¿Cuántas veces habremos escuchado la frase “La esperanza es lo último que se pierde”?
Cuando perdemos las esperanzas, sentimos un vacío tan profundo que no deja rastros de felicidad.
¿Cuándo sabemos que perdimos las esperanzas? ¿Qué significa perder las esperanzas?
Según la definición que arroja la R.A.E, la esperanza es el “estado del ánimo en el cual se nos presenta como una posibilidad lo que deseamos”. En otras palabras, es cuando depositamos toda nuestra confianza en aquellos que queremos que suceda.
La perdida de la esperanza es perdida de motivación, confianza y felicidad en la vida. De alguna forma, dejamos de creer en la vida, por el simple hecho, de que aquello que queremos que ocurra, no ocurre.
Aunque no lo crean, a veces la esperanza, nos puede jugar en contra. Puede ser un enemigo muy peligroso. ¿Por qué?
La esperanza en sí, no es el problema. Si no, el problema radica en el aferramiento a ella. Cuando nos aferramos a un único resultado, existen mas probabilidades de que no ocurra lo que queremos, por ende, tendemos a sufrir. Lo que quiero decir, es que no debemos depender de un solo resultado. Es decir, si lo que deseamos, no ocurre, no debemos decir “Listo, ya esta, se termino mi vida”. No debe depender nuestra felicidad de un solo hecho, de un solo suceso. La felicidad siempre va a depender de nosotros mismos. Dejar nuestra felicidad al azar de lo que pueda ocurrir, es como si esperáramos a que nos caiga dinero del cielo.
Debemos ser artífices de nuestra propia historia. Intentar, una y otra vez. La suerte es amiga de la acción, es algo que siempre debemos tenerlo en cuenta.
Hay que ser capaces de afrontar esos momentos en que sentimos que nada nos sale bien y decirnos “No me voy a rendir”. No se imaginan cuantas veces me mire al espejo y me dije casi llorando: “No me vas a vencer, no me vas a vencer”. Nosotros somos nuestros propios enemigos, nuestros propios obstáculos. Somos una maquina de pensar y sentir muchas cosas en segundos, que a veces, no podemos perder.
Puede que las cosas no nos salgan como queramos. Forma parte de la vida. Forma parte de las reglas del juego. Pero por eso vamos a tirarnos al piso a llorar y dejarnos vencer?
He fracasado muchas veces. Las primeras veces duelen mucho pero después te das cuenta que es algo que forma parte de la vida. Prueba y error. Nos hicieron creer que equivocarse, que fracasar era el peor de los pecados y no es así. Debemos empezar por quitarnos esa idea. Ser persevantes en nuestras metas y objetivos de la vida. Puede que lo logres, como también, puede que no.
La esperanza es lo último que se pierde sin dudas, porque perderla, es dejarnos vencer y que todo lo negativo se apodere de nosotros.
hay que tener seguridad de uno mismo, ser paciente y esperar que suceda lo que anhelamos, totalmente de acuerdo con esa frase, aquí se dice mucho en Venezuela...