Muchas veces no entendemos porqué a pesar de los esfuerzos no sentimos que avanzamos ni que las situaciones personales, familiares o laborales avancen o se desarrollen; es como si todo estuviera estancado, en jaque mate; y no nos damos cuenta de que nos estamos saboteando a nosotros mismos con mecanismos de defensas que nos obligan a permanecer inmóviles, resguardados, sin atrevernos a dar pasos para crecer, solucionar o pasar al siguiente peldaño.
Avanzar en la vida es sinónimo de progresar, crecer, superarse; sin embargo, es un tema un tanto complicado, pues, independientemente de las acciones que realicemos, el ser humano de por sí, está programado para seguir, cumplir ciclos, progresar, movilizarse.
Es cierto que hay momentos en que hacer una parada en el camino para evaluar, nos es más efectivo que seguir o avanzar, pues así se han evitado muchos tropiezos, pero, lo natural es que tendamos a seguir, caminar, recorrer, adelantar.
Sin embargo, quiero poner en la mesa tres factores que nos impedirán hacerlo, a pesar de tener el semáforo en verde, como decimos aquí en Maracaibo y en Venezuela; y es con la finalidad de que estemos pendientes y los evaluemos en nosotros mismos cuando nos sintamos parados, que no avanzamos, que no progresamos.
La Costumbre
A mi parecer, la costumbre, es la primera razón; ya que como seres que tenemos la tendencia a adaptarnos a todo, muchas veces nos terminamos adaptando a un entorno poco progresista, a una situación poco satisfactoria o a relaciones que no permiten avanzar; igualmente nos adaptamos, hasta inconscientemente, a trabajos que no nos son del todo satisfactorios y hasta a personas que nos hacen daño.
Estamos tan preparados para adaptarnos, que vivimos lo que se llama la adaptación hedonista; donde inclusive, nos acostumbramos rápidamente a los estados de bienestar y alegría; por eso, la imprecisión de definir en un momento determinado si estamos o no plenos, y tendemos a contestar que somos estables o estamos tranquilos en vez de definirnos plenamente alegres o felices.
La Negatividad
Otro factor, es una tendencia que tenemos de razonar con dudas o en forma negativa ante el cambio; como una manera de mantenernos en el mismo sitio conocido sin que pudiéramos correr riesgos; por lo que, como vemos, la negatividad muchas veces, es un mecanismo de defensa ante el cambio y hay que controlarla, pues nos impide avanzar.
Tal vez, esto provenga de la sobreprotección paterna que culturalmente nos han transmitido nuestros padres y abuelos; y que como una manera de protegernos siempre nos decían, que “nos iba a pasar algo si no obedecíamos” y terminábamos temiendo por todo, por cualquier situación que no estuviera controlada por nuestros padres, que se tornaba así, peligrosa.
De allí que aprendimos a ver en una acción, primero lo negativo antes que las miles de posibilidades de que algo salga bien, cuando está hecho con ganas y con amor.
El Miedo
Y por último, me interesa que pensemos en el miedo, porque es una sensación para muchos paralizante y por ende, nos impide avanzar.
Y es que a veces tememos cosas que ni sabemos que existen, porque simplemente es una creencia popular o porque es parte de un mecanismo de control que impone la autoridad, sea del hogar, de una institución o de un estado.
Sin embargo, es bueno aclarar este mito de que el miedo nos paraliza, ya que en el ser vivo, el miedo es una estimulación al acto; tal vez de refugiarse o huir, pero es una activación para que hagamos algo; por eso, debemos entender este momento en que tememos y cambiarlo, para que de alguna manera lo utilicemos como impulso y nos movamos de cualquier forma; bien sea enfrentando la situación temida para vencerla y resolverla, o bien, para tomar otro camino y seguir por otro lado o hacia otro rumbo.
La próxima vez que te sientas estancado, verifica estos tres factores y en qué niveles están en ti en ese momento; y haz un análisis reflexivo de porqué lo estás pasando; entonces sopesa tu situación actual, vence los obstáculo y determinado, sigue hacia adelante, a crecer, a lograr las metas y sueños.
Emilio Rios. Venezuela
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Realmente me parecieron muy acertados , esos 3 puntos a los cuales hace referencia , porque si nos hacemos un examen de conciencia nos daremos cuenta que dichos puntos son determinantes para nuestro progreso.