Ni traidor, ni violento, ni vanidoso: ¡Soy empoderado!

Tres temáticas sociales que lo sacan a uno de quicio. La que se refiere a la infidelidad, la del bullying y la de los niños que van de organización benéfica en organización benéfica buscando solventar los gastos para los tratamientos de la quimioterapia. Una situación terrible y triste la que vive la sociedad con estos tres problemas, y donde las fallas de la educación en el hogar es el trasfondo de todo.

La Infidelidad

Cuándo a mi amigo Luis, su segunda novia, después de que estuvieran saliendo por más de seis meses, le dijera que había tenido relaciones con otro chico y que por lo tanto no podía dar el paso de comprometerse; todavía todos pensamos, pues era la segunda vez que le ocurría, que el problema era Luis.

Luego, conversando, nos dimos cuenta de que la novia le había dicho que era una situación de empoderamiento de la mujer.

Que la mujer hoy en día estaba en la capacidad de probar, de disfrutar tantas veces como creyera conveniente, porque era consciente de su cuerpo, de su sexualidad y de su futuro; que la mujer de hoy es empoderada.

Yo no tengo ningún problema con eso; porque la capacidad de decidir cada quien sobre su cuerpo, sobre sus afectos, sobre la responsabilidad de una pareja, es de cada quien, independientemente de la sexualidad, independientemente del color de la piel o de la situación geográfica dónde vive.

Allá el mundo con sus límites en cuanto a cultura.

Sé que nos falta mucho camino por recorrer para que no existan ya fronteras culturales, que es el objetivo.

Pero en lo que no puedo estar menos de acuerdo es en el hecho de que el libertinaje se ha tomado como empoderamiento.

Una mujer no es empoderada porque viva aventuras tantas veces como las que las podría vivir un hombre que la sociedad se lo permite; e igualmente para el hombre. Creo que tiene que ir recogiendo esa manera de ser machista que nuestra sociedad inculcaba anteriormente y que no dio resultados para nada, salvo una serie de familias rotas y de hogares destruidos, y de hombres que al final se quedaban solos, atendidos por alguna nuera o algún primo lejano.

El asunto es que a nivel de educación, los límites son necesarios.

Sí yo estoy saliendo con alguien, yo tengo que esperar definir mi relación para poder “ejercer mi supuesto empoderamiento” y comenzar a tener relaciones con varias personas al mismo tiempo.

-Esto es ironía, por cierto-

Es en el seno de nuestro hogar donde no inculcamos este tipo de valores, el respeto por la palabra que uno da, el respeto por el compromiso que uno realiza hacia otro ser humano, así no sea escrito.

Es la educación en el hogar la que sella en la mente de cada ser que conforma a la familia, el deber de ser responsable con su palabra.

Empoderar es dar poder para que todos seamos iguales, no para que hagamos lo que se nos dé la gana.

La actitud de muchos “empoderados” o falsamente empoderados, nos hace preguntarnos: ¿Desde cuándo el empoderamiento te hace capaz de pasar sobre el bienestar de los demás?

El Bullying

Por otro lado, están dos casos que ocurrieron esta semana en América, específicamente en Norteamérica.

Un niño de 12 años se suicidó, manteniendo previamente en silencio, el hecho de que era víctima de acoso y de bullying en la escuela por otros compañeritos.

Porque ya sabemos lo que implica que estos niños denuncien, pues, no solo no hay castigo ni corrección, sino que además, ocurre la venganza en el mismo lugar con más ataque. El niño se lo callo y, al final se suicidó.

Y el otro caso, el de un adolescente de 13 años, venezolano, que viajando en un autobús escolar fue atacado brutalmente mientras era grabado por el resto de los alumnos, simplemente por xenofobia. Un adolescente que sufre de bullying diariamente en la institución escolar dónde está.

No es el hecho del bullying, pues el bullying no existe, es mi manera de verlo así; existe la violencia, la agresión, y eso es penalizado por la ley.

Ya debemos dejar de decirle bullying a los ataques terribles que conllevan a la muerte de otro ser humano, sea el causante de la edad que sea.

Lo impresionante no es el hecho en sí; lo impresionante no es el suceso, porque lo vemos a diario en todas partes del mundo, incluyendo estos países de primer mundo o industrializados o modernos -qué ironía-

Lo impresionante es que uno inmediatamente, al ver las noticias, lo primero que piensa es en el hogar donde se crió y dónde está siendo educado el niño que agrede, que señala a otro por diferente, cuando sabemos que navega en la red a toda hora y entienden que no existen dos personas iguales, ni siquiera en gemelos.

Que debe entender que todos estamos hechos por miles de diferencias biológicas que nos hacen que tengamos una huella propia y única en el mundo.

