LA BRUJA PAJARO DE LA ESCUELA PachulyRelatos: Yo creía que todo lo que contaban de brujas, hombres lobo y vampiros eran mentiras ¿cómo creer en que alguien puede vivir cientos de años sin que se deteriore su piel permaneciendo siempre joven con solo chupar la sangre de personas y que pueden volar, ¡incluso su cuerpo no reflejarse en los espejos! O que alguien se pueda transformar en colosales y poderosos seres mitad lobo y mitad hombre con tan solo el poder de la luna llena desarrollando una fuerza descomunal solo en noches de luna, también como creer que una anciana se pueda quitar las piernas para convertirse en aves aberrantes, bolas de fuego o en otros animales para llevarse niños, comérselos y así volver a su juventud, ¡todo eso me parecía absurdo! Incluso aunque me lo contara mi padre no era concebible para mi. Cuando nos mudamos a dónde ahora vivo actualmente tenía como trece o catorce años, es un lugar en una zona rural que está cercas de un cerro, ¡prácticamente vivíamos en las faldas de ese monte! Tenia dos hermanos menores que yo, recuerdo bien que mi padre trabajaba en una secundaria como velador y justo atrás de esa escuela estaba el monte, rodeada de árboles, espesa hierba y algunas rancherías ubicadas por detrás del cerro. Dicha secundaria queda a unos diez minutos de mi casa caminando, ¡muy cerca dicho literalmente! Porque a mi se me hacia eterno cuando iba yo solo a llevarle la cena a su trabajo, no creía lo que leía o me decían sobre esos seres pero al ir con mi papá de regreso la oscuridad me daba miedo. Ya que al ir caminando llegaba a mi mente lo que mi padre me contaba, que desde niño en esa zona se decía existían brujas, ¡incluso el había visto una en los copos de los árboles convertida en una grande ave negra y que le hablaba con un peculiar silbido, también me contaba que tuviera mucho cuidado en no voltear cuando silban porque si lo hacemos se adueñan de nuestra voluntad y nos dejan sin poder movernos para succionar nuestra sangre, no eran solo cuentos porque de verdad existían esas brujas con aspecto de pájaro. Incluso me decía que a veces en la secundaria cuando iba a dar sus rondines en las noches veía enormes lechuzas volando por ahí y luego se paraban en los árboles del alrededor. La secundaria donde el trabaja está a lado de una primaria y un kinder, ambas solo están separadas por un muro. Una noche mi padre ya se había ido a su trabajo era fin de semana y mi madre dijo, ¡oigan hijos! ¿Que les parece si preparamos la cena nos vamos y cenamos con su padre a la secundaria? La propuesta nos pareció genial, entonces ayudamos a mi madre a hacer la cena para irnos a comer con el a su trabajo. Después de cocinar un rico guisado nos fuimos, llegamos y mi madre nos sirvió la cena, ¡estábamos a gusto pasando un rato agradable charlando! Luego que se hicieron las dos a.m. mi padre en un plato echó comida y me dijo algo que no me agradó mucho, en la primaria de al lado estaba otro guardia, que le llevara el plato de comida lo había preparado para que cenara el, nervioso y con miedo le dije tratando de no ir que se lo diera en la mañana. Pero el contestó que pensara en ese señor, era solo y no tenía quien le llevara un taco, ¡enérgico me dijo que tomara el plato y se lo llevara! Como era el hijo mayor siempre era a mi a quien mandaban hiciera los mandados extremos!. ¡Tomé el plato y agarré mi camino! En el tramo entre la primaria y secundaria estaba totalmente oscuro, ¡no había nada de iluminación cerca, con temor y disgusto caminé normal fingiendo que no tenía miedo aunque por dentro de mi sentía terror, al ir pasando por ese terreno donde no había luz escuché que alguien chistaba intentando