo así? ¿Qué consecuencias podemos esperar de ello?
Las consecuencias históricas, son de nuevo, una escalada bélica internacional y un fracaso a plazo medio. Solo hay que ver las consecuencias de la retirada de tropas de Afganistán para la población civil. Resultado: una vuelta a la casilla de salida, 15 años y miles de vidas perdidas después.
¿Qué hacer? ¿Cómo disuadir de que estas cosas ocurran? ¿Qué hacer cuando la diplomacia falla? Cuándo la fuerza de la razón no es suficiente, ¿optamos por la razón a la fuerza? Difícil respuesta. Pero nos quedamos sin opciones.
¿No hacer nada es una opción? Tampoco. No podemos ignorar la gente que llega a las fronteras, la gente que pierde sus hogares, sus familias, su país... algo hay que hacer. No se puede permanecer neutral ante algo así porque no hay neutralidad posible.
Hasta Suiza y Finlandia, históricamente países 'pacifistas y neutrales' en todo conflicto, han tenido que posicionarse.
Está muy bien el pensamiento y la conciencia crítica
Está muy bien que pongamos en cuestión lo que nos llega de los medios y el tratamiento informativo de los acontecimientos que podría ser más o menos interesado. Está muy bien querer forjar nuestra propia opinión y criterio.
Pero eso no nos puede llevar a un relativismo moral.
En estos tiempos de infoxicación, de youtubers, de tertulianos y de opiniólogos, de postverdades… no podemos escoger creer a unos porque nos gusta más lo que dicen (sandeces en su mayoría) o porque se ajustan a nuestra ideología. No podemos justificar lo injustificable.
No podemos despistarnos y perder nuestra brújula moral que deberían ser los Derechos Humanos.
No lo digo yo. Lo dicen las Naciones de un mundo a las que les costó una Guerra Mundial sin precedentes aprenderlo. ¿Queremos pagar el coste de aprenderlo otra vez?
Nada justifica la invasión de Putin. Nada es nada. Incluso aunque se esté en una posición ideológica contraria a Occidente, a la OTAN o, incluso a la ONU (distinto a la OTAN, para algunos despistados/as que los confunden). No hay justificación para una invasión como esta y para la guerra que desata.
Da igual quién, cómo o por qué…
El 'NO A LA GUERRA' es absoluto, no relativo.
No es ‘a veces’, ‘según quién’, ‘según por qué’... No es tampoco un asunto de ‘buenos’ y ‘malos’. Ni de ‘malos y peores’.
El rechazo a la guerra es un valor, no es ideología. Es el valor de LA PAZ y del RESPETO A LA VIDA HUMANA.
No es cuestión de preferencias o de gustos. Es una línea roja que no podemos traspasar ni justificar en ningún caso, sin relativismo ni medias tintas.
Es un acuerdo al que tenemos que llegar sin importar ideologías, países, religiones o preferencias. Es un mínimo común denominador que debería ser tan irrefutable como que ‘el fuego quema’ o ‘la lluvia moja’.
Si todos/as buscamos la PAZ como principio y como finalidad última, un entendimiento aún es posible.
Si empezamos a dudar sobre si ‘el fuego quema’ o sobre si una 'guerra está justificada'...
Estamos perdidos/as.
#NoALaGuerra #StopWars #HumanRights #GivePeaceAChance
La verdad si es aterrador. Lei por ahi que bastarían solo 10 días para exterminar la raza humana de la faz de la tierra. Esperemos por el bien de todos que esto no ocurra.