Por Amor Hoy quiero contarles una historia de amor que seguramente les hará suspirar por su intensidad. Prepárense para emocionarse, estremecerse y hasta enamorarse, porque esta es una historia real que me ha dejado sin palabras y hasta con ganas de saber más de sus protagonistas en el futuro , si así de ansiosa soy con lo que me interesa y creo que a ustedes les pasar lo mismo. Así que siéntense, relájense y déjenme contarles todo tal cual me lo contaron a mí hace más de 5 años en el café de una estación de servicio de un pueblito del  interior de la provincia de Córdoba, Argentina. Déjenme llevarlos al preciso momento en que se encontraron estos dos seres y nació esta bella historia de amor que parece sacada de los cuentos que escuchamos de niños. Por ello me tomaré el permiso de empezar a narrar cómo comienza todo cuento que se respete con el famoso...

Había una vez en un pequeño pueblo, dos almas que estaban destinadas a encontrarse. Dos seres tan diferentes que nadie se imaginaría que entre ellos floreciera un amor tan grande y profundo, como el mismo universo que conspiró para que se conocieran aquel día. Ella era una chica dulce y soñadora, siempre con una sonrisa en su rostro y un brillo especial en sus ojos. Era amable y considerada con todos, siempre dispuesta a ayudar y hacer sentir bien a los demás. Su dulzura era contagiosa y te hacía sentir cálido por dentro cuando te encontrabas cerca de ella.Esta chica también tenía un espíritu soñador. Soñaba a lo grande y no temía perseguir sus metas y aspiraciones. No importa cuán imposibles parecieran, ella siempre encontraba una manera de hacerlas realidad, mientras que él era un chico divertido y aventurero lleno de energía y siempre buscando nuevas emociones. Desde muy joven, descubrió su pasión por la aventura y no ha parado desde entonces. Le encanta explorar nuevos lugares, conocer diferentes culturas y probar cosas nuevas. Siempre en la búsqueda de la próxima gran experiencia . Sus caminos se cruzaron en un parque, donde ambos se encontraban disfrutando de un hermoso día soleado. Para los amantes de los detalles como yo, el encuentro fue en una de las banca de color azul marino, de estilo antiguo que habia en el centro del parque, la cual parecia que habia sido pintada recientemente, a la sombra de un paraiso florecido. Ese día en ese lugar se alinearon los planetas y ellos se olvidaron del tiempo.Todo comenzó con un - Hola! ¿Está ocupado?- de parte de él y la respuesta de ella - Hola! Siéntate, te ves cansado- ofreciendo un mate con bizcochos virtuales.

Desde el primer momento en que se vieron, hubo una conexión instantánea. Sus risas llenaron el aire mientras compartían historias y sueños. Poco a poco, se fueron conociendo mejor y descubrieron que tenían mucho en común.Desde ese día se encontraron en ese lugar todos los días a las seis de la tarde, con mate y bizcochos en la misma banca del parque.

Pero como en toda buena historia de amor que se respete, también hubo obstáculos en su camino, algunos tan gigantes que dolían hasta el alma, rompiendo tantos hábitos costumbres y hasta esquemas mentales, superando todo lo que hasta el momento conocían que podían superar. La distancia era uno de ellos, ya que vivían en ciudades diferentes.Comprendo su asombro les contare algo por si hasta ahora no se han dado cuenta ellos se conocieron por internet, y si ya se que están pensando, esos amores no existen y permítanme contradecirlos si los hay y muy bonitos. Sin embargo, a pesar de todo, eso no los detuvo. Aprovecharon cada oportunidad para verse y mantenerse en contacto a través de mensajes y videollamadas.

Con el tiempo, su amor creció aún más fuerte. Juntos superaron desafíos y celebraron éxitos.Se confesaron sus mayores deseos y sus peores temores.Se confiaron tantas cosas tan profundas que nunca a nadie se había animado a confiar. Se apoyaron mutuamente en cada paso del camino, convirtiéndose en la mejor versión de sí mismos.Cada día se fueron dando cuenta que eran complementarios,que cada uno tenía la parte que le faltaba al otro, que juntos se potenciaban.

Y así, después de mucho tiempo y esfuerzo, finalmente lograron estar juntos.Ninguno de los dos lo podían creer, les resultaba hasta estar viviendo un sueño,el más bello sueño de toda sus vidas. Esa reunión fue mágica, como si todo el universo conspirara a su favor. Mirándose a los ojos se dieron cuenta que no hay nada imposible para los que aman tan intensamente y esperan. Se dieron cuenta de que el amor verdadero puede superar cualquier obstáculo y que las cosas buenas llegan a aquellos que esperan. Se dieron cuenta que se amaban más allá de ellos mismos. Se dieron cuenta de tantas cosas al verse frente a frente. Hasta les pareció que se detuvo el tiempo en la primera mirada, en el primer beso, en el primer abrazo, en su primera vez.

Hoy en día, siguen juntos, construyendo una vida llena de amor y felicidad. Con sus desafíos como en toda relación humana normal común y corriente, con altos y bajos pero juntos siempre juntos. Esta historia nos enseña que el amor verdadero no conoce límites ni barreras, no conoce de distancias, no se desanima al primer golpe, no se desvanece al primer problema todo lo contrario se hace más fuerte y supera todo. Nos recuerda que nunca debemos rendirnos en la búsqueda de nuestra felicidad.

Así que chicos, si están pasando por momentos difíciles en el amor, recuerden esta historia. Sepan que el amor está ahí fuera, esperando por ustedes. Tal vez en una plaza, en una esquina , en la parada del bus o atravez de un simple celular. No tengan miedo de arriesgarse y seguir sus corazones, porque nunca se sabe qué sorpresas les depara la vida. Espero que esta historia les haya llegado al corazón tanto como a mí. Recuerden siempre creer en el amor y nunca dejar de soñar.