Este escrito ha sido creado por un solo propósito: buscar ESPERANZAS en medio de la tempestad. Cuando estemos en algún momento en el que creemos que no hay solución, abramos nuestros corazones, no hay mejor manera que leyendo un libro, escribiendo e inspirándonos en cosas que llenan el alma. Es el objetivo principal del cual quiero empezar HOY esta serie, como un banco en donde podemos sentarnos a llorar, reír, compartir o odiar y a la vez, dejar fluir todo.
Un movimiento en el ajedrez, cambia toda la partida. Aunque fuese pequeño o grande el movimiento tiene mucho significado. De la misma forma actuamos ante la vida cuando hacemos algo impropio, movemos alguna pieza (por muy pequeña que sea), pero esa acción lo cambia todo.
“Me pesa tanto aquí dentro que no puedo levantarme, he divido las partes de mi cuerpo en esta habitación grande. Estoy varada en la NADA. Me quedaré en este lugar porque puedo quebrarme en llanto sin que nadie me vea”.
¿Por qué echar raíces aquí?
Siento mis pies clavados en este suelo tan arenoso, no puedo moverme, se me ha entumecido todo el cuerpo. Quiero quemar el dolor, quiero sentir nada, pero tengo miedo. ¿Y sí no podré nunca irme, sí afuera me espera más tormento, volvería de nuevo a esta guarida? Todas estas preguntas me hacen confundirme.
Déjame decirte que ya no te espero, ya no me hago ilusiones. Sé que no regresarás, la única esperanza que abunda en mi es el vacío y una profunda caída de pico hacia el abismo. Aún así siento que estoy esperando, no sé si será a alguien más (eso sería absurdo) o algo que me levante, mejor me olvido de esto.
Creo que será mejor salir, no puedo aguantar seguir viéndome en estás cuatro paredes. Me asfixia todo, abriré las ventanas porque necesito aire, necesito saber que algo de mí aún no ha muerto. Tengo mucha hambre, me comí todas las decepciones (ya no me sacian). Escucho lluvia a los lejos y las únicas gotas que he bebido son mis lágrimas. Escucho muchos sonidos, a personas que están del otro lado. Sí me ven, creerán que estaba huyendo, que soy frágil, a lo mejor sí me ven no me notarán. No, estoy mejor acá, lejos del alcance de cualquiera que me estuviera esperando.
Ahora tengo miedo de quedarme aquí. Un momento... Las raíces que se enredan en mis pies se han aflojado, ya puedo tocarlos, están débiles, pero puedo caminar.
Estoy yendo hacia el otro lado ruidoso, las raíces que me ataban se secaron y aunque algo de mi no ha cesado, sé que algo me espera allá.
Llegué y sentí algo de alivio. Veo las cosas distintas, pienso que pasé tanto en silencio que el ruido de este nuevo lugar se acomoda en mi vida. Me he tumbado tanto entre las calles, he visitado seguido el mar y ahora puedo escuchar con mucha claridad las aves, he dejado que la felicidad entre en mi ser, la herida ya no ocupa el primer lugar en mi vida; sigue estando adentro pero más alejada.
Mi cuerpo se ha transformado en un recipiente; la mitad que está lleno de nostalgias y recuerdos pasados, la otra mitad la he ido llenando de nuevos momentos que me hacen sentir viva.
El pasado merece su hueco, ahí estará y no sé por cuanto tiempo. Pero no puedo permitir que el pasado haga un altar en mí, se apodere cuando pierda las esperanzas; el pasado obtuvo su lugar en el pasado.
Los párrafos anteriores son escritos que expreso para calmar un diluvio de palabras que se estacan por dentro. Antes de despedirme quiero decirles que, no importa cuán grande sea tu habitación y lo mucho que te atormenta, siempre habrá una mañana en qué, decidas salir, aún hay esperanzas... NO TE RINDAS.
Imagen de portada es creada en Adobe Illustrator.
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Tercer imágen es creada en Adobe Illustrator.
Siento tu desesperación y ganas de gritar, si gritas tal vez nadie escuchara pero tu alma se liberara.
Me encanto el párrafo inicial, además de la imagen de la joven en el piso muy acorde con el tema. sigue así. Como sugerencia las imágenes de unsplash.com coloca la fuente debajo de la imagen, su enlace, eso ayudara al robot a votarte.