Así es como el ejercicio puede controlar nuestra ansiedad
Estos resultados indican que “el vínculo entre el ejercicio y la reducción de la ansiedad es fuerte”, comentó Lena Brundin, investigadora principal de enfermedades neurodegenerativas en el Instituto de Investigación Van Andel de Grand Rapids, Míchigan, quien fue otra autora del estudio.
Además, según Deierborg, es probable que no sea necesario esquiar largas distancias en los bosques nevados de Suecia para obtener los beneficios. Estudios anteriores sobre el ejercicio y el estado de ánimo sugieren que seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud de caminar a paso ligero o actividades similares durante 30 minutos la mayoría de los días “tiene buenos efectos en la salud mental”, dijo, y estos beneficios parecen aplicarse a una “población más amplia” que solo la sueca.
Aun así, puede valer la pena controlar la respuesta psicológica ante un entrenamiento intenso y una competición, especialmente si se es una mujer competitiva, dijo. El hallazgo de que las mujeres más rápidas tendían a desarrollar ansiedad con más frecuencia que otras corredoras sorprendió a los investigadores, dijo, y sugiere que tal vez la ansiedad de rendimiento u otros problemas podrían iniciarse o exacerbarse en algunas personas por las carreras.
“No es necesario realizar un ejercicio extremo para conseguir los efectos beneficiosos sobre la ansiedad”, dijo Brundin.
No obstante, los resultados tienen limitaciones. No pueden demostrar que el ejercicio haga que las personas disfruten de un mejor estado de ánimo, solo que las personas muy activas tienden a ser menos ansiosas que sus pares más sedentarios. El estudio tampoco explica cómo el esquí puede reducir los niveles de ansiedad. Los investigadores sospechan que la actividad física modifica los niveles de sustancias químicas cerebrales relacionadas con el estado de ánimo, como la dopamina y la serotonina, y reduce la inflamación en todo el cuerpo y el cerebro, lo que contribuye fisiológicamente a tener una salud mental más robusta. Es probable que salir al aire libre entre pinos silenciosos y empapados de nieve y lejos de las llamadas por Zoom mientras se entrena para una Vasaloppet tampoco haga daño.
Según los investigadores, cualquier ejercicio en cualquier entorno debería de ayudarnos a afrontar mejor este invierno. “Un estilo de vida con actividad física parece tener un fuerte efecto en la reducción de las posibilidades de desarrollar un trastorno de ansiedad”, señaló Deierborg, quien espera extender esos beneficios a la siguiente generación. Planea inscribirse y entrenar para otra Vasaloppet dentro de unos años, dijo, cuando sus hijos pequeños tengan edad suficiente para acompañarlo.