Un día normal en una mega ciudad en el año 2272

Mi nombre es Robert y aquí quiero dejar constancia de lo que está sucediendo actualmente en nuestro mundo.

Luego de la intervención humana con nuestro planeta en materia ambiental, todo quedó destruido. Algunas personas piensan que la humanidad se lo merecía por su egoísmo narcisista. Soy de los pocos que cree que dentro de la basura hay gente maravillosa que no merecía morir por los pecados de los demás.

Las ciudades dieron paso a las megaciudades con el fin de lograr la sostenibilidad y una mejor economía. Pero fue un rotundo fracaso y las razones fueron las siguientes:

La contaminación alcanzó un nivel imposible de revertir.

Los insectos polinizadores desaparecieron y esto provocó que nuestras reservas de alimentos disminuyeran drásticamente.

Los mares también se vieron afectados y con ello la industria pesquera desapareció por completo.

La agricultura declinó debido a los suelos infértiles.

La ganadería, que aportó toneladas de dióxido de carbono a nuestro medio ambiente, ya es historia. El ganado ahora es prácticamente imposible de ver, por aquí matan animales domésticos para comer, esa es la única forma de conseguir carne.

Mi único amigo es Rex, mi perro, que me acompaña a todos lados en esta aventura llamada vida, si así se le puede llamar. No permitiré que nadie lo use como alimento, estoy dispuesto a matar a cualquiera que lo intente.

Recuerdo que alguna vez intentaron crear una carne sintética, y si hubiera prosperado, tal vez la contaminación habría disminuido bastante. Pero hubo un grupo de poderosos empresarios que boicotearon el proyecto y todo terminó antes de empezar.

Por otro lado, destruimos los bosques, acabamos con los sistemas de humedales que abastecían de agua dulce a millones de personas. Todo esto llevó a que la economía mundial se viera severamente afectada y los países desarrollados invadieran a los más pequeños para robarles las reservas de suministro de agua.

El oxígeno se está acabando, por lo que debes utilizar máscaras especiales para sobrevivir. Eso sí, son bastante difíciles de conseguir, por lo que la lucha es a muerte en las calles de esta metrópolis. Todos los días mueren muchos por no poder hacer algo tan normal como respirar.

Las pandemias siguen su curso gracias a la fragmentación de los hábitats. Nuestra tecnología solo sirve para poder seguir existiendo como especie. Supongo que esa es la única razón por la que todavía quedamos algunos de nosotros en este planeta, pero de un momento a otro ni siquiera eso podrá ayudarnos.

Robert Cuns

17 de junio de 2272

Esta es una historia ficticia, pero siento que va a suceder en un futuro cercano. Creo que nos conduciremos a la extinción, una gran tristeza para quienes todavía intentan superar los efectos de los contaminantes. El cambio climático afectará a todos sin excepción, ahora en 2022 ese cambio ya es perceptible. Puedo sonar fatalista, pero dejé de pensar en las buenas intenciones de la humanidad hace mucho tiempo.