¿Quién no ha seguido estos mitos cuando fue padre primerizo? O aún seguir haciéndolo. Creer fielmente en lo que dicen los que ya fueron papas, dándolo por aventado que es así.
Bueno, hoy quiero desmentir algunos de estos mitos.
No lo cojas en brazos que se acostumbra
Los bebés ya vienen acostumbrados al cuerpo de la madre, que es donde han vivido durante los nueve meses que dura la gestación. El bebé necesita contacto físico, sentirse seguro, y cogerle en brazos no sólo no tiene ninguna contraindicación, sino que es necesario. Pese a esto, muchos familiares, sobre todo las abuelas y los abuelos, siguen anclados en la creencia de que si les cogemos en brazos luego no querrán que les soltemos. Nada más lejos de la realidad; a medida que el bebé va creciendo, poco a poco va ganando en autonomía y tendrá un mundo por descubrir, que llamará su atención más allá de nuestros brazos.
¿Quién no contó el tiempo en que lo tenía en brazos y después dejarlo en la cuna para que no se acostumbrara? Si, a todos nos pasó.
Tiene que dormir en la cuna
Sobre cómo, cuánto y dónde deben dormir los bebés se ha escrito mucho. Basta con teclear en Google cualquier asunto relacionado con el sueño del bebé y ante nosotros se mostrarán millones de entradas. Suele ser un tema muy recurrente entre padres y madres, y entre todo el que guste de opinar. Lo cierto es que no hay un lugar obligatorio para el descanso del bebé más allá del que nos indica el sentido común y ciertas normas de seguridad básicas, como que los menores de cuatro meses duerman en la misma habitación que sus padres, o que lo hagan sobre una superficie limpia, firma y acotada.
(Mi mujer no deja que nuestro hijo duerma con nosotros. Sobre todo porque dice que yo tengo el sueño muy pesado😅)