Esta vida que llevamos nos parece que cada día induce a transitar a una velocidad mayor que el día anterior; que los progresos materiales en tecnología, educación, salud, comunicación y en otras áreas del conocimiento, se dan uno tras otro y se transmiten o dan a conocer en segundos, a todas partes del mundo; y este evolucionar debería reflejarse en nosotros mismos como personas; por lo que tenemos, de vez en cuando, que detenernos un instante y preguntarnos:
¿Estoy evolucionando, mejorando en mis conocimientos cada día como lo hace el mundo; siendo mejor y más funcional; productivo y educado; satisfecho y resistente?
A veces, tan solo una simple inspección o revisión de algunas áreas personales, nos puede aclarar este planteamiento de tan complejo manejo.
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Sé que muchos me apoyarán cuando digo que el progreso y desarrollo nos debe conducir al cambio en quienes lo vivimos; que como respuesta idónea debería darse el mejoramiento personal, la ampliación del pensamiento, el adquirir nuevos conceptos que nos lleven a ensanchar nuestros límites de tolerancia, con vistas a interrelaciones mayores y de crecimiento comunitario.
Esto lo podemos medir en nosotros mismos tomándonos unos minutos para revisarnos en algunas áreas que aquí propongo y que considero, miden el desempeño que podemos tener a la hora de manejar las experiencias de nuestras vidas; claro está, que esto en realidad nos acerca a las motivaciones con las que cambiamos o mejoramos y a las circunstancias que nos llevan a la plenitud.
Recordemos que crecemos y caminamos en la vida en medio de plenitud o satisfacción, cuando aceptamos y entendemos en lo que más podamos a los eventos ya vividos; cuando superamos con herramientas que nos hemos hecho en base a ese pasado, los obstáculos actuales; y cuando las mejoramos con vista a construirnos un mejor porvenir; entonces podemos decir que ha aumentado nuestra resistencia y bienestar.
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El área del control de estrés:
La tomo como primer punto, pues este mundo es agotador, lleno de exigencias; que conlleva a una exposición continua de información que siempre nos obliga a estar actualizados y constantemente educándonos; incluso, en cualquier empleo la exigencia es tal, gracias a los niveles tan elevados de competencia que existen, que el estrés es como parte preponderante de nuestro estilo de vida.
Aquí vale la pena detenernos un momento y preguntarnos:
¿Estoy gestionando adecuadamente mis niveles de estrés como para darme unos momentos de descanso, relajación y tranquilidad mental y física, que evite las consecuencias negativas en mi cuerpo y mente de este mal actual?
Existen muchas herramientas, tanto de la psicología positiva, que intenta reforzar las bendiciones de vida antes que los aspectos negativos; como las que nos brindan aquellas profesiones que nos guían por sendas de terapias como la homeopatía, la meditación, la reflexología, y otras, que estoy seguro nos pueden ayudar y mucho.
El área de la plenitud personal:
Para hacer las cosas hay que tener energía y ganas; y esto difícilmente se logra cuando estamos haciendo lo que no nos gusta; por lo que revisar nuestro grado de satisfacción o plenitud personal, se convierte en una necesidad prioritaria, para saber si mis necesidades están cubiertas o estoy trabajando para cubrirlas; o si la zona donde me desarrollo laboralmente es la que deseo o hay que cambiarla.
Debo preguntarme entonces:
¿Están las metas que deseo y sueño, establecidas ya; en forma clara y real, con los objetivos para conseguirlas diseñados?
¿Estoy trabajando en el plan para conseguir esas metas?
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El área de nuestras emociones o sentimientos
Los conocimientos que las ciencias nos ponen en las red, si buscamos adecuadamente; nos ayudan a entender la manera como nuestras emociones trabajan, e incluso, obtener técnicas o recursos para controlarlas adecuadamente.
El control emocional nos permite mantener emociones más estables, laborales y personales; y de esta manera, fortalecer los sentimientos que tengamos hacia nosotros mismos y hacia los demás.
Debemos preguntarnos:
¿Son mis emociones los suficientemente estables como para no sobrecargar mis relaciones de elementos subjetivos, y así tener la capacidad de escuchar y ser escuchado adecuadamente?
¿Interfieren mis afectos con mis actos laborales y sociales?
El área de nuestras relaciones interpersonales
Aunque ya tratamos el área de emociones o afectos como una manera de mejorar nuestras relaciones, también debemos entender que hay que evaluarlas tomando en cuenta variables como tranquilidad, crecimiento, planes en conjunto, ayuda mutua; de hecho, las relaciones están o se establecen para que esas variables se den; en mayor o menor grado algunas de ellas, pero a la vez implicando respeto, confiabilidad, descanso, confianza y crecimiento.
Existen relaciones que hay que transformar en nuestras vidas; y me refiero a que hay que mejorarlas, cambiarlas o simplemente desecharlas; pero el asunto es que, aunque las relaciones son dinámicas, todas deben tender a la satisfacción de quienes la posean.
Nos preguntamos:
¿Existen relaciones en mi vida que entorpezcan la paz, el crecimiento, la energía o que son tendientes al abuso, tanto para mí como para el otro?
El área de autocuidado y resistencia
En la medida en que aprendemos de las lecciones diarias o los eventos que vivimos, lo lógico es que vayamos acumulando herramientas que nos permitan valorarnos, cuidarnos y resistir los embates diarios que implican existir en este mundo.
Llenarnos de experiencia nos da posibilidades de aumentar la resistencia; y ésta crece inexorablemente cuando el aspecto de autoestima está fortalecido; pues es allí, donde utilizamos las armas que nos llevan a permanecer en el tiempo de manera saludable.
Nos preguntamos:
¿Qué procesos estoy viviendo para acrecentar mi crecimiento personal en relación al bienestar físico, mental y social?
¿Cómo es mi alimentación, mi descanso, la práctica de ejercicios o deportes?
¿Es mi lectura constante y favorecedora en relación a mejorar mis armas de vida?
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Lo que llamamos felicidad no es más que la suma de las satisfacciones, del tiempo disfrutado, de la tranquilidad vivida y de la plenitud con las que hacemos nuestras acciones en medio de la sociedad; lo que significa un camino a recorrer cada día, cuya meta no se alcanza completamente nunca, pues el aprendizaje ocurre siempre y en todo lugar.
De nosotros depende tener las experiencias vividas como pretexto para crecer o para simplemente estancarnos y no evolucionar.
Estar pendientes de nosotros mismos en medio del desarrollo global tan acelerado, es tan importante como estar al día en materia tecnológica y de salud; lo que nos hace obligatoriamente, ser cuestionantes de nuestras áreas más importantes en pro del bienestar propio y de quienes nos rodean.
Emilio Rios. Venezuela
emiliorios580@gmail.com
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Excelente articulo Felicitaciones.-