¿Qué sucede con estos niños?

¿Qué ven en las redes que no ven lo más importante de la tecnología de la información y las comunicaciones, que es la globalización, dónde podemos ver la infinidad de seres con tendencias y formas biológicas distintas que pueblan el mundo?

¿Quién está enseñando a estos niños en el hogar, que no tienen límites a la hora de dañar, de señalar a otro ser humano simplemente porque no se parecen a ellos; que de por sí es algo muy psicótico, loco y lo exigen?

Pretender que otro ser humano se parezca a mí.

Ni siquiera mi hermano se parece a mí, que provenimos de los mismos padres y de los mismos genes.

El bullying es simplemente un delito; y tiene como origen el hogar y la educación que le damos a nuestros hijos; y la falta o ausencia de límites que le imponemos por miedo modernidad o lo que sea.

La Vanidad y los Niños sin tratamiento contra el cáncer

Y por último; una situación que fue reseñada por uno de los periódicos digitales de Venezuela, en la que se hacía referencia a la vivencia que tienen los niños en nuestro país que sufren de cáncer, que han sido diagnosticados con ese terrible mal y que están en tratamiento oncológico.

Ellos, como todos sabemos, muy raro es, el que tiene la posibilidad de costearse su tratamiento de quimio o de radioterapia; la mayoría de esos niños necesitan de la ayuda del gobierno, en el sentido de que sea el gobierno el que les proporcione, tal como está establecido en la ley en materia de salud, este tipo de tratamiento tan costoso.

La única forma que les ha quedado a los familiares de estos niños es llevarlos de organización en organización, pidiendo, buscando el tratamiento de la semana.

Esa es una situación tan triste porque en Venezuela con mucha frecuencia, a veces hasta dos veces a la semana, no por amarillismo, sino por tratar de concientizar a las autoridades locales y de salud sobre el problema, se reseñan la muerte del niño con nombre y apellido.

Ejemplo: “Esta semana perdimos a Antonio Romero -por poner un ejemplo- tenía 9 años de edad, estuvo dos semanas o tres semanas sin tratamiento o no tenía tratamiento desde hace tanto. Perdió la batalla”

Una situación muy triste.

Al lado de estas noticias no es difícil imaginarse a los personeros del gobierno, que visten ropas de marca tan costosa; mujeres del gobierno qué exhiben carteras y zapatos que están valorados en miles de dólares, que viajan en aviones privados.

No es difícil hacerse la pregunta:

¿Hasta dónde ha llegado el nivel de vanidad que estos jóvenes -porque son jóvenes los que gobiernan, al menos en el país no llegan a 70 años- que están tan de sensibilizados por el hambre que pasan nuestros abuelos con pensiones de hambre y sin acceso a medicinas, con alimentación es deplorable; y a estos niños que cada semana se les dice, míralos, no tienen tratamiento, están condenados a morir por falta de atención?

Las autoridades femeninas en este país, cómo en muchos otros, a veces hasta del primer mundo, cómo sucede con algunas de España; exhiben sus prendas de moda de una manera “empoderada” mientras que hay tantas deficiencias, injusticias y situaciones tan tristes, como la muerte de niños por falta de medicación.

Por eso Amo a Read.cash

Yo amo a Read.cash. porque para mí es una de las plataformas que más satisfacciones me ha dado, porque me ha permitido tener interacción con gente que piensa, que siente, que se civiliza hacia otros en diversas materias.

En esta plataforma he visto y he leído historias y artículos que sensibilizan al ser humano en pro del ser humano.

Por eso, escribir estos tres tópicos que tienen como trasfondo el problema educacional en el hogar, me permite sentirme un poco más tranquilo y seguro, porque la gente que aquí, la creadora de contenido, además, contenido importante e interesante; va a ser capaz de pasar la voz y de hacerse las mismas preguntas que me he hecho yo ante estas tres graves situaciones que observé esta semana pasada en las norticias.

¿Qué le estamos enseñando a nuestros niños en el hogar, que cuando jóvenes se muestran tan insensibles al dolor del otro?

¿Qué le hemos enseñado a nuestros hijos, los que ya somos abuelos, que ellos hoy, ostentando cargos públicos, se han vuelto tan insensibles al dolor de un pueblo, el mismo en el que nacieron?

Sigo pensando que el trasfondo es la educación y tenemos que evaluarnos.

Es la educación en el hogar, la que le damos a nuestros hijos, que tiene que ser integral, respetuosa con las diferencias y con conciencia de igualdad, respeto, tolerancia y empatía hacia el otro y hacia la biodiversidad.

Emilio Rios – Venezuela

@Erigo580

Lead Image: BLU Radio. Infidelidad, referencia / Foto: AFP.