llamar mi atención, Ssh, ssh ¡era el sonido que hacian! Caminé despacio volteando de reojo para ver si veía a quien me estaba hablando, ¡pero no había nadie! Sin embargo de la nada seguía escuchando lo mismo, hasta que escuché una voz rasposa parecida a la de una mujer anciana, chistaba ssh y decía Hey ssh hey. Entonces recordé lo que me había contado mi padre cuando dijo que si alguien hace eso de madrugada o dicen maldiciones la ignorara o te hipnotizará para llevarte. Seguí mi camino nervioso al sentir una mirada, ¡mi curiosidad por voltear a ver quién o que era lo que me estaba hablando era grande! Pero recordaba lo dicho por mi padre y me abstenía de voltear, no obstante aquella voz entre graznido de cuervo y voz de anciana continuaba escuchándose hasta que dominó mi mente, estaba a punto de voltear cuando una voz diciendo que no lo hiciera me detuvo, ¡era el guardia al que iba a llevarle la comida! Sin darme cuenta había llegado, ¡creo que los hechizos de aquella bruja me habían alcanzado! Pero el amigo de mi papá los interrumpió. Un tanto aturdido le dije, ¡buenas noches! ¡aquí le manda mi padre un taco para que cene! Me dijo ¡muchas gracias muchacho! A estas horas no debiste venir y menos solo, eso que escuchaste no es nada bueno ¡aquí abunda la maldad! Si hubieses volteado de seguro te iba a seguir a tu casa y entonces quien sabe que te sucedería después. Y me dijo, ¡ven te voy a acompañar hasta pasar los árboles! Cuando iba el conmigo no se escuchó nada pero al regresarse de nuevo se empezó a oír lo mismo, Sssh hey Sssh hey. Por inercia volteé a la barda que separaba el kinder de la primaria y sobre ella había una lechuza de el tamaño de un niño pequeño, era negra y estaba jorobada con cara de anciana ¡los ojos se le veían raros! Rojizos, y volvía a hablarme, al ver que la estaba mirando extendió las alas como si fuera a volar pero no lo hizo, solo gritó más fuerte SSH EEEY SSH SSHH!!!- Me di la vuelta y me fui corriendo hasta llegar con mi familia. Les conté lo que había visto y no me creyeron, pero cuando estuve a solas con mi padre el me dijo, ¡que bueno que no le contestaste a esa bruja! Te dije que estaban por aquí pero bueno, ya sabes que hacer si te hablan de nuevo ¡no voltees por ningún motivo! Tiempo después una noche que ya iba a dormir, en mi cuarto hay una ventana que da a la calle y cuando estaba por dormir escuché por la ventana ssh, ssh, ssh y me hizo sentir terror ¡aquella bruja me había seguido! Así duré un tiempo escuchando lo mismo y a la misma hora hasta que una noche mi padre entró con una escopeta y le disparó con cartuchos hechos de granos con sal bendita a ese enorme pajarraco, ¡al sonido del disparo claramente escuchamos el grito horroroso de una anciana! Luego vimos que el enorme pájaro negro salía volando del árbol, desde entonces dejó de visitarme. Unos vecinos me dijeron después que la señora que vivía en el cerro por atrás de la escuela vieron que muy temprano salió cojeando, ¡apenas podía caminar! En uno de sus pies traía como una herida y era extraño porque dos días antes la miraron bajar al pueblo caminando bien. Decían que era bruja y que rondaba transformada en pájaro por los árboles que estaban alrededor de las escuelas buscando algún nochero para chuparle su sangre, cuando los escuché decir eso supe que se trataba de la misma ave que mi papá le había disparado dos noches antes con granos de sal bendita, por eso ya no fue a molestarme, pero por si acaso tenía lista la escopeta cargada si se atrevía a regresar, esta experiencia me hizo saber que las brujas si existen, ya no me parecía absurdo creer en brujas, vampiros y lobos ¡se que están más cerca de lo que pensamos.