El monje Dom Pérignon, un avanzado a su época

Cuando empecé a investigar sobre Champagne, inmediatamente me encontré con el monje Dom Pierre Pérignon, uno de los personajes más interesantes con los que me he tropezado. De él solo sabía la mítica frase que se le atribuye al beber por primera vez un vino espumante hecho por él mismo, con una segunda fermentación en botella.

"Venid, venid hermanos, que estoy bebiendo estrellas"

Dom Pérignon

Sea cierta o no la frase, el "vino loco" lo traía de cabeza porque ¿cómo era posible que se mantuviera bien durante el invierno y apenas subía la temperatura por el cambio de estación, muchas de las botellas explotaban sin piedad?

Pero volvamos la historia hacia atrás y tenemos que el monje Pierre Dom Pérignon, quien toma los hábitos benedictinos a los 19 años en la Abadía de Saint-Vannés, en Verdún, 11 años después, es decir en 1668, es trasladado a la Abadía de Hautvillers, en pleno corazón de Champaña. Allí hará su mítico descubrimiento y en esa misma Abadía, a su fallecimiento, fue enterrado frente al Altar Mayor.

Desde el momento en que el abate llega a Hautvillers se convierte en el monje bodeguero, en el encargado de los vinos del monasterio y como encargado de los vinos, se constituye en una suerte de enólogo, reglamentando diferentes aspectos del viñedo y de la elaboración del vino. Sus vinos se hicieron famosos en toda Francia y llegaron a la corte del Rey Luis XIV.

En la búsqueda de domesticar el vino loco, hizo cambios en la botellas, utilizando vidrio de mayor grosor e implementando el uso del corcho. Este último dato es interesante porque el Padre Pérignon conoce el corcho durante una peregrinación a Compostela.

Pero el vino loco nunca le reveló el secreto de sus burbujas al Padre Pierre. Hoy en día sabemos que por efecto de las bajas temperaturas de invierno, las levaduras se adormecían y una vez comenzaba a subir la temperatura por efecto del cambio de estación, las levaduras presente en el vino embotellado se activaban y fermentaban nuevamente con el azúcar residual que había en el líquido, creando las pequeñas perlitas de CO2.

Hoy en día la Abadía es propiedad de Moët & Chandon y en el Altar Mayor de la Iglesia encontramos la lápida del Padre Pierre.

Algunas fotos de mi visita por la Abadía de Hautvillers en Octubre de 2019, tomadas con mi teléfono y una pequeña cámara fotográfica:

Esta es la entrada a la pequeña iglesia, al fondo se puede observar el Altar Mayor

Detalle del Altar Mayor de la Iglesia de la abadía de Hautvillers

La tumba del Padre Pierre es la de la izquierda. Se puede leer el año del deceso, 1.715.

Por la importancia del personaje, Moët & Chandon decide llamar a su producto más exclusivo Dom Pérignon, en recuerdo del monje que bebió estrellas.