En estos momentos de aislamiento preventivo, muchos hemos acudido al desarrollo de nuestros negocios gracias a la red, no nos ha quedado de otra; y hemos utilizado variables para evaluar el crecimiento de nuestras empresas o emprendimientos, que son bastante efectivas; yo propongo usar cinco de ellas para evaluar nuestro bienestar integral ¿Probamos?
Pixabay por geralt
Redactando un artículo sobre la evaluación de la efectividad de una aplicación bancaria, a la que se le aplicaban principios heurísticos de Nielsen para evaluar su usabilidad, es decir, la comodidad al usarla; encontré conceptos, variables o áreas, que no solo podemos aplicar para evaluar el desarrollo de un programa software; también que podían llegar a determinar, de un forma muy objetiva, si el trabajo o la función, se estaba llevando a cabo correctamente y permitía el crecimiento de una empresa determinada.
Lo primero que pensé fue que, si trasladamos esas áreas a nuestra vida y las evaluábamos, podríamos determinar en forma muy objetiva, si existían estancamientos o debilidades que fueran susceptibles de ser corregidas.
Lógicamente, no aplicaremos aquí los principios de Nielsen, pero si, los principios que aparecen en la composición que tenemos arriba, en la imagen de Geralt; y que además, son términos que aparentemente todos los jóvenes hoy en día utilizan; y así, verificar mediante ellos; que estamos teniendo un crecimiento personal relativamente bueno, aún en el aislamiento preventivo que nos ha impuesto la pandemia.
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Se trata de ir paso a paso buscando el bienestar, aprovechando el tiempo que tenemos para nosotros en estos momentos; y sí, aunque sabemos que existen miles de maneras de ocuparnos durante esta cuarentena; también es verdad que para muchos se ha transformado en un espacio tedioso y rutinario que, hasta ha mermado su tranquilidad.
Sin embargo, otros hemos buscado transformarnos en seres productivos desde el hogar, utilizando el Internet; en comunidades en las que manejamos las criptomonedas, como esta comunidad de Bitcoin Cash; o sencillamente hemos impulsado ideas que se han convertidos en pequeños y medianos negocios que se manejan desde el hogar.
Evaluar el éxito de nuestros emprendimientos es parte de mantenernos actualizados, cambiando, según la necesidad de los clientes; e ir aprendiendo, para lograr manejar mejor el área en la que estamos trabajando o produciendo; más sin embargo, nos olvidamos muchas veces de nuestro bienestar interior; y este es primordial para mantenernos con vitalidad y energía.
Estos conceptos o variables miden como van las organizaciones de producción, pero esta vez, vamos a tomarlos para medir rasgos internos, y saber qué tan plenos nos sentimos; es decir, como si nosotros mismos fuéramos nuestra más importante empresa.
Productividad
Sentirnos plenos y satisfechos depende mucho de cuán productivos somos; qué resulta de nuestras acciones; qué podemos medir como consecuencia de nuestros trabajos y nuestros esfuerzos. Así, debemos tomarnos un poco de tiempo para medir lo que estamos obteniendo con nuestros emprendimientos, con nuestras relaciones familiares, con el tiempo que pasamos juntos como familia, o si nos agarró la pandemia en solitario; el tiempo que pasamos con nosotros mismos.
Las respuestas que deberíamos obtener serán la de la tranquilidad; aumento del aprendizaje; mayor solidez económica; unión familiar más estable; y sobre todo, que debemos haber mejorado aspectos como la persistencia, la tolerancia, el agradecimiento y la capacidad de comunicarnos con los demás y ponernos en sus zapatos.
Conectividad
Unos de los resultados que deberíamos haber obtenido durante todo este tiempo en el encierro, ha debido ser, la capacidad de relacionarnos con los demás a distancia; utilizar los medios tecnológicos adecuadamente, valorar las comunicaciones y los momentos de compartir con familiares y amigos que no podemos visitar.
La conectividad mide a nivel empresarial la capacidad de comunicarnos y entrar en relaciones laborales con los usuarios o con los clientes; y en nuestra vida personal, en estos momentos de dificultad para los encuentros; mide la capacidad de mantener y hacer crecer nuestras relaciones en un medio o situación adversa.
Las respuestas deberían estar dirigidas a afirmar que hemos encontrado maneras nuevas de conectarnos con los otros; y que hemos conseguido soluciones para contrarrestar los distanciamientos necesarios.
Y en el hogar; verificar una buena conectividad implicaría, el hecho de haber podido estrechar lazos con nuestros familiares o con quienes convivimos, a pesar de la presencia constante, la falta de intimidad y el compartir espacios personales; es decir, que hemos conseguido otra dimensión para querernos constantemente a pesar de nuestras normales diferencias.
Seguridad
Aquí solo nos vamos a referir a la necesidad que tenemos de cambiar nuestras normas de convivencia por otras más sanas y más preventivas; que hemos podido superar el cambio para protegernos y proteger a las comunidades con nuevas formulas de saludo y educación; que hemos logrado crear rutinas de prevención de enfermedades y de accidentes.
La seguridad en una empresa tiene que ver con tener armas para contrarrestar los imprevistos; y aquí, en nuestra vida, seguridad implica haber aprendido a tener salidas a los imprevistos, a solucionar situaciones con nuevas técnicas; a saber que hemos aprendido a solventar dificultades con lo que se tienen a la mano.
Eficiencia
De la mano con la seguridad, evaluar si hemos sido o estamos siendo eficientes para la solución de problemas; si hemos aprendido a buscar herramientas cada día para crecer y solventar dificultades sin salir del hogar; desde cosas tan simples como preparar alimentos con mejoras en cuanto a valor nutricional y cantidades adecuadas al poco gasto de energía por la falta de ejercicios; hasta buscar las maneras de distribuir nuestro tiempo de tal manera, que atendamos las situaciones personales y las de productividad con el mismo interés.
Las respuestas deberían estar dirigidas en gastar menos tiempo y esfuerzos en resolver conflictos personales y familiares que, en épocas anteriores, nos hubieran parecido más complicados y severos, pero que con la situación actual han dejado de tener tanta importancia.
Flexibilidad
Por último, la flexibilidad como variable nos permite medir si hemos aprendido lo suficiente de esta lección que el planeta nos ha dado, como para entender que somos humanos, que cometemos errores y que debemos ser menos exigentes y más tolerantes para con nosotros mismos.
Ser flexibles nos obliga a entendernos en toda la dimensión humana; en corresponder con comprensión ante los errores y con deseo de aprender de ellos. Ser flexible nos debe llevar a comprender a los demás; y a saber que de cada mala experiencia, salen miles de herramientas aprendidas para hacerle frente a estas, a parecidas y a nuevas dificultades o retos.
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No somos máquinas, nos hemos visto dar la mano mundialmente en estas terribles horas; buscar soluciones contra el ataque en tiempos muy cortos; y conectarnos cada hora para mantenernos al tanto; por eso, debemos evaluarnos día a día, no solo para comprendernos, también para determinar que nuestro proceso de crecimiento está siendo llevado a cabo con la mayor aceptación, disciplina, seriedad y paciencia.
Emilio Rios. Venezuela
#Iamgrateful por cada día de aprendizaje, de valor y de silencio que me lleva a ser más fuerte ante los obstáculos y más diestro para resolverlos.
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