El lavado diario del cabello puede llegar a quitarle sus aceites naturales necesarios para mantener un equilibrio de hidratación óptimo.
Por esta razón es que en los últimos años se ha estado hablando cada vez más sobre el método “No poo”.
Básicamente, este método de limpieza consiste en prescindir del shampoo.
¿Cómo es posible conseguir una limpieza en el cabello sin tener que usar este producto, aparentemente, imprescindible?
Ciertamente es un gran cambio en la rutina, por lo que el cabello necesita a veces superar un período de adaptación. Pero pasadas una o dos semanas, este método puede devolverle todo el brillo y suavidad natural, sin la necesidad de gastar una fortuna en marcas de primera línea. Y al mismo tiempo, cuidamos el medio ambiente.
Estos productos o métodos de limpieza libres de “sulfatos” (cada uno de los cuales explicaré más adelante) pueden ser utilizados todos los días si se desea, sobre todo en el caso de tener un cuero cabelludo graso. Luego del enjuague, es preferible aplicar un acondicionador sin siliconas.
¿Que son las siliconas y por qué es preferible evitarlas?
Las siliconas son compuestos que se utilizan en toda clase de cosméticos. La mayoría de champús y otros productos para el pelo contienen estos químicos cuyo fin es brindar una capa protectora a las fibras del cabello. También ayudan a soportar el daño causado por agentes externos (el viento, el sol, el frío y también los tratamientos de alisado o rizado).
El problema de las siliconas es que se acumulan en el pelo, ocasionando también que éste tienda a acumular mayor suciedad a lo largo del día. Y al no ser solubles en agua, para lavarlo es necesario usar productos limpiadores lo suficientemente agresivos para retirar las siliconas junto con la suciedad.
Por esto es que los limpiadores comunes contienen agentes agresivos (sulfatos o detergentes) que no sólo arrasan con la suciedad y los compuestos no solubles en agua, si no también con el sebo natural del cuero cabelludo.
La mala fama de los sulfatos
El sulfato es una sustancia que se utiliza en cosmética porque limpia en profundidad y hace (mucha) espuma. Por alguna extraña razón, se nos ha inculcado que cuánta más espuma, mayor limpieza, y que esto era equivalente a buena salud.
Si revisamos la lista de ingredientes de cualquier shampoo disponible en el mercado, podremos leer los nombres de químicos como “lauril sulfato de sodio”, “pareth éter sulfato de sodio”, “sodium laureth sulfate”. Se puede comprobar fácilmente que estos mismos químicos se encuentran en cualquier producto lavavajillas que tengamos a mano. Escalofriante.
Pero, no todas las melenas son iguales ni reaccionan igual a los mismos productos.
En mi caso particular, he reemplazado paulatinamente los productos tradicionales por alternativas menos agresivas y, en lo posible, biodegradables. A mí me ha funcionado, ha mejorado notablemente mi cabello seco y rizado/ondulado, con tendencia al frizz (encrespamiento). Si tu cabello se mantiene sano y sedoso con tu rutina actual, quizá no sea necesario realizar un cambio.
Volviendo al tema, los químicos agresivos usados comúnmente para lavar el pelo ocasionan que, con el paso del tiempo, éste se vuelva quebradizo, opaco y sin brillo, y nos vemos obligados a buscar productos que lo “reparen” o lo hagan lucir mejor; al buscar una solución a este problema seguramente cambiamos a otros productos con mayor cantidad de siliconas. Esto resulta en un círculo vicioso de productos que reparen o disimulen el maltrato ocasionado al cabello y, por esta razón, cuando probamos lavar el cabello con shampoo sin agregar ningún otro producto luego, podemos ver el estado real del cabello: prácticamente deshidratado y sin su barrera de protección natural.
Si este es tu caso y quieres probar otras alternativas, existen los métodos de lavado sin sulfatos que permiten quitar la suciedad y el exceso de grasitud sin desproveer al cuero cabelludo de sus aceites naturales.
Distintas opciones de lavado según el tipo de cabello
Como he mencionado anteriormente, lo que puede funcionar para una cabellera puede no hacerlo en otras. Por eso, en ocasiones hay que probar varios métodos hasta dar con la técnica y los productos adecuados.
Algunos de los métodos para lavar el cabello sin sulfatos se enlistan abajo:
Champú sin sulfatos;
Ac – Poo – Ac;
Shampú ecológico sólido;
Bicarbonato de sodio y vinagre de manzana.
1) Shampoo sin sulfatos: esta es la mejor alternativa al champú tradicional, es ideal para cabellos teñidos y secos, o que deban soportar frecuentemente tratamientos como el alisado. Se pueden utilizar todos los días. Algunos ejemplos de marcas que disponen de líneas sin sulfatos: Biferdil, , Eucerin, Daylisdin, etc.
2) Acondicionador – Shampoo – Acondicionador: Para aplicar este método se comienza colocando cualquier acondicionador como si se tratara de una mascarilla, en todo el cabello, minutos antes de la ducha. Esto puede ayudar a contrarrestar el maltrato ocasionado a las hebras durante el lavado del segundo paso. Luego se debe aplicar el shampoo; en el caso de que no se disponga de un limpiador sin sulfatos, se debe utilizar una pequeña cantidad, aproximadamente del tamaño de una moneda. Por último, se aplica nuevamente cualquier otro acondicionador con propiedades humectantes, o el mismo del primer paso. Para mejores resultados, no se debe enjuagar del todo el último producto.
Una variante de este método es preparar una mezcla de un poco de shampoo con acondicionador, para disminuir los efectos agresivos del producto limpiador.
3) Shampoo sólido: esta es una buena alternativa para las personas que también quieren evitar la compra de productos en envases plásticos. Estos limpiadores sólidos son suaves con el cuero cabelludo y carecen de químicos que puedan afectar al medio ambiente. Su presentación es en forma de pastilla, y son costosos pero pueden durar mucho (hasta 9 meses, aunque esto también depende del grosor del cabello y del largo). Están disponibles en tiendas ecológicas.
Luego de enjuagar bien el producto, se debe aplicar acondicionador o vinagre diluido en agua, para restaurar el PH del cabello. También hay disponibles acondicionadores sólidos.
4) El último método sobre el que he averiguado consiste en masajear el cuero cabelludo con un poco de bicarbonato de sodio, y luego enjuagar con una solución hecha de vinagre de manzana y agua. Debe lavarse el cabello una vez a la semana empleando este método .
El bicarbonato de sodio puede llegar a ser muy agresivo y resecar el cabello y la piel si se lo usa frecuentemente. Por lo tanto, hay que tener especial cuidado antes de elegir esta técnica, siempre consultando con un dermatólogo. Si tienes piel sensible, es preferible que evites el uso del bicarbonato.
Mi experiencia
Personalmente, el que mejor me ha resultado ha sido el shampoo sólido, utilizando luego el enguaje de vinagre de manzana o de alcohol. La proporción que se aconseja es una parte de vinagre y tres partes de agua, aunque lo que yo hago es verter un chorrito de vinagre en un vaso de agua (aún estoy probando las medidas que mejor se adapten a las características de mi pelo). Luego de aplicar el vinagre, se debe enjuagar bien.
*Este artículo está basado en información obtenida de la web, ante cualquier duda siempre debe consultarse con un médico.
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Gracias por leer!
Most of the shampoo which is available in the market consists of harmful chemical, so it can destroy our hair.